El barrio que sólo cuidan sus vecinos
Los pisos de la trasera del Hospital, con 80 años encima, apenas han contado con inversiones públicas a pesar de las deficiencias en todos los bloques
Cádiz/"Aquí todo lo que usted ve lo hemos hecho nosotros. Si el barrio está de pie es por los vecinos y no por los ayuntamientos que hemos tenido". Lo dice Andrés Álvarez López, inquilino casi toda su vida de las viviendas ubicadas en la trasera del Hospital y que conforman los patios de la Tacita de Plata. Procasa afronta ahora el inicio de un plan de mejora en unos edificios que fueron entregados hace ya 80 años, convirtiéndose así en los más antiguos del parque municipal. Un proyecto que supone romper una tendencia al abandono que los vecinos de esta promoción, 120 familias, han sufrido desde el mismo momento en el que el general Queipo de Llano presidió la entrega de llaves de las nuevas casas, un 3 de abril de 1938, en plena Guerra Civil.
Paseo con Andrés Álvarez, presidente de la Asociación de Vecinos durante 37 años, por los patios de esta barriada, que en su día fue recibió el premio Celestino Mutis al espacio público más cuidado de la ciudad. Y es cierto. Allí está la Tacita de Plata, montada por jóvenes del barrio hace años, o el escenario que fue sede del concurso de Cantes por Alegría, o el porche. Hasta la propia sede de la entidad vecinal. "Nadie de fuera ha hecho nada por nosotros. Todo lo realizado es por nuestro esfuerzo y lo llevamos a gala. Todo lo hemos construido nosotros. Incluso arreglar el suelo de los patios y los jardines. Y también arreglamos los accesos a los edificios que nuestros propios fondos, que logramos tras organizar una lotería, como si fuéramos colegiales".
Obras realizadas sin contar, en estos 80 años, con el apoyo del Ayuntamiento "aunque es el dueño de todos los edificios y como tal debería de atender a su mantenimiento". Por el contrario, cada vez que se encala sale del dinero de los vecinos, la gran mayoría jubilados, antiguos trabajadores del propio Ayuntamiento, del muelle, de Astilleros o de Construcciones Aeronáuticas. Y cuando, demasiado a menudo, aparecen humedades también sale del bolsillo de los inquilinos el dinero para su eliminación. Pero las pensiones y los bajos sueldos de quienes aún trabajan dan para lo que dan y quedan por el camino muchos trabajos pendientes, como el arreglo de los espacios comunes, con escaleras que no se han renovado en décadas, por ejemplo.
En 1991, cuando gobernaba el PSOE de Carlos Díaz, se dieron los primeros pasos en San Juan de Dios para actuar en el barrio. La primera vez desde 1938. En aquel momento el gobierno local declaró como "urgente" la rehabilitación de todos estos edificios. El coste de la obra se elevaba a 76 millones de pesetas de la época... de las que 30 millones las ponían los propios vecinos. "La cosa es que no teníamos por qué financiar estos trabajos; no era nuestra obligación. No teníamos ese dinero y muchos vecinos tuvieron que pedir ayuda. Aún hoy hay familias que siguen pagando el préstamo que solicitaron", destaca Andrés Álvarez.
La obra incluía, entre otras cuestiones, el arreglo integral de todas las fachadas. Construidas con materiales muy baratos (todo el subsuelo está lleno de escombros, advierte Álvarez) el frío entra fuerte en invierno y el calor no sale en verano.
Sin embargo, después de pagar resulta que sólo se actuó sobre la azotea. Se resanaron las fisuras y se forró con malla desde el dintel de las ventanas superiores hasta el pretil de la cubierta. Se dejó tal y como estaba el resto de las fachadas. "Aún nos estamos preguntando dónde fue a parar el dinero que pusimos hace 25 años".
Ante el trabajo mal realizado, la entidad entonces presidida por Andrés Álvarez, cuya edad no ha mermado una memoria prodigiosa en todo lo relacionado a su barrio, encargó un estudio al Colegio de Arquitectos, que elaboró un documento elocuente de todo lo que quedaba por hacer en los edificios. Un listado demasiado extenso como referirse al mismo. El gobierno municipal, ya en manos del PP, despreció este informe, según Álvarez. "Nos dijeron que no valía nada. ¿Cómo no iba a valer un documento elaborado por el Colegio de Arquitectos?".
Veinte años han tenido que pasar para que el Ayuntamiento vuelva a acordarse de ellos. En este caso la coalición Podemos-Ganemos, que ya avanza un plan para el arreglo de todas las fachadas. Un plan costoso que se tendrá que elaborar mediante fases, iniciándose en los bloques 3 y 4. El temor de los vecinos es que ante la falta de recursos, el desarrollo de toda esta operación se dilate demasiado en el tiempo, mientras que los problemas en sus viviendas persisten.
"Si el barrio está de pie es gracias a los inquilinos", afirma el antiguo dirigente vecinal. Un barrio que ve cómo el dinero público del Ayuntamiento y de la Junta ha rehabilitado barrios en su integridad tanto en Puerta Tierra como en el casco antiguo, con decenas de millones de euros, sin que a ellos le haya llegado nada.
Atrás quedó también el proyecto planteado en el Plan de Ordenación Urbana de derribar una parte del barrio para construir edificios de nueva planta. Era un proyecto aceptable salvo una cuestión: "Mientras construían las nuevas viviendas no decían desde el Ayuntamiento que nosotros nos teníamos que buscar una casa provisional, como si fuera tan sencillo".
Pendiente de que el nuevo gobierno de Podemos-Ganar Cádiz cumpla sus compromisos, Andrés Álvarez deja un último lamento: "La obligación de pagar el IBI, impuesta por el PP. Algo que corresponde a la propiedad y una nueva carga que nos imponen".
Terrenos comprados por la ciudad a cinco pesetas el metro
El Ayuntamiento de Ramón de Carranza compró los terrenos donde se ubicaron las viviendas de la posteriormente denominada barriada de Queipo de Llano (todavía aguanta unos azulejos conmemorativos) en 1927. Invirtió cerca de 90.000 pesetas, a unas cinco pesetas el metro cuadrado, en la adquisición del suelo, propiedad del Duque de Medinaceli y de los hermanos Sacaluga.
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