"Ningún ayuntamiento hace nada por nosotros"

A sus 56 años, y después de 33 viviendo en la calle, Manuel no cree en ayuntamientos ni en alcaldes, no espera más mantas que las que le llevan los de siempre, particulares que se acercan hasta la plaza de las Tortugas para entregarles, a él y a sus cinco compañeros, algo de protección en las noches invernales. Ayer, cuando le preguntamos por el material de la Campaña de Invierno municipal, contestó con una media sonrisa. "Aquí nunca han traído nada. No se ocupan de nosotros, es como si fuéramos invisibles", dice antes de atizar con fuerza a unos y otros. "Ni Teófila nos ayudó ni el Kichi nos está ayudando", aseguró mientras le daba una calada a un cigarrillo negro que sostenía con unas manos ajadas por los años a la intemperie.

Manuel nació hace 56 años en la gaditana calle Sagasta pero emigró y no volvió a su ciudad natal hasta hace unos años. Lleva 33 viviendo en la calle, "desde que mi mujer murió", nos cuenta. Tiene dos hijas en Suiza, bien situadas, pero no quiere que sepan de su situación. "¿Para qué?, ellas tienen su vida y yo tengo la mía. No quiero que sepan como vivo. A mí me basta con saber que ellas están bien".

Manuel lleva tres años en su banco de la plaza de las Tortugas y afirma que no pisa más un albergue. "En los albergues hay mucho sinvergüenza, mucho ratero que te quita hasta los calzoncillos. Aquí estoy más tranquilo. Se aprende mucho viviendo en la calle", dice.

"Las mantas que tenemos son las que nos traen particulares o asociaciones como Calor en la Noche o Cruz Roja. No esperamos tampoco nada del Ayuntamiento. Son todos iguales. Hay un montón de casas vacías en Cádiz, ahí mismo, junto a la plaza de España, pero no nos dejan ninguna para que las arreglemos nosotros mismos y podamos tener un techo, una casa en la que estar tranquilos y sin tener que pasar los inviernos al aire", se queja.

En la plaza de las Tortugas hay ahora mismo seis personas sin hogar. "Compartimos las cosas que la gente nos trae, mantas o comida, y vamos tirando con lo que nos dan, poco, porque en Cádiz la gente es del puño cerrado. He vivido en las calles de Sevilla, Granada, Barcelona, en Suiza, y aquí la gente es muy poco generosa, son pocos los que nos ayudan, aunque en los últimos días ha habido personas que se han acercado hasta aquí para traernos mantas".

De momento, el material prometido para la Campaña de Invierno sigue sin llegar pese al anuncio en Junta Local de que se iba a acelerar el reparto. Derechos Humanos y otras organizaciones ya han mostrado un malestar que se convierte en desesperanza en los sin techo.