La apertura al turismo deja 2,3 millones de euros de ingresos en la diócesis

Las cuentas del Obispado de Cádiz

El Obispado reduce a 314.000 euros los beneficios que obtiene directamente en concepto de alquiler de inmuebles y terrenos

La torre de levante de la Catedral es la única que está parcialmente iluminada.
La Catedral de Cádiz / Lourdes De Vicente

La diócesis de Cádiz y Ceuta fue destacada hace unos días como la segunda que ingresaba más dinero por patrimonio en España. El último balance económico del Obispado, de 2018, reflejaba una partida de 5.118.166,65 euros en el concepto genérico “Ingresos de patrimonio y otras actividades” que es común a todas las diócesis españolas y que recoge, principalmente, las partidas correspondientes a inversiones financieras y a alquiler de inmuebles. Ahora, a raíz de ese segundo puesto a nivel nacional, el Obispado ha decidido precisar con más detalle a qué conceptos corresponden esos 5,1 millones de euros.

En ese desglose de los ingresos, el Obispado indica que son apenas 314.151,25 euros –poco más del 6% de la cantitad total– los ingresos que proceden directamente de arrendamientos de inmuebles y terrenos que forman parte del patrimonio de la diócesis. Una diferencia abismal respecto a esos más de cinco millones de euros que figuran como partida global.

Además, señala el Obispado que dentro de esa fuente de ingresos directos por alquiler de patrimonio la partida más significativa procede del alquiler a la Junta de Andalucía del edificio anexo al Oratorio de San Felipe Neri (utilizado como centro de interpretación de la Constitución de 1812).

El gran grueso del capítulo que ha aupado a Cádiz como la segunda diócesis española en ingresos por patrimonio está en la actividad pastoral propia de las parroquias y, en concreto, en las visitas turísticas “en los pocos templos y museos diocesanos que las tiene establecidas”. Hasta un 46% de esos 5,1 millones de euros –2.352.320,83 euros, en concreto– proceden de estas visitas turísticas que se hacen a iglesias o edificios diocesanos que cobren algún tipo de tarifa por el acceso.

En el caso de Cádiz capital, lidera con creces este capítulo la Catedral, que el último año obtuvo record de visitantes con 314.163 personas, que la mantiene como monumento más visitado con creces de la ciudad, y su museo de la Casa de la Contaduría (cuya visita está incluida en el precio de entrada a la propia Catedral, teniendo en cuenta que los gaditanos tienen acceso libre). A la Catedral y su museo se sumaría el Oratorio de la Santa Cueva, el Oratorio de San Felipe Neri o la capilla de El Pópulo como patrimonio diocesano que genera ingresos por visitas.

En esos benficios por patrimonio incluye también el Obispado, por último, los ingresos brutos que generan la Escuela Universitaria de Magisterio Virgen de Europa, en La Línea (de más de un millón de euros); y los de la Residencia Geriátrica de San José de San Fernando, que pese a estar cedida su gestión es de propiedad diocesana (y que en el año 2018 aportó casi 600.000 euros a la economía del Obispado).

Los gastos

Junto al desglose de los ingresos obtenidos por el concepto de patrimonio y otras actividades, desde el Obispado se ha querido precisar también cuáles son los gastos concretos que originan la conservación y el funcionamiento de ese patrimonio diocesano. Y sobre este particular, se explica que siguiendo el mismo criterio que con los ingresos, en la partida de gastos que en el último balance económico, el de 2018, ascendió a 6.127.907,84 euros, “se incorporan todos los gastos generados tanto por la Escuela Universitaria Virgen de Europa como por el Geriátrico San José”.

El concepto concreto de gastos de conservación del patrimonio ascendió en 2018 a 749.048,88 euros; y el relacionado a su funcionamiento sumó 479.416,19 euros.

Teniendo en cuenta esa partida de ingresos directos por alquiler de patrimonio de 314.151,25 euros, desde el Obispado se concluye que el rendimiento en este capítulo del patrimonio es bastante negativo. “Nuestra diócesis dista mucho, por lo tanto, de ser de las primeras en ingresos por patimonio”, afirman fuentes del Obispado, que suman a estos números “la realidad del paro y la falta de empleo estable en nuestra diócesis en la que la Iglesia, a través de entidades como Cáritas Diocesana, trabaja cada día gracias a la labor de sus voluntarios y a los recursos que reciben de las donaciones y colectas parroquiales a lo largo del año”.

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