La nueva avenida Transversal de Cádiz abre el camino de la peatonalización en extramuros
El Ayuntamiento ya contempla trasladar el modelo de movilidad del casco histórico a esta zona de la ciudad tras la apertura del vial
La Avenida de Portugal, Trille o Santo Tomás, algunos ejemplos de futuras actuaciones en favor del peatón
“La Transversal va a suponer un antes y un después para extramuros”. El concejal de Movilidad en el Ayuntamiento de Cádiz, Martín Vila, ratifica la importancia que tendrá para la ciudad la apertura al tráfico el pasado lunes de esa avenida que conecta el segundo puente con el Paseo Marítimo. Entre otros muchos factores que van a cambiar en relación al tráfico y a las comunicaciones, una de las claves que trae consigo el nuevo viario es que abre el camino a la peatonalización de calles y plazas en extramuros.
De alguna manera, se puede decir que la culminación de la Transversal desenreda de un plumazo los no pocos nudos que a lo largo de extramuros se reproducen en muchos barrios. Hasta tal punto, que el Ayuntamiento ya trabaja en llevar a esta zona de la ciudad el paradigma de movilidad que poco a poco vienen implantando en el casco histórico, y que hasta el momento tendrá su culminación en esta transformación de la plaza de España cuyas obras se esperan para estos próximos días. “Hasta ahora la única forma de cruzar la ciudad transversalmente de manera ágil o rápida era la Avenida de La Coruña. Es decir, que una gran parte de la zona de extramuros, desde esa Avenida de La Coruña hasta prácticamente la Plaza de Sevilla, solo podía cruzarse de un lado a otro mediante calles residenciales, aunque lleven la denominación de Avenida”, explica Vila.
Es por eso que una vez abierta al tráfico la Transversal, toda la zona de extramuros se contempla con otros ojos desde la delegación de Movilidad. “Ya tenemos un cruce directo en la ciudad, independientemente del tráfico que viene de fuera por el nuevo puente. El reto ahora es avanzar en la creación de cruces transversales para el peatón que sean seguros, cómodos y accesibles”, adelanta el concejal.
Con estas explicaciones, quiere Vila que la ciudad abra los ojos hacia esas zonas, calles concretas, plazas de barrios o tramos de determinadas avenidas donde hasta el momento es el vehículo el claro dominante. ¿Y si eso cambiara? ¿Y si se plantearan espacios amables en determinadas zonas de extramuros excesivamente cargadas de tráfico en la actualidad? Ese es el reto que se ha impuesto el Ayuntamiento nada más abrir la Transversal el pasado lunes y que ya venía rumiando, lógicamente, desde antes de ese día 3 de enero.
Conocido es ya el proyecto de reurbanizar la Avenida de Portugal, una de las vías que encarna a la perfección ese modelo saturado de tráfico que puede convertirse en un espacio más amable para el peatón ahora que los vehículos pueden optar por la Transversal como alternativa para cruzar de un lado a otro de la ciudad. El Ayuntamiento está buscando la financiación para convertir la actual Avenida de Portugal (con un carril de circulación, aparcamiento a ambos lados de la calzada y aceras excesivamente estrechas) en una calle de plataforma única (es decir, sin aceras) donde el peatón gane espacio e incluso prevalencia sobre el coche, que tendrá que circular a una velocidad reducida. Una de las puertas a las que se han llamado para obtener el dinero necesario para reurbanizar esta vía es la de los Fondos Next Generation, pendientes aún de que empiecen a llegar de manera efectiva de Europa y a tener esa utilidad tan urgente que se anunció de hacer frente a la pandemia.
Además de la Avenida de Portugal, desde el Ayuntamiento se lanzan otros dos puntos de extramuros que son claros candidatos al avance de la peatonalización que se pretende. El primero de ellos es la calle Trille, otra vía que conecta la Avenida de la Sanidad Pública con la Avenida principal y que, también al igual que la de Portugal, soporta numeroso tráfico que puede reducirse ahora con la Transversal. En este caso, el Ayuntamiento plantea calmar el tráfico en el tramo de calle donde está el colegio Rebaño de María; de hecho, Martín Vila afirma que esta operación es una reclamación que desde el centro educativo se ha trasladado en numerosas ocasiones y que el Ayuntamiento ya estaría estudiando con detalle ya que los inconvenientes que para el tráfico suponía una posible peatonalización han desaparecido con la nueva Transversal.
El segundo punto es la Plaza de Santo Tomás, convertida en la actualidad en un verdadero galimatías de tráfico que hace prácticamente imposible, o excesivamente tedioso, cruzar de un lado a otro de la plaza. Muy al contrario de esa situación actual, se trata de una plaza con una alta densidad de población, con un centro educativo también y con numerosos comercios, por lo que se entiende que una acción urbanística que reduzca o elimine el tráfico podría suponer todo un revulsivo para esta zona, que pasaría a contar con una plaza por la que transitar cómodamente y un más fácil acceso a la amplia variedad comercial que atesoran.
A estos tres ejemplos se suma también el de la zona de la Curva, que ya ha protagonizado alguna jornada sin tráfico ni aparcamientos durante la Semana de la Movilidad que el Ayuntamiento aprovechaba para visibilizar sus planes de futuro y convencer a la ciudadanía de las bondades de esta política de reducir la presencia del vehículo para fomentar la saludable vida del peatón.
En esta línea trabaja el Ayuntamiento para diseñar ese mapa de la movilidad que quiere implantar a partir de ahora, a raíz de la apertura de la Transversal, en todo extramuros. Una especie de hoja de ruta a seguir para ir eliminando aceras, reduciendo la densidad del tráfico y peatonalizando calles. Porque, como defiende Martín Vila, “el espacio público de calidad no puede ser solo un patrón para las zonas turísticas, patrimoniales o históricas”.
Martín Vila: “Nos merecemos el beneficio de la duda”
Martín Vila es un político que no se arruga ante las críticas y que mantiene firme su ideario pese a las polémicas que origine. Lo hace por estar convencido de los planes que ha ido desarrollando como concejal de Urbanismo y de Movilidad. Y ahora, tras más de seis años de bagaje en el equipo de gobierno de José María González, Vila reclama confianza ante esa puerta que extramuros está a punto de abrir a la peatonalización. “El carril bici ha demostrado que la ciudad no se ha perjudicado, sino que el número de visitantes ha aumentado; el Paseo Marítimo es a día de hoy más transitable y saludable para todos; y el Campo del Sur tampoco ha perdido su contemplación a causa del carril bici, sino más bien todo lo contrario”, afirma; y por eso, reclama “el beneficio de la duda” ante los nuevos planes en los que ya trabaja su Concejalía, convencido de que “cualquier vecino en cualquier lugar tiene derecho a transitar de forma segura, a reducir el ruido de su alrededor y a que su calidad ambiental también mejore”. Y ese es su objetivo para el futuro de extramuros.
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