El autobús urbano de Cádiz contará con una línea circular para el casco histórico
El alcalde anuncia que el pliego para adjudicar el contrato del transporte estará aprobado antes de final de año
Bruno García, ante "los 6 meses más importantes del mandato"
La luz al final del túnel, o mejor dicho, la parada al final de la carretera. El Ayuntamiento está ultimando el pliego que definirá cómo será el transporte público urbano de los próximos años; un documento que el alcalde asegura que quedará aprobado “antes de que termine el año”. De hecho, no quiere Bruno García acotar más el plazo, pero todo apunta a que en el Pleno de octubre o el de noviembre pudiera presentar el gobierno municipal el pliego, que tras aprobarse abrirá el proceso de licitación del que será primer contrato de los autobuses urbanos de la ciudad.
Este expediente se antoja como uno de los más relevantes para el Ayuntamiento en estos últimos años, habida cuenta de los problemas actuales del servicio, sobre todo en lo relativo a la antigüedad de los autobuses (algunos con más de 25 años circulando por la ciudad) o en los tiempos de espera y los recorridos de determinadas líneas (especialmente las 2, 3 y 5). Al mismo tiempo, se ha convertido en el expediente que más retraso acumula en la gestión municipal, acercándose ya a la década de demora con respecto a la fecha que terminó el último acuerdo entre el Ayuntamiento y la empresa que explota el servicio (Tranvía), que fue en 2015. Desde entonces, el servicio se viene prestando de manera prorrogada, a la espera de que por primera vez salga a licitación un contrato que establecerá todos los requisitos y características de cómo funcionarán estos autobuses urbanos en los próximos años.
Por medio, desde 2015 hasta la actualidad, se han producido diferentes estudios e informes sobre cómo debería ser el servicio, realizados tanto por los técnicos municipales como por instituciones externas; incluso la Universidad realizó una propuesta que incluía diversos escenarios que podrían darse para que el transporte urbano mejorara las conexiones entre las distintas zonas de la ciudad y que facilitara su uso para lograr ese objetivo de reducir el vehículo privado en la circulación.
Una línea circular
A este respecto, una de las novedades que ha avanzado el Ayuntamiento respecto al nuevo pliego es que incluirá una línea de autobús circular por el casco histórico. Una opción que en diversos momentos se ha planteado pero que hasta ahora había terminado descartándose por diferentes gobiernos municipales. Este circular permitiría, entre otras mejoras del transporte urbano, que la línea 2 no tuviera que completar esta circunvalación del casco histórico en los dos sentidos, lo que serviría para recortar el tiempo que necesita en cubrir su trayecto, mejorando por tanto la frecuencia, que es una de las demandas principales del actual servicio. Además, facilitaría las conexiones entre extramuros e intramuros, por medio del transbordo de otras líneas a esa nueva circular.
Asoma, pues, este circular por el casco histórico como una de las principales novedades que tendrá el servicio, que atendiendo a los planes que prevé el alcalde podría salir a licitación a principios del próximo año, para quedar adjudcado y comenzar su implantación en la recta final de ese año 2025. Un inicio de contrato que supondrá la incorporación de nuevos vehículos (a priori híbridos, ya que por el momento se ha descartado la opción de autobuses 100% eléctricos por la infraestructura que necesitaría la ciudad para cargar los vehículos y el alto coste de los mismos) y las modificaciones que finalmente introduzca el gobierno del PP respecto al modelo actual del autobús urbano, sobre todo teniendo en cuenta la nueva configuración de la ciudad y los cambios en la movilidad que han conseguido la apertura de esa avenida transversal que conecta la entrada desde el nuevo puente con la zona del Paseo Marítimo, el esperado semáforo que permitirá dirigirse desde esa transversal hacia la salida de la ciudad por la Avenida principal, o esos nuevos usos futuros del polígono exterior de la Zona Franca, entre otros condicionantes que deberían quedar reflejados en los autobuses urbanos del futuro.
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