El aparcamiento de Astilleros en Cádiz, del gratis total a 1,20 euros la hora

El Ayuntamiento cambia la zona azul por naranja a la zona más próxima al casco histórico, encareciendo el estacionamiento

Un operario pinta de naranja la zona azul del aparcamiento de la AVenida de Astilleros.
Un operario pinta de naranja la zona azul del aparcamiento de la AVenida de Astilleros. / Lourdes De Vicente

Con la más absoluta rimbombancia anunció en su día el alcalde, José María González Kichi, que la bolsa de aparcamiento creada en la Avenida de Astilleros, un parche provisional hasta que se acometa la reurbanización prevista de esta vía de entrada al centro de la ciudad, sería gratuita, en una defensa férrea del Ayuntamiento por el bolsillo de los gaditanos. Y como si del nuevo Pemán, del Portillo, de la nueva flota de limpieza o los nuevos autobuses híbridos se tratara, ahí fueron Kichi y Vila a inaugurar un solar asfaltado con su correspondiente foto. Meses después de aquello llegó la zona azul, el pago por el estacionamiento que se anunció gratuito; y desde este viernes, el azul ha mutado en naranja, encareciendo todavía un poco más el coste de ese improvisado aparcamiento.

El Ayuntamiento ha llevado a cabo la enésima modificación de los colores que delimitan el cada vez menor número de plazas de aparcamiento. Un cambio que encarece el aparcamiento en el centro de la ciudad, cambiando el azul por el naranja en la zona de la Avenida de Astilleros más próxima al centro. De 1 euro por hora de aparcamiento, hasta un máximo de tres horas, a 1,20 euros que cuesta la zona naranja, con el mismo máximo permitido.

Con el repintado del solar, que hasta este viernes ha estado en desuso por las obras que está acometiendo Aguas de Cádiz en toda la Avenida de Astilleros para las nuevas conducciones que prepararán la zona para los distintos equipamientos que se prevén, se confirma que el estacionamiento en el centro de la ciudad está en todos los casos vinculados al pago de una tarifa; ya sea la azul, la naranja o la que establecen los distintos aparcamientos subterráneos y en superficie que siguen mejorando las cifras y la ocupación por ese modelo de Movilidad que defiende y ejecuta el equipo de gobierno, que ha pasado de la gratuidad anunciada en 2018 (cuando se abrió a los coches la bolsa de Astilleros) a la tarifa más cara de las habilitadas actualmente en la ciudad.

Desde el Ayuntamiento se defiende que la medida busca favorecer el aparcamiento de los residentes (los que saquen la correspondiente acreditación en Emasa), que no tienen que pagar por estacionar en zona naranja (más allá de los más de 70 euros que cuesta al año esa acreditación). En este caso a los del casco histórico, que no disponen de tantas plazas como acreditaciones están en vigor, lo que ya llevó recientemente a ampliar el radio de influencia a la zona naranja de Bahía Blanca.

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