Armada: Abrazos en la emocionante bienvenida al 'Vigía' en Cádiz

Con el reloj acercándose al mediodía, la proa del Vigía aparecía este martes ante los ojos de todos los que esperaban su llegada en la Base de Puntales en Cádiz. Y entre los familiares y amigos de la dotación, desde el más pequeño hasta el más mayor, la emoción se disparaba. "Mira ahí, el del casco rojo es, ¿lo ves, abuelo?", se escuchaba entre una numerosa familia. "Mamá, papi es ese, ¡es ese!", gritaba entre saltos una niña. "Ole, ole, bienvenido Vigía, sois unos campeones", alentaba otro grupo, despertando los aplausos en el muelle donde, a pesar del fuerte levante, no faltaron las pancartas, aunque costara más sujetarlas. Para David, para Cristóbal, para el cabo Gil,...

Y es que la gran bienvenida, aguantando estoicos el viento, bien merecía la pena después de cuatro meses lejos de casa. El patrullero gaditano ha navegado en aguas del Golfo de Guinea con el principal cometido de contribuir a la seguridad marítima de la zona y efectuar actividades de cooperación militar y seguridad cooperativa con los países ribereños de la costa occidental africana. La Armada ha recordado que la práctica de actividades ilícitas pone en riesgo importantes rutas marítimas de tránsito internacional, así como caladeros donde faena la comunidad pesquera española.

De hecho, durante sus 123 días de misión, el Vigía ha visitado y asistido a 31 pesqueros nacionales, rescatado en alta mar a un pesquero a la deriva en Angola, participado en ejercicios con buques de las armadas de Francia, Italia, Estados Unidos y Nigeria, y realizado patrullas conjuntas con buques de Senegal y Mauritania, instruyendo a unos 230 militares, además de apoyar las actividades diplomáticas.

Su comandante, el capitán de corbeta Javier García Monge, satisfecho, hacía un balance "magnífico", Tampoco engañaba. "También hemos tenido días con mala mar y echando menos nuestra casa", añadía a este medio nada más atracar en Cádiz. Pero no podía estar más orgulloso de los suyos. "Mi dotación cada día superaba el rendimiento del día anterior y en época covid, hemos trabajado para que nuestro principal desafío se convierta en nuestra mayor virtud, unidos y siendo más equipo", decía.

Antes de bajar al reencuentro, el Almirante de Acción Marítima, Juan L. Sobrino Pérez-Crespo, que ha presidido la ceremonia, les ha felicitado por su "excelente rendimiento" en un "intenso y demandante" despliegue, unos elogios "de justicia" tras reforzar la seguridad en la zona y demostrar además "humanidad, humildad y cariño" pese a la "ausencia de comodidades implícitas en la vida en la mar". La gratitud también ha ido para sus familias, porque con es esfuerzo y sacrificio antes la ausencia también hacen "servicio a España", ha finalizado.

Y allí estaban para recibir a los 46 hombres y 6 mujeres que han navegado más de 15.300 millas. Los abrazos y besos reales, sin pantallas de por medio, ya no se hacían esperar y se multiplicaban en la base gaditana, con los más pequeños dejando los momentos más bonitos.