Así era el Canal de Ponce, que dividía la Cádiz fenicia y romana
El Ayuntamiento reconoce con un mural explicativo la contribución del erudito gaditano que descubrió este crucial hallazgo para la historia de la ciudad
Una nutrida representación familiar de Francisco Ponce Cordones agradece el gesto municipal en su homenaje
El alcalde y el concejal de Memoria Democrática inauguran el panel colocado en la plaza Canal de Ponce, situada entre la puerta de La Caleta y el Baluarte de los Mártires
Cádiz/Griegos y romanos escribieron sobre la existencia de las Gadeiras, el mítico archipiélago platónico gobernado por Gadiro, hijo del mismísimo Poseidón. Pero tuvo que llegar don Francisco Ponce Cordones allá por 1972 para dar el salto del mito al logos. Y descubrir y describir con detalle –con el reconocimiento de la academia– el canal que separaba las islas de Erytheia y Kotinoussa. Desde 2001 se llama oficialmente Canal de Ponce, aunque muchos se empeñen en seguir llamándolo Bahía-Caleta. Canal de Ponce, como se denomina desde 2019 la plaza situada entre la Puerta de La Caleta y el Baluarte de Los Mártires, justo por donde discurría ese brazo de mar navegable que unía, más que separaba, las islas principales de las Gadeiras.
Allí mismo, el alcalde de Cádiz, José María González, y el concejal de Memoria Histórica, Martín Vila, descubrieron a primera hora de esta tarde un mural explicativo sobre el hallazgo de este estudioso gaditano nacido en Rota. “Un miembro sobresaliente –quizá el último– de una pléyade de infatigables eruditos gaditanos”, en palabras de Manuel Bustos Rodríguez, director de la Real Academia Hispano Americana de Ciencias, Artes y Letras –institución a la que también pertenecía Ponce Cordones–, durante una sesión necrológica en su homenaje.
El acto de estuvo arropado por una nutrida representación de la familia de Francisco Ponce, fallecido en 2017 a los 97 años, encabezada por sus hijos Antonio, Manuel y Rafael. Fue Manuel el encargado de pronunciar un discurso de agradecimiento en el que sintetizó los pormenores de aquel descubrimiento. “Fue nuestro padre –recordó– con una paciente entrega a la historiografía quien, sumando amplias y cuidadosas lecturas a su capacidad de observación y relación, y atando cabos, unió lo que las fuentes antiguas decían de la Gadir fenicia, de la Gades romana, y supo enhebrar aquellas noticias dispersas en un relato coherente”.
“El relato venía a decir –explicó– que lo que hoy es el casco histórico de la ciudad, hace 6.500 años, estuvo partido por un canal que separaba a las dos islas de las que hablaba Herodoto: Erytheia y Kotinoussa. Un canal que iría desde la puerta monumental del muelle actual, por la plaza de San Juan de Dios, las calles San Juan y Puerto Chico, hasta llegar a La Caleta”.
Y es que “la línea que dibujaban todas esas calles estaba repleta de edificios con problemas en sus cimentaciones, problemas que conoció y en ocasiones observó in situ, porque abajo no había piedra, sino limo, estela de un camino de barro que había sido de agua”.
Ponce intentó difundirlo por primera vez en 1972 en la revista Archivo español de arqueología. Sin embargo, su teoría no vio la luz hasta 1976, precisamente en las páginas de Diario de Cádiz. Posteriormente, compartió su teoría con Ramón Corzo y Juan Ramón Ramírez, quienes puntualizaron detalles en su nuevo trabajo de 1985, publicado en los anales de la Universidad de Cádiz.
Otros historiadores, arqueólogos y estudiosos (entre ellos, Fierro, Muñoz, Perdigones, Cobos y Pettenghi) fueron sumando hallazgos y pruebas, hasta que un equipo hispano alemán dirigido por Oswaldo Arteaga y Annette Kölling, efectuaron en 2001 una campaña geoarqueológica por encargo de la Consejería de Cultura.
“Su informe final contiene dos hitos importantes para nosotros, su familia: primero se vino a demostrar, con la certidumbre y precisión de las catas de nivel, la existencia de dicho canal. Y, en segundo lugar, se propone llamarlo a partir de entonces Canal de Ponce, en honor a su descubridor”. Fue su hermano Antonio, con el apoyo de muchos personajes de la Cultura gaditana, quien dio después los pasos necesarios –tras el fallecimiento de su padre, un hombre discretísimo y alejado de cualquier protagonismo– para que la Consejería de Cultura diese marchamo oficial al histórico topónimo.
De hecho, los trabajos de investigación realizados en Valcárcel por un equipo de la UCA dirigido por Darío Bernal y en La Cueva del Pájaro Azul han venido a reconfirmar el hallazgo, con la conclusión de que hubo un puerto de abrigo en Puerto Chico y lo que parece un astillero militar, dijo Manuel.
El hijo del erudito gaditano tuvo palabras de agradecimiento para todos aquellos que contribuyeron a la inclusión del Canal de Ponce en el nomenclátor de la ciudad, entre ellos José Joaquín León y José Antonio Hernández, como miembros del Ateneo Gaditano; los profesores universitarios Genaro Chic, Manuel Bustos, Ángel Muñoz y Ángel Mozo y los periodistas Melchor Mateo, Félix Macucha, Aida Rodríguez Agraso, entre otros muchos. Y, como no, para el Ayuntamiento, "que en junio de 2019, accedió a ello y acertadamente eligió esta plaza para materiarizarlos, plaza que posee una inmejorable situación, ya que desde ella podemos ver en bajamar cómo era el canal al llegar el Atlántico por La Caleta".
"Ahora, compartiendo con nosotros el amor por Cádiz, el Ayuntamiento coloca este azulejo explicativo que pone en valor lo que esta plaza significa y para que los gaditanos y los turistas puedan conocer parte de la Historia de nuestra ciudad, a la que todos queremos y para la que todos deseamos siempre lo mejor", concluyó Manuel Ponce.
El alcalde subrayó precisamente eso: que, gracias a este mural, "los vecinos y vecinas de Cádiz y las personas que visiten la ciudad podrán conocer mejor su pasado, al tiempo que se reconoce la importante contribución realizada por Ponce".
Tal y como se indica en el mural, “los fenicios fundaron Gadir (año 1104 a.C.) en lo que entonces eran dos islas, Erytheia y Kotinoussa, separadas por un canal que comunicaba el Atlántico con la bahía. Con el tiempo, el canal se fue aterrando hasta su desaparición, debido a los sedimentos del río Guadalete y a la acción humana, configurándose la actual fisonomía de la ciudad. En La Caleta, en bajamar, se aprecia el arrecife del fondo marino dividido por un canal de arena que comunicaba el Atlántico con la bahía".
"El primero en aportar pruebas de la existencia y del trazado del canal fue Francisco Ponce Cordones (1920-2017), erudito de esta ciudad, que en 1972 unió los datos de fuentes antiguas con la información de los problemas de cimentación de los edificios desde la Edad Moderna a la época actual", continúa el texto.
"El Ayuntamiento de Cádiz, en reconocimiento a la aportación realizada por el historiador, le dedica esta plaza el 20 de junio de 2019”, concluye la leyenda.
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