El arte de los belenes

De andar por casa

La tradición del nacimiento, con su diferentes escenas, es parte indispensable de la decoración de las casas en época navideña

Nacimiento  de la familia Ariza. Sus figuras datan de 1940. Son del belenista portuense Ángel Martínez.
Nacimiento de la familia Ariza. Sus figuras datan de 1940. Son del belenista portuense Ángel Martínez. / Archivo Familiar
Ignacio Casas De Ciria

01 de enero 2022 - 19:47

Cádiz/HOY vamos hacer un recorrido por diferentes casas, visitando y mostrando la decoración y escenas de los diferentes belenes. Su tradición, que viene de antiguo, se ha transmitido a través de las diferentes generaciones. Hoy sus figuras se realizan en una gran variedad de materiales como barro, plata, cristal, madera y plastilina, entre otros, pero siempre respetando el escenario principal. Los tradicionales tienen sus figuras de barro y las suelen acompañar materiales como el corcho para sus montañas y edificaciones, vegetación y agua, principalmente.

Entre los belenes que hoy mostramos tenemos el de los hermanos Ramón y Chico Ariza, quienes conservan, a pesar de sus 90 y 85 años, la misma ilusión que en su niñez con el montaje del belén. La mayoría de sus figuras fueron encargadas al famoso belenista portuense Ángel Martínez en 1940. Suelen emplear para el montaje del todo el nacimiento un mes. También ornamenta el belén un ángel del siglo XVIII y un Jesús Padre de final del siglo XIX. El portal también fue adquirido en su época en El Puerto de Santa María y refleja por ello la arquitectura portuense. Entre los diferentes elementos añadidos a lo largo de los años se encuentra una noria de agua y un río con peces de colores, algunos de ellos adquiridos en mercadillos de navidad en Sevilla. Para su iluminación usan tres corientes diferentes: una de 125v a través de un transformador, otra de 200v y otra de 0,5 v.

Otro de los belenes curiosos es el que conserva, tanto por su origen como por los que lo realizaron, el periodista Melchor Mateo. El misterio del nacimiento es de madera y está coloreado a mano. Fue realizado por Melchor Mateo, Manuel Ruiz Gene, Francisco José Alcalá y Daniel Rodríguez, en las clases de pretecnología del Colegio de La Inmaculada en 1984. Tras finalizar el curso los sortearon y Melchor lo ganó, conservando el misterio con el mismo cariño que lo hicieron y luciéndolo desde entonces en su casa.

Otra de las decoraciones navideñas más espectaculares es la de la casa de María Victoria García Supervielle. Diferentes misterios suelen decorar las diferentes habitaciones durante esta época. Para el belén principal utiliza la parte inferior de una consola imperio de herencia familiar y la parte superior, para la posada. Las figuras del nacimiento se conservan desde el año 1970, que la adquirió. A ellas las acompaña el corcho para las montañas y la tierra para el suelo, con una iluminación de foco simulada por el interior del mueble. La parte superior de la consola descrita es utilizada para representar la posada con figuras antiguas que se apoya sobre un encaje blanco del siglo XIX. Toda su casa la ornamentan diferentes objetos decorativos de diferentes épocas, haciendo de ella un lugar mágico en estas fiestas.

Otro de los belenes con historia y tradición es el que se ubica en el patio de la casa familiar de los Sobrino Grosso. Este nacimiento fue encargado por Manuel Mayol y Rafaela de Riaño para la casa Mayol. Siempre se ha cuidado y conservado y ha sido colocado en las diferentes casas de la familia hasta llegar a sus descendientes, los cuales, hoy lo montan con mucho cariño en el patio de la casa. Todos los años participan diferentes miembros de la familia en su montaje. Este año se han encargado tres generaciones de la familia: los hermanos Pilar y Jesús de Sobrino Grosso, Melele de la Yglesia y su hijas, las benjaminas de la familia, Elisa y Emma Brückner de la Yglesia. Sus maravillosas figuras, algunas restauradas, protagonizan el escenario del nacimiento. A ellas les acompañan escenas como el frutero, el harinero o elementos como el agua. Todo, rodeado de lentisco y plantas crasas sobre tierra, haciendo de ello un mundo mágico a la vista del que lo que lo contempla.

Y para finalizar, Tere Sahagún utiliza elementos decorativos de la casa para el montaje de su nacimiento , donde los tonos rojos protagonizan parte del espacio.

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