"En el buque 'Juan Sebastián de Elcano' hay júbilo por la llegada y el cercano reencuentro en Cádiz"
Santiago de Colsa | Comandante del 'Elcano'
El buque escuela termina el próximo domingo en el muelle gaditano su undécima vuelta al mundo
Diez meses de navegación sin que apenas la dotación haya pisado tierra
"El confinamiento ha sido el mayor desafío", afirma su comandante, que repasa el sensaciones y momentos del viaje
Han pasado casi diez meses desde que la dotación del Juan Sebastián de Elcano partió de su base en La Carraca para dar nada menos que la vuelta al mundo, la undécima, con un cariz muy especial: la celebración de la gesta de la Primera Circunnavegación a la Tierra, que completó el marino al que hace honor su nombre hace 500 años. La efemérides bien lo merecía pero el viaje lo marcaría también otra circunstancia, una pandemia mundial que primero le dejó sin despedida oficial en el muelle de Cádiz y luego obligó a casi un confinamiento de su tripulación y guardiamarinas para evitar contagios a bordo.
El próximo domingo, día 13, tras realizar estos marinos actuales su propia gesta, vuelven a Cádiz, y según se prevé y adelanta su comandante, con recibimiento en el muelle. El capitán de navío Santiago de Colsa responde a las preguntas de Diario de Cádiz desde el buque, que regresa ya a casa por el Mediterráneo, y resume sentimientos, desafíos y momentos a lo largo de este especial crucero de instrucción.
–¿Qué sensaciones tiene usted y su dotación a punto de regresar a casa tras diez meses embarcados?
–A medida que nos acercamos al final de nuestro crucero de instrucción, la dotación va sintiendo, de forma serena, la íntima satisfacción por el deber cumplido. Además, también se percibe una sensación de júbilo por el cercano reencuentro con los familiares y seres queridos. Ellos son los héroes anónimos de nuestra larga navegación. La explosión de júbilo que se vivirá en el muelle de Cádiz a nuestra llegada compensa, de alguna manera, la enorme nostalgia con la que se quedaron en el muelle de la Base Naval de La Carraca cuando zarpamos el pasado 24 de agosto. Finalmente, también aparece la maravillosa sensación de tener cerca un merecido descanso después de un largo periodo de actividad muy intensa.
–Y embarcados más que nunca ¿no? Porque apenas han podido bajar a puerto por las medidas del coronavirus, ¿cómo se ha sobrellevado ese importante inconveniente?
–El mayor desafío al que hemos tenido que dar respuesta ha sido el confinamiento a bordo de los 230 hombres y mujeres que conformamos la dotación, conviviendo en un espacio reducido, en unas condiciones de habitabilidad espartanas, con escasa intimidad, y durante un largo periodo de tiempo de 10 meses. En estas demandantes circunstancias, cabe indicar que el ánimo de la dotación y de los guardiamarinas ha sido razonablemente bueno. Todos formando una unidad indivisible basada en compromisos personales absolutamente desinteresados, han estado comprometidos en finalizar con éxito este crucero de instrucción, siendo conscientes de la importancia histórica de la efeméride que estamos celebrando.
–A pesar de todo se va a completar el viaje previsto, ¿pensaba usted que se conseguiría cuando salieron de la Carraca por agosto del año pasado?
–Cuando zarpamos de la Base Naval de La Carraca existía una lógica incertidumbre sobre el desarrollo completo del crucero de instrucción. Las autoridades de la Armada fueron estudiando constantemente la evolución de la pandemia y tomando las decisiones oportunas sobre la continuidad de la vuelta al mundo y los puertos visitados, teniendo presente que la prioridad era la seguridad de la dotación. En este sentido, se marcaron objetivos parciales. El primero fue hacer acto de presencia en los eventos que Chile había organizado con motivo del 500 aniversario del descubrimiento del Estrecho de Magallanes. El segundo fue al estar en las proximidades del Canal de Panamá, en que se decidió definitivamente continuar con la vuelta al mundo.
–¿Ha tenido mucho trabajo la psicóloga que en diciembre se incorporó al equipo? ¿ha sido más difícil mantener el ánimo de la dotación?
–La comandante psicóloga ha realizado una magnífica labor a bordo. Desde el primer momento, su disponibilidad para asistir a quien pudiera necesitarlo fue total y, en ese sentido, atendió a algún miembro de la dotación normalmente por problemas ajenos a su vida a bordo. Además, organizó talleres muy prácticos y útiles para grupos reducidos encaminados a adquirir hábitos saludables de vida: talleres de relajación, talleres para dejar de fumar, etc… Y finalmente, realizó estudios teóricos de gran utilidad sobre el impacto que pueden tener las largas navegaciones sobre las personas.
Sin embargo, creo que su presencia no fue determinante para el ánimo de la dotación. Las dotaciones de los buques de la Armada están conformadas por profesionales muy cualificados con una clara vocación de servicio a España y a los españoles. En este sentido, creo que están preparados, desde todos los ámbitos, incluido el anímico, para hacer frente a situaciones demandantes. En el caso concreto de nuestro largo crucero de instrucción, la dotación ha entendido siempre que su sacrificio tenía sentido, ya que el confinamiento a bordo era una medida totalmente razonable y en consonancia con el riesgo de contagio. Por ello, lo han aceptado con normalidad y serenidad.
–Además de no bajar a puerto, ¿qué otras medidas covid se han tomado a lo largo del crucero?
–Básicamente, el objetivo era proteger la burbuja anti-covid que teníamos a bordo. Es decir, no había que interactuar con ninguna persona ajena a la dotación. Por ello, además de prohibir que bajara a tierra, no se permitía la presencia de personal ajeno a la dotación a bordo. Naturalmente, esto tuvo sus excepciones ya que en las maniobras de entrada y salida de puerto era preceptivo la presencia de prácticos a bordo. En esos momentos, adoptábamos las lógicas medidas higiénico-sanitarias relativas al distanciamiento social, uso de mascarillas, etc…
–El buque ha tocado muchos puertos claves de la primera vuelta al mundo, ¿qué momentos quedarán marcados?
–Tengo que decir que en todos los puertos hemos sido muy bien recibidos y hemos sentido un enorme afecto. En Iberoamérica, ha quedado patente, una vez más, el fuerte vínculo que supone formar parte de la misma comunidad de naciones que compartimos una lengua y con las que tenemos actualmente unas relaciones sociales muy profundas. En la propia dotación del buque, tenemos una nutrida presencia de iberoamericanos. En Guam y Las Filipinas, hemos sentido el calor de una población con la que hemos compartido varios siglos de historia, y que tienen la conciencia que esa vida en común ha dejado su huella, y que es una parte consustancial de lo que son hoy en día.
–¿Se ha cumplido ese objetivo de visibilizar la gesta pese a la situación de pandemia?
–Los cometidos que tenía asignado el buque en cuanto al apoyo a la acción exterior del Estado y la contribución a las actividades de conmemoración del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo se han podido cumplir de forma parcial ya que la pandemia del covid ha impedido llevar a cabo la gran mayoría de acciones divulgativas que suelen realizarse cuando el buque recala en un puerto. Respetando las medidas anti-covid, la dotación participó sin desembarcar en el acto conmemorativo del V Centenario del Descubrimiento del Estrecho de Magallanes que tuvo lugar en el muelle de atraque de Punta Arenas presidido por el Presidente de Chile, y en la conmemoración del V Centenario de la llegada de la expedición de Fernando de Magallanes y Juan Sebastián de Elcano a Guam, Samar y Cebú en Las Filipinas, y Tidore y Ternate en Indonesia. Asimismo, en todos los encuentros con la prensa, se hizo especial énfasis en transmitir las consecuencias que tuvo para la humanidad la Primera Vuelta al Mundo, y en afirmar la españolidad de la gesta.
–¿Y cómo ha ido la formación de los guardiamarinas?
–Durante el crucero de instrucción se ha contribuido a la formación técnica, científica, marinera, militar y humana de los guardiamarinas. Sin embargo, las medidas preventivas impuestas por la expansión de la pandemia han impedido completar su formación en los aspectos social y cultural. Además de superar el exigente curso docente, los guardiamarinas estuvieron involucrados en tres campañas científicas lideradas por la Universidad de Cádiz (UCA), el Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM) y el Explorer ’s Club de Nueva York, tomando datos y efectuando un análisis preliminar con el objetivo de estudiar las variaciones de la temperatura del agua del mar a diferentes profundidades y localizar la concentración de plásticos y de cetáceos en la mar. Peo en definitiva, volvió a quedar patente que el crucero de instrucción a bordo del Juan Sebastián de Elcano es fundamental para completar la formación de los guardiamarinas y entusiasmarles con su profesión. La plena integración en la dotación de un buque de guerra por primera vez en su carrera naval, les ofreció la posibilidad de descubrir los valores éticos y morales inherentes a la Armada.
–Supongo que, con tantos días en la mar, también habrá habido momentos duros.
–Los momentos más duros han sido los fallecimientos de familiares y seres queridos de algunos miembros de la dotación. Cuando estás navegando en mitad de la mar, este tipo de noticias te crean una sensación de impotencia por no poder estar al lado del resto de la familia, creando unos momentos que son difíciles de gestionar.
–Para usted que ya ha comandado el Elcano anteriormente, ¿ha sido muy distinto este viaje?
–Absolutamente. Si bien en la mar, nuestra actividad a bordo fue normal por lo que no notamos la diferencia con otros cruceros de instrucción; la actividad en los puertos fue muy diferente como consecuencia del confinamiento de la dotación a bordo. En otros cruceros de instrucción, cuando el Juan Sebastián de Elcano recala en un puerto, se produce una explosión de júbilo entre la comunidad española. Junto con la población local, participan activamente en jornadas de puertas abiertas, recepciones, conferencias, ceremonias de Juras de Bandera, etc…, que tienen una magnífica acogida. Nada de esto ha podido llevarse a cabo en esta ocasión, por lo que nos ha creado una cierta frustración.
–El buque se fue de Cádiz sin el calor de los gaditanos en el muelle de la ciudad, ¿regresará esta vez con algún acto antes de parar en la Carraca?
–Inicialmente, está previsto atracar en Cádiz en la mañana el 13 de junio, y llevar a cabo un acto de recibimiento como suele ser habitual en la llegada del Juan Sebastián de Elcano a Cádiz al finalizar los cruceros de instrucción. Todo ello, acontecerá respetando la normativa en vigor anti-covid que impongan las autoridades competentes.
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