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Éxtasis en San Juan de Dios ante la confirmación de que José María González releva a Teófila Martínez en la Alcaldía Unas dos mil personas celebran que la izquierda vuelve a gobernar

José María González ofrece el bastón de mando de la ciudad a las miles de personas que lo esperaban en la plaza de San Juan de Dios.
P.m. Espinosa/B. Estévez Cádiz

14 de junio 2015 - 01:00

Cuando el alcalde ofreció el bastón de mando a su pueblo el tiempo se detuvo. Más que un gesto fue una promesa. Al decir "esto es vuestro" tal vez estaba diciendo el poder es vuestro y yo sólo soy un instrumento, un siervo del deber. Fue seguramente un aquí estoy porque habéis querido y acepto el reto, el mayor al que puede enfrentarse quien se considera uno más, el de no defraudar a miles de personas capaces de ilusionarse ante un nuevo proyecto, ante nuevas formas, otros rostros, nuevas políticas, otras prioridades. Porque cuando José María González, Kichi, salió al balcón del Ayuntamiento, el estallido hizo vibrar los cristales.

Antes, durante un par de horas, la impaciencia por verle apenas si pudo disimularse con eslóganes tradicionales de la lucha obrera y hasta tanguillos de Cádiz acompasados por palmas en la mismísima puerta de la casa del pueblo. La espera se hizo larga. ¿Todavía está hablando?, preguntaba una mujer mientras Kichi pronunciaba su discurso en el Salón de Plenos. A lo que siguió esa típica respuesta certera que a veces tienen los filósofos callejeros. "Llevamos esperándolo veinte años, ¿qué más da esperarlo unos minutos más?".

Porque San Juan de Dios vivió ayer un momento histórico y propio de la democracia en que vivimos. Un cambio normal dictado por las urnas y los pactos electorales disfrazado de extraordinario tras dos décadas de gobierno popular.

Y para celebrar esa fiesta del pueblo en la que se lanzaron cánticos irónicos con soniquete carnavalesco ("qué bonito está mi Cádiz, qué bonita mi ciudad, que rebosa de alegría cuando la Teo se va") se acercaron hasta el lugar gentes de todas las edades y condición. Algunas lo hacían con la esperanza de que el nuevo alcalde les arregle un problema grave de vivienda, como varias mujeres que apostadas desde primera hora frente a la puerta principal del Ayuntamiento exhibían una gran pancarta pidiendo que se paren los desahucios. El nuevo alcalde ya estuvo hace dos semanas formando parte de una cadena humana que impidió el desalojo de una familia en la calle Benjumeda. Ayer, con lágrimas imposibles de controlar, Isabel, una de ellas, decía que tiene la esperanza de que Kichi "nos haga más caso del que nos ha hecho Teófila".

Entre la dos mil personas presentes ayer en San Juan de Dios, se encontraba Jesús Bienvenido, autor de la comparsa con la que el nuevo alcalde de Cádiz le ha cantado a su pueblo en los últimos años. Junto a su mujer y sus dos hijos, el comparsista no quiso perderse un día histórico, ese en el que uno de sus amigos, de los defensores de sus letras, tomaba el bastón de mando de la ciudad para intentar poner en práctica esas ideas que tantas veces ha defendido cantando. Jesús reconocía que sentía "una gran alegría" por ver que Kichi "ha logrado lo que perseguía". "Me consta que llega con muchas ganas e ilusión por mejorar esta ciudad, por ayudar a todos sus ciudadanos. Creo que es un día histórico para Cádiz", decía.

Antonio Martínez Ares tampoco quiso perderse un momento histórico. Desde muy temprano pudo vérsele en la plaza de San Juan de Dios departiendo con políticos, compañeros y ciudadanos en general. Al preguntarle qué suponía para él ver a José María González, con quien mantuvo duelos comparsistas en los años en que Kichi salía con Tino Tovar y él aún componía, indicó que "nos ha devuelto la ilusión. Nos está haciendo despertar. Para volver a encontrar el norte hay que empezar en el sur, en Cádiz. Ha sido muy emocionante todo. Todavía tengo los vellos de punta jurado", bromeaba, para continuar manifestándole todo su apoyo. "Por fin tenemos un alcalde de Cádiz. Tiene todo mi apoyo y entusiasmo".

Eso mismo resaltó un gaditano que, a través de su mp3, seguía la ceremonia. "¡Ya tenemos alcalde!", lanzó levantando los brazos José Antonio Gallo, de 62 años. "Llevo 20 años esperando que el PP se vaya de Cádiz porque lo ha destruido todo. Empresas, el puerto... Creo en Kichi y hay que darle una oportunidad... Es de Cádiz y siente Cádiz". A su lado escuchaba su amigo Manuel Lubián, que quiso opinar: "Si es un mal alcalde, dentro de cuatro años volvemos a votar y a por otro". Y una tercera persona, Eduardo Vázquez, se incorporó a la conversación: "Él ha dicho que más de ocho años no va a estar, y no debería estar ninguno. Lo de ocupar un sillón 20 años es una barbaridad".

En la bulliciosa y animada plaza también se encontraba el reconocido flamencólogo y musicólogo Faustino Núñez. Había venido expresamente de Conil para vivir en primera persona el cambio de Gobierno municipal. "Llevo 20 años viniendo a Cádiz y ya tocaba un cambio. Lo que venga no puede ser peor", transmitió convencido.

Y convencido está el comparsista Ramón de Castro, Ramoni, de que su "colega" va a luchar por Cádiz. "Es un tío de Cádiz. Le duele Cádiz. Lo sé porque lo conozco de toda la vida. Es un tío enrollao, un tío de puta madre que, aunque lo va a tener complicado, va a pelear por esta ciudad. De eso estoy seguro porque lo conozco bien".

Tampoco lo duda el médico y número 3 de la lista de Ganar Cádiz Antonio Vergara. Es por ello que espera haya "entendimiento" entre las fuerzas políticas y y se eviten "personalismos". "Estoy viviendo esto con una emoción enorme y un espíritu positivo. Pero ahora toca hacer política sociales, que es de lo que se trata".

Por su parte, la que fuera alcaldable socialista en 2011, Marta Meléndez, que entregó en la noche del viernes su acta como concejal, salió del Ayuntamiento aún emocionada. Hace cuatro años tuvo que ver como una nueva mayoría absoluta del PP la dejaba en la oposición y provocaba luchas internas en su partido que acabaron por apartarla de la portavocía del grupo municipal socialista. Ayer, sin embargo, estaba radiante por ver ese cambio que tanto anhelaba. "La gente reclamaba un cambio y creo que el PSOE no podía hacer otra cosa diferente a la que ha hecho. El pueblo ha hablado. Llevamos 20 años pidiéndolo y al fin hay un alcalde de izquierdas en Cádiz". También manifestó que su partido ha luchado durante todo este tiempo con las mejores armas a su alcance "para que ese cambio se produjera antes, pero no ha podido ser hasta ahora, hasta hoy, que pienso que es un día histórico para la ciudad".

La fiesta se empañó por unos minutos cuando Teófila y su equipo abandonaron el Ayuntamiento, y arreciaron los silbidos, abucheos e incluso insultos. Allí se encontraba José Blas Fernández, que comentaba sus impresiones mientras avanzaba por la calle Pelota junto a Teófila Martínez "Yo soy un demócrata y esto entra dentro de la normalidad democrática. Hay cambios en las corporaciones y en los gobiernos y hay que aceptarlo con tranquilidad". Lo que sí que había molestado bastante al que fuera primer teniente de alcaldesa es "que algunos lleguen al insulto. Eso es de malas personas. Porque este camino que hoy se inicia puede ser muy corto y puede que en el plazo de algún tiempo nos demos cuenta de quien es cada uno".

Pero ante todo ayer prevaleció el juego limpio de la democracia y las ganas de celebrar un cambio que muchos gaditanos, como Carmen, Inma y Loli, llevaban tiempo esperando: "Hoy empieza a cambiar el rumbo de esta ciudad. Hoy es un día esperanzador y vuelve a haber ilusión en la calle. A nosotras, desde luego, nos la ha devuelto".

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