Toda la azulejería holandesa de gran valor histórico perdida en Cádiz

Patrimonio

En Cádiz se han perdido numerosas obras de gran valor histórico en conventos y monumentos

Han desaparecido del Hospital de San Juan de Dios, donde existía una gran muestra de esta azulejería

Los singulares azulejos modernistas de José del Toro que se conservarán 'in situ'

Muestra de azulejos holandeses en el Monasterio de Santa María
Muestra de azulejos holandeses en el Monasterio de Santa María

Tras el logro de que una obra de reforma en una finca de José del Toro, 14 de Cádiz conserve finalmente 'in situ' la azulejería gaditana de estilo modernista que adorna su casapuerta desde hace casi un siglo, gracias a la denuncia social de las distintas asociaciones de defensa del patrimonio gaditano que han puesto en el foco su valor, conviene recordar la importancia de proteger este patrimonio tras los atentados que se han cometido con este tipo de elementos a lo largo de la historia.

Alfredo García Portillo, miembro de la Asociación en defensa del patrimonio gaditano Cádiz Ilustrada y la Asociación Niculoso Pisano, dedicada a la divulgación, catalogación, estudio, difusión y conservación del patrimonio cerámico a nivel andaluz, afirma que "la azulejería está inexorablemente liada a la arquitectura, por lo que las modas imperantes de la época juegan un papel importante en su desaparición". Motivo por el que en tantas ocasiones no se considera el valor cultural, histórico o artístico que "son considerados sin interés por decisiones personales". En el caso de la azulejería inspirada en motivos cervantinos con pasajes de 'El Quijote' de este portal, ni siquiera venía recogido su relevancia histórica en el PGOU gaditano, por lo que sería prioritario incrementar las medidas de protección de este tipo de ornamentación con su inclusión en los catálogos patrimoniales de Cádiz.

Los azulejos holandeses perdidos

Alfredo García Portillo subraya las numerosas muestras de azulejos perdidos en Cádiz, como los holandeses de los siglos XVII y XVIII, que venián a confirmar las relaciones comerciales mantenidas tradicionalmente con los Países Bajos. Recuerda las muestras perdidas del claustro de la iglesia de San Francisco, "de lo que ya se lamentaba el francés De Laigue ya en el siglo XIX en un artículo de La Revue de l'art Antique et ancienne". También rememora los azulejos también holandeses del antiguo hospital de San Juan de Dios, "que en palabras del especialista Santos Simoes era el más completo que jamás había visto", o el de la iglesia de San Agustín, que provenían en parte del monasterio de la Candelaria y supuso la pérdida para la ciudad de los inmensos paneles de Jan Van Oort, y que hoy lucen en el hospital de la Caridad de Sevilla, pues parece que los rescató el pintor Virgili Mattoni. También se perdió el zócalo de Hernando de Valladares situado en la iglesia de la Merced, o las ya más modernas piezas de Pérez de Tudela del Balneario Victoria, apunta.

Estos azulejos holandeses que se realizaban en la ciudad de Delft, de ahí el nombre, se inspiraban en estampas y grabados y se hicieron populares por la calidad del esmalte cerámico y el refinamiento de sus decoraciones pintadas. 

La historia de los azulejos cervantinos

Las piezas cervantinas del portal de José del Toro, 14 fueron realizadas con la técnica de cuerda seca, con cenefas de arte modernista repartidas en varios lugares del portal, dice Alfredo García Portillo.

La obra "fue muy probablemente encargada a José Barrasa, doctor en derecho y en historia y secretario de la Academia Hispanoamericana, tras la muerte de su padre, un diputado gaditano y almirante que falleció en 1925".

Portillo investigó hace poco la autoría de la obra junto a su amigo y compañero de la asociación Pisano Alfonso Pleguezuelo Hernández, que es Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, quien identificó la fábrica y otros datos en el trabajo de Domingo Ramos Corpas sobre la cerámica de Andújar. "Así que podemos concluir que esta azulejería se hizo en el taller Iliturgi S.A., de la ciudad de Andújar, fundado en 1919 por un industrial levantino llamado Antonio Mezquita Mezquita". Para estos trabajos contrató como pintor a Manuel Gutiérrez Orgambide, un ceramista formado en Sevilla, añade. "La afición del fundador de la empresa por el Quijote quedó reflejada incluso en las felicitaciones navideñas que enviaba a sus clientes", comenta como detalla en el escrito que ha elaborado para evitar la retirada de estas piezas ornamentales.

Como particularidad, refleja que "no son cuadrados, estando insertos en un conjunto color marfil con piezas en vertical y en horizontal", lo cual dificultaría mucho su retirada en caso de intentar conservarlos en otro lugar. Aparte de que se requiere especialización para afrontar estos trabajos.

También destaca que al estar siempre abierto el portal, "han pasado a ser parte del paisaje urbano", atrayendo la atención de no pocas personas que entran a fotografiarlos o admirarlos.

stats