El Ayuntamiento de Cádiz achaca a "un fallo de coordinación” la retirada del cuerpo de un gato sin cumplir con el protocolo

Cádiz/La recogida de la vía pública del cuerpo de un gato muerto por parte de un empleado de Parques y Jardines por orden de la Policía Local sin que se activase el protocolo imprescindible y obligatorio en estos casos se produjo por “un fallo de coordinación en este protocolo”, han respondido hoy desde el Ayuntamiento de Cádiz a este periódico.

Tal y como publicó este medio, una componente de la plataforma de protección y defensa de los derechos de los animales ‘Sin miedo’ ha interpuesto una denuncia ante la Policía Nacional contra el Ayuntamiento de Cádiz por un supuesto delito contra la salud pública por no disponer de un servicio de recogida de animales, ni vivos ni muertos.

Los hechos que desembocaron en esta denuncia sucedieron el pasado 19 de marzo en la Alameda Clara Campoamor cuando una activista animalista y otra mujer encontraron el cuerpo de un gato muerto en la calzada a primera hora de la mañana.

Según consta en la denuncia, una de ellas llamó a la Policía Local, desde donde le respondieron que ya iría a retirarlo un empleado de la recogida de basura. Al poco tiempo se personó en el lugar un trabajador de Parques y Jardines dispuesto a recoger el animal muerto, a lo que la animalista se negó.

Posteriormente acudió la Policía Local y ordenó al empleado de Parques y Jardines que lo retirara, cosa que hizo depositando el cuerpo en su carrito. Sin comprobarse si disponía de chip de identificación, sin certificar su muerte por personal cualificado y sin trasladarlo en un vehículo homologado para su correcto tratamiento de manera que se garantice que no se va a generar ningún problema de salud pública, denunció la componente de la Plataforma ‘Sin Miedo’.

En respuesta a esta actuación, desde el Ayuntamiento de Cádiz recuerdan que “en el mes de diciembre se produjo el rescate del contrato mancomunado para la retirada de animales de la vía pública”.

“Este es un problema que ha afectado a las ciudades de San Fernando, Chiclana, Puerto Real y Cádiz. Debido a esta circunstancia sobrevenida, el Ayuntamiento de Cádiz ha actuado en dos direcciones. Una es el inicio de la licitación de un nuevo contrato para este servicio en la ciudad de Cádiz y que se encuentra ahora mismo en proceso”, añaden.

“La segunda ha sido la activación de un protocolo de actuación en base a un contrato menor con la nueva empresa, Adopte su Mascota, que ha acogido a los animales que estaban en el centro anterior”, explican las mismas fuentes. “Una vez que aparece un animal muerto en la vía pública, se activa ese protocolo conjunto entre las delegaciones de Salud, Medio Ambiente y Policía Local para que la empresa recoja el animal cumpliendo con la normativa legal”, aseguran.

“En el caso del gato de esta pasada semana, se produjo un fallo de coordinación en este protocolo y, por lo tanto, este mismo lunes se ha producido una reunión para repasar el mismo para que no se vuelva a repetir una circunstancia como la del pasado viernes”, concluyen.

Se da la circunstancia de que Adopte su Mascota tiene sede en Alhaurín de la Torre (Málaga), a una distancia de 228 kilómetros de Cádiz y con itinerarios en coche de una duración de entre 2 horas y 40 minutos y 3 horas y 16 minutos. Las mismas fuentes municipales no han podido precisar a este periódico si disponen de personal en la ciudad, en la Bahía o en la provincia de Cádiz.

Desde la Plataforma ‘Sin Miedo’ explican que con esta denuncia dejan claro que “las personas que tengan la mala suerte de toparse con un animal fallecido en vía pública no deben enterrar el cadáver. Estamos obligados a avisar a la Policía Local y para que esta tramite conjuntamente con la empresa adjudicataria de la recogida y retirada de estos animales la gestión, según normativa, de dicho cadáver. La Ley es clara al respecto: la responsabilidad de los animales domésticos en vía pública es del Ayuntamiento”.

Conviene recordar que la existencia de este servicio y el cumplimiento estricto de este protocolo no solo son obligatorios legalmente sino que resultan esenciales desde el punto de vista de la salud pública en la prevención de posibles zoonosis, es decir, enfermedades infecciosas que pasan de un animal a los humanos.