Se busca solar en Cádiz
La necesidad de ampliar el número de viviendas está llevando a contemplar el uso residencial en espacios hasta ahora dedicados a otros fines
La necesidad aprieta el ingenio, y el problema cada vez mayor lleva a anunciar medidas que parecen desesperadas, en algunos casos hasta difíciles de asimilar. Esto es lo que parece estar ocurriendo en Cádiz, donde la falta de suelo para ampliar el mercado inmobiliario está llevando a las administraciones a plantear operaciones destinadas a otorgar el uso residencial prácticamente a cualquier solar o edificio que se precie.
La situación no deja de ser preocupante y alarmante, con un horizonte cada vez más cercano de perder la cifra de 100.000 habitantes que todos consideran hoy un grave varapalo para la ciudad. De ahí esa búsqueda de oportunidades que hace a las administraciones ver pisos donde hay colegios, escuelas que fueron parte de la universidad o terrenos concebidos para la industria.
Antigua Escuela Naútica
Posiblemente el capítulo que más ha llamado la atención en esta búsqueda de espacios para vivienda es el giro radical que Ayuntamiento y Junta de Andalucía han acordado para el edificio de Náutica, frente a la playa de la Caleta y en pleno cinturón universitario entre el Rectorado de la Alameda y Valcárcel. Tan chocante ha sido la propuesta de las administraciones gobernadas por el Partido Popular que todos los que demandan la construcción de viviendas (partidos políticos y colectivos) no ven oportuno destinar a este uso un edificio como el de Náutica.
Un centenar de nuevos pisos plantean allí las administraciones local y autonómica, en una operación de cirugía en el edificio que algunos profesionales de la Arquitectura no ven viable, teniendo en cuenta la configuración del inmueble así como su protección patrimonial que impide el derribo o la transformación. A lo que se une que la Junta mantiene su intención de venderlo; es decir, que la promoción de viviendas no se haría por la administración pública, a priori, sino por medio de inversores privados (lo que no significa que se pueda plantear alguna fórmula como la utilizada en la pastilla de Puntales donde va a construir el Grupo Q viviendas con precios limitados).
Nuevos usos para colegios
También ha llamado la atención las operaciones anunciadas por el Ayuntamiento para crear promociones de vivienda en dos colegios de extramuros. Ya hace un tiempo avanzó el alcalde que estaban contemplando esta posibilidad en el colegio Carmen Jiménez, cerca de la Avenida de Huelva (en la trasera del centro comercial Bahía de Cádiz); y en el último pleno deslizó también el PP durante un debate que estaba trabajando para construir viviendas en el colegio Adolfo de Castro, que a finales del curso pasado cerró sus puertas por los bajos índices de escolarización.
Ciertamente, no deja de ser una noticia negativa que allí donde antes había colegios se hagan ahora pisos, lo cual evidencia esa tendencia a la baja en la natalidad de la ciudad que conecta irremediablemente con la pérdida de población que hasta el momento parece inevitable.
Solar Tolosa Latour
Otro camino en la búsqueda de mejores cifras de viviendas a disposición de los gaditanos es el de los solares que han tenido distintos usos planteados y que todo hace indicar que finalmente se destinarán a la construcción de pisos. Así lo ha anunciado recientemente la Junta de Andalucía en el caso de Tolosa Latour, que en su momento iba a albergar la nueva Ciudad de la Justicia. Tras muchos años sin definir un destino claro de ese suelo, y casi descartando el de vivienda para no congestionar en exceso esa zona, la Junta ha decidido construir allí alrededor de las 180 viviendas que entiende resultarán de un espacio donde también levantará un gran edificio administrativo y dejará espacio para otro equipamiento municipal aún pendiente de definir, así como para espacios libres.
Solar Casitas Bajas
En toda esta búsqueda de nuevos suelos que propicien la ampliación del número de viviendas tendrá también su papel el promotor privado, con actuaciones como la que se puede desarrollar próximamente en las antiguas Casitas Bajas, con un solar donde está prevista la construcción de un edificio de hasta 20 plantas de altura (igualando así la torre ABU que ya ha empezado a construirse junto a los depósitos de tabaco) y que está pendiente ahora de un proceso de subasta por parte de subasta que, a su vez, otorgará a la empresa municipal de vivienda unos ingresos que se quieren destinar al inicio del desarrollo urbanístico e inmobiliario de ese barrio Manuel de Falla.
Solar Chalé San Luis
Un solar pendiente de definir, de una vez por todas, su uso futuro es el del chalé de San Luis, en la Avenida. El nuevo convenio urbanístico entre Junta y Ayuntamiento vuelve a incorporar este espacio, que pasará a ser de titularidad municipal para la construcción de un equipamiento aún no decidido. Por allí ha pasado la posibilidad de construir una biblioteca, un centro social, y hasta un aparcamiento en altura. ¿Por qué no plantear el Ayuntamiento ahora la construcción de viviendas?
Viviendas se plantean también en la finca de titularidad autonómica de la confluencia de las calles San Francisco y Marqués de Valdeíñigo, en el centro de la ciudad. Y esta operación o cambio de planes de la Junta respecto a una finca de su propiedad del casco histórico abre la puerta, a su vez, a posibles decisiones similares en el futuro, precisamente cuando se construya el edificio administrativo de Tolosa Latour. La reagrupación de sedes administrativas allí puede liberar a fincas del casco histórico que ya no necesitara la administración para su funcionamiento y que, por tanto, podrían dar lugar a nuevas promociones de viviendas.
Reforma Barrio Manuel de Falla
Las nuevas oportunidades también van a llegar a través de la transformación urbanística de determinados puntos de la ciudad. En este bloque de posibilidades, el punto de partida será el barrio Manuel de Falla, los patios situados detrás del actual hospital. Allí se ha planteado ya la demolición total de todos esos edificios, que se remontan a 1938 y que están entre las construcciones más antiguas de los extramuros de Cádiz, para levantar nuevos bloques que ampliarán la capacidad residencial (de las 112 actuales a las 209 proyectadas).
Esta operación, que anunciara hace unos años el Ayuntamiento y que sigue trabajando para hacerla posible, podría repetirse en el futuro en otras zonas de la ciudad donde una reordenación y transformación urbanística podría ampliar de forma considerable el número de viviendas.
A todo ello hay que sumar las operaciones pendientes por las administraciones; especialmente, por el calado, las de la Junta de Andalucía en el Cerro del Moro y en Matadero, donde se trabaja para culminar ambas actuaciones en materia de vivienda.
Lonja de fruta
La transformación de espacios o equipamientos tiene puesta la lupa también, desde hace muchos años, en la lonja de frutas; un edificio situado en el entorno de Cortadura (en la trasera del polideportivo Ciudad de Cádiz) que ha experimentado un fuerte descenso en su actividad y en la ocupación del suelo y que está llamado a convertirse en una zona residencial. Para ello, anda el Ayuntamiento buscando una nueva ubicación para que no se pierda esa actividad comercial frutícola, permitiendo liberar la actual edificación para que sea derribada y se construyan pisos en su lugar.
Navalips
No solo en los espacios universitarios y educativos han puesto el ojo las administraciones. El suelo industrial también viene siendo objeto de debate desde hace años. Hasta ahora había existido un recelo final, o un temor del político de turno, por lanzarse a la piscina de construir pisos en suelo industrial. Pero la operación de Navalips diseñada por el Gobierno central (a través de Zona Franca, principalmente) puede abrir de par en par las puertas a la posibilidad de ir levantando promociones de vivienda en el polígono exterior.
En Navalips ya se han ideado 800 viviendas en todo el entorno de la antigua fábrica hoy convertida en solar. Un ambicioso plan que sigue su tramitación previa a una puesta en marcha que se antoja complicada por cuanto intervienen numerosos propietarios privados a los que habrá que convencer o comprar sus locales y naves para conseguir levantar esas 400 viviendas privadas y otras 400 públicas que han previsto las administraciones.
Si esta transformación urbanística en el polígono exterior resulta exitosa y consigue desarrollarse, cabrá plantearse si se puede seguir avanzando en la búsqueda de otro tipo de oportunidades para la ciudad en ese suelo de Zona Franca, como de hecho ya está haciendo el consorcio con equipamientos como un hotel o una residencia de estudiantes que en teoría empezarán a construirse a lo largo de este año.
En todas estas operaciones, pues, andan las administraciones para buscar posibilidades que hasta ahora no se veían o contemplaban, al mismo tiempo que se anda escudriñando el PGOU para poder sacar el mayor rendimiento residencial posible a una ciudad donde la falta de suelo se está convirtiendo en un problema cada vez más grave. Y a los problemas, soluciones.
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