El 'astillero 4.0' llega para relevar a los 125 años de historia

125 años del astillero de cádiz

Las autoridades llaman a la unión para caminar hacia el futuro Las ponencias repasaron la vida de Navantia

El presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, acompañado del alcalde de Cádiz, el delegado del Gobierno en Andalucía y la delegada de Empleo de la Junta descubren la placa.
El presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, acompañado del alcalde de Cádiz, el delegado del Gobierno en Andalucía y la delegada de Empleo de la Junta descubren la placa.
Manuel Galvín Serrano Cádiz

24 de julio 2016 - 01:00

Una familia gaditana, la de los Vea-Murguía, decidió hace justo 125 años emprender en la industria naval. Era el 23 de julio de 1891. Por muchos sueños e ilusiones que tuvieran los Vea-Murguía cuando dieron vida a los astilleros de Cádiz, les era imposible adivinar el destino de aquella empresa. Ayer, 23 de julio de 2016, los Vea-Murguía fueron motivo de orgullo en los discursos de uno y otro. Los astilleros que ellos crearon desde la simpleza, quedaron inmortalizados desde la honra de toda una ciudad y toda una provincia.

La jornada de homenaje a los astilleros de Cádiz comenzó a las siete y media en el Palacio de Congresos con tres conferencias sobre la historia de la factoría gaditana que contaron con el beneplácito de las autoridades presentes. No faltaron a la cita, el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, el alcalde de Cádiz, José María González, el delegado del Gobierno, Antonio Sanz y la delegada de Empleo en Cádiz de la Junta, María Gema Pérez Lozano, entre otras autoridades. Las ponencias repasaron las mutaciones que ha sufrido la industria naval a lo largo del tiempo. El historiador José María Molina ha sido el organizador de estos actos conmemorativos y fue el primero en ofrecer su charla sobre los inicios de los astilleros gaditanos. Las tres conferencias se centraron en hacer un viaje en retrospectiva al pasado, necesario para acertar la dirección a seguir.

Cerró el ciclo de intervenciones, el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, quien ensalzó la historia de la que fuera una de las industrias motor de Cádiz. "Desde aquella lejana fecha en que unos resueltos ciudadanos decidieron invertir su fortuna personal para dotar a Cádiz de una moderna industria que revitalizase su decaída economía, hasta hoy, el astillero ha acompañado y muchas veces protagonizado la historia de la ciudad", puntualizó Revuelta.

Una vez superado el apartado histórico, Revuelta se centró en el futuro. "Navantia se está transformando para ser más competitiva, es lo único que garantiza su viabilidad en el tiempo", resaltó. Los dos aspectos clave a los que se refirió para explicar lo que está por venir fueron la política de compras y lo que llamó 'el astillero 4.0'.

Según Revuelta, "para que Navantia sea sostenible es condición necesaria ser competitivos. Esto significa cumplir los plazos, presupuestos y calidad que nos demanda el cliente. Resulta obvio recordar que mientras Navantia sea competitiva, su industria auxiliar tendrá carga de trabajo. Por tanto, la competitividad tiene que ser un objetivo compartido". Y añadió: "Más del 75% de los costes se destinan al suministro de materiales, equipos, mano de obra y servicios. Estos datos colocan a la función de Compras como parte estratégica, no solo para generar ahorro en el negocio, sino para generar valor".

Revuelta en su discurso de clausura, valoró positivamente a los proveedores, "pero en especial a aquellos más estratégicos, aquellos que puedan generar valor". "Debemos atraer a los mejores proveedores para juntos desarrollar una ventaja competitiva a largo plazo", aseguró.

De igual modo, prosiguió su alocución hablando del "astillero 4.0". Una factoría que se dirige ahora a la digitalización y a la adaptación a los nuevos tiempos. "Navantia no puede ser ajena al proceso de digitalización global que, como parte de la cuarta revolución industrial que hemos comenzado a vivir, alcanza a nuestra sociedad. Debemos ser protagonistas de dicho proceso en el ámbito de la construcción naval. Y al decir construcción naval, debe entenderse desde una perspectiva integral, o sea, desde que se trazan las primeras líneas en el diseño de un buque, hasta el final de su vida en servicio", declaró el presidente de Navantia.

"Por eso, el astillero 4.0 de Navantia tendrá plena aplicación en todas las etapas del ciclo de vida de los buques, y muy especialmente en la etapa después de su entrega por el astillero constructor. Y el hilo argumental que conectará todas las fases de la vida del buque será la 'maqueta digital', o sea, el buque virtual, que permitirá estudiar los problemas y preparar los trabajos de mantenimiento inteligente a miles de millas de distancia", explicó. Al mismo tiempo, agregó que para conseguir la implantación exitosa de esa "maqueta digital", habrá que desarrollarse nuevos modelos de negocio entre Navantia, proveedores y clientes. Para acabar, José Manuel Revuelta terminó "felicitando a Cádiz, al astillero, y a Navantia por estos 125 años. Tenemos que trabajar juntos en las líneas indicadas para asegurarnos al menos otros tantos años de progreso en los astilleros públicos".

Una vez finalizado el acto central en el Palacio de Congresos, la atención se dirigió a las instalaciones de Navantia, donde se descubrió la placa conmemorativa en homenaje a la empresa y a todas las personas que con su esfuerzo hicieron posible la efemérides de los 125 años. El mismo presidente de Navantia acompañado de autoridades locales, autonómicas y nacionales se encargó de poner el broche de oro a uno de los días más especiales de la historia de la factoría. Revuelta tuvo unas palabras más: "Las reformas que se están implantando en Navantia nos llevarán a ser mejores y más competitivos y así podremos conseguir que el astillero de reparaciones de Cádiz siga siendo un referente de calidad y competitividad en el mercado nacional e internacional, tanto en reparaciones como en modernizaciones en el ámbito civil y militar".

Tras esto, turno de palabra para dirigentes políticos. En primer lugar habló José María González, como regidor de la ciudad, que optó por usar palabras emotivas para referirse a los astilleros. "En Cádiz el tiempo no lo marcan las manillas de los relojes. La cotidianeidad, las horas diarias, históricamente en esta ciudad la ha marcado la sirena de los astilleros. En mi casa se olía a hierro cuando mi padre entraba por la puerta. A las cinco de la mañana mi padre salía a trabajar. Aquí, en Puerto Real o donde quiera que hubiese faena porque trabajaba en las contratas. Mi padre nunca fue fijo de astilleros", relató el alcalde de Cádiz

"Es necesario, es importante, pelear juntos, es importante conquistar juntos el futuro de estos astilleros", defendió José María González. En lo referente al porvenir de la industria, llamó a pelear por lo que viene, "unidad y coherencia entre el discurso y los hechos", más carga de trabajo, rejuvenecimiento de la plantilla y un plan estratégico para el sector naval que garantice que Navantia siga siendo de titularidad pública.

Como representante del Gobierno, estuvo el delegado en Andalucía, Antonio Sanz, quien insistió en el valor de tomarse en serio el futuro de una factoría que durante un largo tiempo fue uno de los impulsores de Cádiz. Para Sanz, el nacimiento del astillero supuso un hito, pues fue "pulmón de desarrollo" en la provincia. "Cádiz y el mar hace 125 años volvieron a unirse hasta convertir este astillero en uno de los buques insignias de la industria naval española", manifestó. Aunque reconoció que la historia no fue fácil, Sanz presumió de que hoy el astillero "vive un momento de máxima actividad y proyección de futuro. Navantia en la Bahía avanza con contratos que alargan su vida y que dan proyección al empleo".

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