El buque de Armas que salió peor parado en el accidente del puerto de Cádiz está aún en reparación en el Muelle Comercial
El ferri que hace habitualmente el trayecto Motril-Melilla ha tenido que ser sustituido por el Volcán de Tamadaba hasta que el Timanfaya no esté disponible
Los otros dos barcos involucrados, el el Volcán de Tinamar y el Villa de Tazacorte están ya a pleno rendimiento y cubriendo la línea entre Cádiz y Canarias
La rápida actuación de prácticos, amarradores y remolcadores evitó un desastre en el puerto de Cádiz
Vídeo: Así fue el choque de barcos en el puerto de Cádiz que estuvo a punto de convertirse en tragedia

Cádiz/Finalmente todo quedó en un susto. El viento y los temporales con intensas lluvias siguen presentes en Cadiz, al igual que en otras muchas zonas de la Península, pero ya quedó atrás el incidente marítimo en el que se vieron involucrados ni más ni menos que tres buques de la naviera Armas Trasmediterránea: el Volcán de Tinamar, el Villa de Tazacorte y el Volcán de Timanfaya.
Este último, el Timanfaya fue el que salío peor parado de los tres, ya que sufrió la embestida del Villa de Tazacorte cuando éste último quedó a la deriva después de que se le rompieran los cabos que lo unían al cantil del Muelle Marqués de Comillas del puerto gaditano.
Fueron vientos con rachas de hasta 140 km/h los que provocaron este incidente que pudo haber sido toda una tragedia marítima si no hubiera sido por la rápida y eficaz intervención tanto de la Capitanía Marítima de Cádiz como de los amarradores, remolcadores y prácticos del puerto gaditano, sin dejar de lado la actuación llevada a cabo por la tripulación de los tres barcos, que mucho tuvieron que ver en esta historia que finalmente tuvo un final feliz.
De hecho, el Volcán de Tinamar y el Villa de Tazacorte se encuentran en activo frente a las costas africanas a muy pocas millas de las Islas Canarias, a la espera de volver a Cádiz en los próximos día, ya que el incidente no alteró absolutamente en nada el buen funcionamiento de esta línea marítima con la que Armas Trasmediterránea une la Península con Canarias, tanto en lo referido al movimiento de pasaje como al de mercancías entre ambos destinos y entre las mismas islas que forman el archipiélago canario.
El que no salió tan bien parado fue el Volcán de Timanfaya, que precisamente es el único que estaba como de invitado en Cádiz, por decirlo de alguna manera, ya que se hallaba atracado en el Muelle Marqués de Comillas aún haciendo pruebas de mar y recibiendo los últimos retoques después de su paso por la factoría de reparaciones de Navantia-Cádiz, donde permaneció una semana y pico para someterse a una varada rutinaria. En la planta gaditana fue atendido a la perfección tanto por el personal propiamente dicho de Navantia como por los técniso de varias empresas auxiliares que tuvieron que participar en estos trabajos que se desarrollaron en el dique 1 de Cádiz.
En Navantia permaneció hasta el sábado, 1 de marzo. En esa fecha llevó a cabo pruebas de mar en el entorno de la bahía de Cádiz y quedó atracado en Cádiz, junto a una de las rampas, donde precisamente llevó también a cabo pruebas para ver que todo funcionaba bien después de esta varada rutinaria.
Pero este contratiempo ha alterado un poco los planes de Armas Trasmediterránea que ha tenido que prolongar el uso del barco Volcán de Tamaldaba para cubrir la línea, considera de de interés general, entre el puerto de Motril y el de Melilla. Al ser una línea o una conexión entre Península y marruecos con protección y subvención estatal al ser considerada de primera necesidad, en cuanto entró a reparar en Cádiz tuvo que ser sustituido por un buque igual o similar: el Volcán de Tamaldaba.
A día de hoy, y después de la embestida que se llevó el Volcán de Timanfaya el sábado, 8 de marzo, el ferri de Armas Trasmediterránea sufrió daños materiales considerados leves por fuentes portuarias. El Tazacorte le dio con la proa y le provocó una abolladura importante en el casco al Timanfaya sin llegar a formarse una vía de agua que sí podría haber sido algo más delicado por cuestiones obvias.
Los técnicos de una empresa auxiliar se afanan a día de hoy en reparar esos daños para que el buque de Armas se ponga de nuevo en funcionamiento y se reponga en la línea entre Motril y Melilla lo antes posible. Estos se encontraron con unos daños no demasiado copiosos pero que han requerido el corte de la chapa del buque, lo que ha dejado a la vista un agujero impresionante en el casco del ferri, donde están ahora mismo trabajando los técnicos.
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