Cádiz acelera la transformación de locales comerciales en viviendas

Cada semana la junta de gobierno estudia peticiones para realizar estos cambios

Colectivos vecinales y empresarios de la construcción piden que se autoricen estos nuevos usos

El inesperado milagro de la vivienda en el barrio de Santa María

Un local cerrado en el centro de Cádiz
Un local cerrado en el centro de Cádiz

Pendiente de una nueva normativa municipal que acelere el proceso administrativo, la transformación de antiguos locales comerciales y oficinas en viviendas se acelera en Cádiz. Aunque evidentemente por su número no va a arreglar el problema de la falta de alojamientos que tiene desde hace décadas la ciudad, sí es una medida que ayuda y que, sobre todo, permite poner en uso espacios urbanos que se encuentran cerrados en algunos casos desde hace años.

No hay semana que la junta de gobierno local que no se analice alguna petición de propietarios para autorizar esta transformación. En la última reunión del equipo de Bruno García se incluían propuestas para locales y oficinas ubicadas en las calle Filipinas, Fermín Salvochea, Santa Cruz de Tenerife e Isabel la Católica, con la creación de dos viviendas en un bajo del número 23 en este último caso.

La ordenanza municipal impide que todas las nuevas viviendas que se puedan crear en el casco antiguo puedan reconvertirse en pisos turísticos, no así en extramuros. En el caso de Puerta Tierra, en los últimos meses sí ha crecido el número de locales comerciales que se han transformado en aparcamentos turísticos, entre ellos varios establecimientos hosteleros del Paseo Marítimo.

También están proliferando, en este caso en buena parte de los barrios de la ciudad, la conversión de locales en trasteros. Su éxito es evidente sobre todo porque las viviendas en Cádiz tienen una superficie útil media muy por debajo de la media nacional y provincial.

Colectivos vecinales, como la asociación del barrio de Santa María, y empresarios de la construcción vienen reclamando al Ayuntamiento desde hace años la posibilidad de acelerar estos cambios de uso. En Santa María la asociación calcula que hay entre 30 y 40 establecimientos cerrados desde hace años que podrían convertirse en nuevas casas, más en un barrio con un elevado porcentaje de población mayor que tiene problemas de accesibilidad a pisos altos, ante la ausencia de ascensores en muchas fincas.

Medidas del Ayuntamiento

El gobierno de Bruno García lleva meses trabajando en una modificación del PGOU que venga, en definitiva, a flexibilizar ese condicionante actual para que locales de planta baja puedan albergar viviendas. “El PGOU no permite otros usos, mientras que la necesidad de vivienda es importante y hay zonas que se ha demostrado en todo este tiempo que no son ejes comerciales”, traslada el concejal de Urbanismo, José Manuel Cossi, que posiciona esa línea del grupo popular “de facilitar ese nuevo uso de los locales porque da soluciones de vivienda”. Eso sí, a través de la junta de gobierno local sí se van estudiando los casos puntuales que llegan al Ayuntamiento.

Por todo ello en el gobierno del PP quieren ser sensibles con esta opción que se abre paso en los bajos de los edificios y ya anuncian esta modificación del PGOU que se va a plantear después de un trabajo que en el área de Urbanismo vienen haciendo en estos últimos meses, donde se ha actualizado el censo de locales, divididos por zonas y señalando su condición de abierto o cerrado; y habiendo mantenido también reuniones con el Colegio de Arquitectos.

A todo este proceso se le une ahora el nuevo impulso que se le quiere dar a la lucha contra los pisos turísticos ilegales. Junto a una petición a la Junta para que refuerce la labor inspectora, también se ha encargado a la Universidad de Cádiz que elabore un mapa de las viviendas turísticas actualmente en uso en la ciudad, a fin de ver cuáles son los barrios más saturados. Hoy no hay una cifra oficial fiable ya las que las estadísticas que manejan la administración regional y el Instituto Nacional de Estadística aportan datos dispares, con una diferencia de hasta un millar de viviendas.

stats