La batalla por la gestión de las terminales de cruceros de Cádiz sigue en pie
Una sentencia del TSJA obliga a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz a convocar de nuevo el concurso para la gestión y explotación de las dos terminales de pasajeros del puerto gaditano
La empresa Cruceros Málaga sigue en su lucha por quedarse con el botín que le quitó de las manos a Cádiz Cruise Terminal
Estos son los cruceros con los que el puerto de Cádiz despedirá el año
Cádiz/El Boletín Oficial del Estado (BOE) de este viernes, 13 de diciembre, publica un anuncio de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz por el que se informa que se somete a información pública el ofrecimiento de la empresa Cruceros Málaga, S.A para hacerse cargo de la gestión y explotación de las dos terminales de cruceros del puerto de Cádiz.
En el BOE se indica que esta solicitud incluiría la ocupación de varias superficies ubicadas dentro de la estación marítima del M;uelle Alfonso XIII con destino a prestar los servicios propios de terminal de cruceros.
El funcionamiento habitual de este tipo de solicitudes lleva a la Autoridad Portuaria a convocar, de nuevo, un concurso para la adjudicación de estas dos infraestructuras portuarias dedicadas a la recepción y gestión de las llegadas y salidas de los pasajeros de los cruceros que llegan a Cádiz.
Así, se abre la veda para que cualquier otra empresa que quiera llevar a cabo la misma tarea pueda apostar por esta misma misión que, en teoría, si no se presentara ninguna otra firma más, quedaría en manos de la empresa Cruceros Málaga, que a día de hoy ya gestiona los movimientos de cruceros del puerto malagueño.
Realmente es una historia que lleva coleando desde hace ya años. Se podría decir que desde casi el momento en el que, tras su construcción, se adjudicó, tras un concurso, la gestión y explotación de la primera terminal de cruceros con la que contó el puerto de Cádiz después de que la Estación Marítima de toda la vida dejara de cumplir estas funciones, aún de modo precario.
En julio de 2013 la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz adjudica a Cádiz Cruise Terminal S.L. el concurso para la explotación de la terminal de cruceros del Puerto de Cádiz, así como para la construcción y explotación de una nueva en el muelle Ciudad. Tras publicar en el BOE la resolución y someterla a información pública, el Consejo de administración aprobó la concesión en octubre de 2013.
No obstante, una de las empresas concurrentes, Cruceros Málaga, presentó un recurso contra dicha adjudicación, que fue estimado parcialmente y concluyó con la sentencia por parte de la Sala de lo Contencioso Administrativo de Sevilla de retrotraer las actuaciones al momento de la adjudicación del concurso en 2013, que acata la Autoridad Portuaria.
Durante este tiempo se estuvo trabajando para dar cumplimiento a la sentencia cuyo final fue, por parte de la mesa de contratación, declarar desierto el concurso. A partir de ahí se preparó el pliego del servicio al pasaje que, una vez aprobado, sustituirá al servicio que, en ese momento, Cádiz Cruise Terminal.
Realmente todo iba viento en popa hasta que la empresa Cruceros Málaga S.A. lograra boicotear la adjudicación de la gestión y explotación de las dos terminales de cruceros del puerto de Cádiz.
El 19 de octubre de 2017, el Tribunal Superior de Justicia de la Junta de Andalucía (TSJA) emitía esa sentencia firme en la que se decía que “procede la estimación de recurso anulando el concurso que otorgó a la empresa Cádiz Cruise Terminal S.L”. Esta firma era fruto de una UTE creada al efecto por dos empresas de gran consolidación en la provincia de Cádiz: Cadiship y Pérez y Cía.
Una "patata caliente"
El mismísimo ex presidente socialista de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, José Luis Blanco, confesaba a este periódico hace ya años que todo esto era una “patata caliente” que le dejaba a la regidora del puerto, Teófila Mártinez, que pasó a convertirse en su sucesora en febrero de 2019.
Esta sentencia del TSJA obligaba a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC) a volver a la casilla de salida, es decir, que obligaba a restablecer la situación anterior a la convocatoria del concurso convocado para la gestión y explotación tanto de la terminal de cruceros principal, ubicada junto a la Estación Marítima de toda la vida, y la terminal satélite, de menores dimensiones y ubicada en el Muelle Ciudad.
A partir de la aplicación de esta sentencia la propia Autoridad Portuaria se tuvo que encargar de sus propias terminales e cruceristas que dan servicio a los centenares de cruceros y a los miles de cruceristas que llegan a Cádiz cada año. De hecho, desde la propia APBC indicaron en su momento que el propio ente público de Puertos del Estado animó y recomendó a Teófila Martínez que ejerciera ella misma de terminalista.
Al parecer constan varios recursos judiciales que finalmente fueron echados para atrás pero éste sí encontró un enganche legal que finalmente le valió a Cruceros Málaga para anular el concurso y dejar huérfana las dos terminales de cruceristas.
En la citada sentencia del TSJA, el tribunal dio la razón al recurrente, Cruceros Málaga, en cuanto a que acusaba a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz de dejar la adjudicación en manos de una UTE "sin solvencia económica suficiente y sin experiencia" en el sector de las terminales de cruceristas, algo que, sin duda, era cierto en aquel primero momento, pero que tampoco era realmente una imposición escrita en el pliego de condiciones que fundamentó todo el proceso de la adjudicación.
¿Sin solvencia económica ni experiencia?
De todas formas es de justicia recordar que la UTE que ganó en su momento era resultado de la unión de Cadiship, una firma propiedad del empresario de reconocido prestigio Emilio Medina, que había facturado en 2017 cinco millones de euros y que contaba en aquel momento con más de 13 personas en plantilla, cifras que han ido en aumento a pesar de las crisis. Por su parte, la experiencia en el la gestión de terminales de cruceros es más que reconocida por la parte que le toca a la empresa Pérez y Cía, la otra integrante de la UTE.
Por contra, cierto es que en la fecha en la que la APBC adjudica la gestión de las terminal, Cádiz Cruises, firma recién nacida, contaba con poco dinero y experiencia, lo que le valió a Cruceros Málaga como fundamento para boicotear todo el proceso.
Finalmente, entre los distintos escenarios que se plantearon en ese momento de la sentencia se optó por que fuera la propia APBC la que se hiciera cargo de recibir a los cruceristas que lleguen a la ciudad y se ocupe de su check-in y su check-out y de la seguridad de su entrada y salida de los buques, además de los temas aduaneros propios de esta actividad.
La posibilidad de que la Autoridad Portuaria dejara que fuera Cádiz Cruises la que explotara las dos terminales con su material y personal hasta que no se formalizara otro concurso para una nueva licitación se desechó porque realmente resultaba relativamente contradictoria a la sentencia del TSJA.
La última opción y, sin duda, la menos deseada es que Cádiz se quedara sin terminales de cruceristas, algo inimaginable a la vista de los tráficos de cruceros que soporta un puerto como el de Cádiz.
Lo que sí va ya a misa es que Cruceros Málaga ha optado por despertar este tema una vez que vuelve a recordar que está dispuesta a quedarse con la gestión y explotación de las dos terminales de cruceristas con las que cuenta el puerto de Cádiz. Esto obligará a la APBC a convocar en breve un nuevo concurso a la que podrían acceder otras empresas del sector con solvencia más que probada en el sdegmento de los cruceros.
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