El Baluarte de la Candelaria de Cádiz muestra su mejor cara para el verano

El alcalde y la edil de Cultura y Patrimonio visitan las obras de adecentamiento de la fortificación que estarán "prácticamente listas la semana que viene" cuando dé comienzo la 39º Feria del Libro

Los trabajos, con un presupuesto de 40.000 euros, ocupan el patio central, casamatas, cuartos de baño, camerinos y sala de columnas

Las imágenes de las obras en el Baluarte de Candelaria de Cádiz

Unos obreros trabajando en el adecentamiento del Baluarte de la Candelaria.
Unos obreros trabajando en el adecentamiento del Baluarte de la Candelaria. / Julio González

Cádiz/Hace unas semanas, decía la teniente de alcalde de Cultura y Patrimonio, Maite González, que el estado del Baluarte de la Candelaria, a las puertas del verano, cuando este espacio cobra de verdad vida, "clamaba al cielo". Una dejadez por "falta de mantenimiento" que se denotaba en los descochones de las paredes, en la negritud que colonizaba la estructura que da unidad al patio, en las humedades que se filtraban en la sala de columnas y, sobre todo, en las casamatas, tan expuestas al mar. Por ello, la edil anunciaba entonces unas obras de adecentamiento que este martes 18 de junio ha querido visitar, junto al alcalde de Cádiz, Bruno García.

Unos trabajos que han supuesto "unos 40.000 euros de inversión", que han ocupado tanto el patio central, casamatas, cuartos de baño, camerinos y sala de columnas y que "prácticamente", ha asegurado, estarán concluidos la próxima semana, "a falta de algunos remates que quedarán para después", en vísperas de la inauguración de la 39º Feria del Libro de Cádiz, que también pone de largo al conjunto de actividades culturales planeadas para este verano 2024 en el espacio situado frente a la iglesia del Carmen.

"Este espacio necesita de un mantenimiento continuo, más que nada, por el sitio donde está, muy cerca del agua y muy expuesto a las humedades. Pero nos hemos puesto en marcha con estas obras donde se han intervenido en zonas del edificio en las que jamás se habían limpiado", ha aseverado González durante una visita en la que también el primer edil ha hecho notar el antes y el después del estado de este Bien de Interés Cultural.

Concretamente, la limpieza que se ha realizado se ha llevado a cabo en el muro central de mármol -la estructura que da unidad al conjunto que en su origen eran distintos cuerpos de edificaciones militares de diversas épocas-, la pérgola del patio, los suelos y las casamatas; el arreglo de los techos; la eliminación de las humedades con un tratamiento especial y de los grafitis; la colocación y adecentamiento del suelo de las casamatas con un tratamiento especial que se va a aplicar esta tarde del martes, cambio de puertas y cristales en las casamatas; arreglo de puertas, la mejora de losas del patio y la restauración de la verja de exterior, que todavía no se ha abordado.

"Es una intervención de mantenimiento que entra dentro de un plan de intervenciones que se van a ir realizando por parte del Ayuntamiento de Cádiz como está ocurriendo también con Entrecatedrales y de otros espacios municipales de los que daremos cuenta en las próximas semanas", ha contextualizado González que ha explicado que dentro de los presupuestos municipales "está previsto el mantenimiento de los espacios". Con todo, ha precisado, "en este espacio, con un valor patrimonial tan grande, les recuerdo que es un proyecto de los reconocidos arquitectos Cruz y Ortiz, había que actuar ya".

Para Bruno García, el Baluarte de la Candelaria también es un espacio "importante y muy arraigado en la ciudad" que, además, ofrece "muchas posibilidades". "Lo tenemos que utilizar mejor, darle un poquito de mantenimiento e ir ampliando recursos con todavía más inversión y haciendo más actividades. La idea es invertir y seguir avanzando en el Baluarte de la Candelaria porque es un sitio muy querido, dirigido a muchos perfiles diferentes y muy necesario en una ciudad donde apenas hay espacio", ha argumentado poco antes de, finalmente, lanzarse a anunciar su intención de recuperar las dos zonas abandonadas durante décadas de esta fortificación, su paseo superior y el bar que antes ocupaba La Canela.

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