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Cádiz busca uso para un Palacio que se va a quedar vacío en unos años

La Diputación estudia qué futuro se le puede dar a la Audiencia, en la Cuesta de las Calesas, cuando asuma la gestión del edificio

El inmueble se levantó en los años 50 en un terreno cedido por el Ayuntamiento de Cádiz

La Ciudad de la Justicia de Cádiz. De 20 millones a más de 200 en dos décadas

Edificio del actual Palacio de Justicia de Cádiz. / Julio González

La Ciudad de la Justicia, ocupando parte de los antiguos depósitos de tabaco de Cádiz, es uno de los proyectos que tiene en cartera la Junta de Andalucía desde hace años en la capital. Como ya, con tanto tiempo que ha pasado, es imposible apostar a ganador sobre qué operación saldrá adelante (nuevo hospital regional, Náutica o la participación en Valcárcel), hay que apoyarse en los compromisos ya avanzados por la Junta y en la presentación de proyectos. Y, sobre todo, en que se cuente con suelo para ejecutar el plan. Y en todo eso gana la Ciudad de la Justicia.

El penúltimo capítulo en el desarrollo de este proyecto, antes de que empiecen de una vez por todas las obras, anunciaba una inversión prevista de unos 200 millones de euros, en una operación público-privada, y sobre todo se dejaba claro que el Palacio de Justicia de la Cuesta de las Calesas, donde está actualmente la Audiencia Provincia, también tendría su hueco en el nuevo complejo judicial de Puerta de Tierra.

Una vez se produzca este traslado, en una mudanza que aún tardará unos años en producirse, el edificio pasará a ser gestionado directamente por la Diputación Provincial. La administración provincial ya era propietaria de este edificio desde que se efectuó hace unas décadas una permuta de suelo con la Junta. Esta se quedaba con el solar de la antigua Institución Provincial en San Severiano (donde iba a construirse inicialmente el complejo judicial), mientras que la Diputación pasaba a ser la propietaría del actual Palacio de Justicia.

Propuesta de diseño de la futura Ciudad de la Justicia en Loreto. / J.A.

Asumiendo que aún queda un tiempo para que se concrete este traslado a Loreto, teniendo en cuenta lo que se tarda en esta ciudad en aclarar usos de los edificios públicos que están vacíos (un claro ejemplo es el antiguo IES del Rosario, tambien de la Diputación), bien se pueden ir planteando ya propuestas para dar contenido al edificio de la Cuesta de las Calesas.

Desda la Diputación Provincial se traslada a este diario un primer matiz. "Primero de todo, hablar de nuevos usos para la Audiencia Provincial de Cádiz es positivo porque, tras décadas de espera, significa que se están dando pasos definitivos en el proyecto de la Ciudad de la Justicia de la capital gaditana -y también en la mejora de las sedes judiciales de la provincia- gracias al compromiso del actual gobierno de la Junta de Andalucía".

A partir de ahí, se deja claro que el proceso de decisión no se hace de un día a otro, sino que se necesita un estudio claro de las necesidades de la ciudad.

"El futuro uso que tendrá el actual Palacio de Justicia de Cádiz cuando el servicio y el personal se trasladen a la Ciudad de la Justicia proyectada en los antiguos depósitos de tabacos, en Loreto, intentaremos que responda a las necesidades de la Diputación de Cádiz y también a las propias de la ciudad de Cádiz y de su Ayuntamiento habida cuenta del valor monumental, histórico y turístico del entorno en el que se enclava el edificio, junto al complejo del frente de la Puerta de Tierra. Esas son las líneas que marcan este periodo previo a la toma de una decisión final que, no obstante, no es inminente en el tiempo y queremos otorgarle el tiempo, análisis y reflexión necesarios".En una pasada etapa de gobierno del PSOE al frente de la Institución Provincial, y en pleno enfrentamiento con el Ayuntamiento de Teófila Martínez, se llegó a hablar de su transformación en un edificio de oficinas.

El comentario que ahora traslada la Diputación, en manos del PP, plantea una reflexión a priori muy positiva para los intereses de la ciudad, y con una buena visión de futuro.

Así, la institución provincial es consciente de la estratégica ubicación de la actual sede del Palacio de Justicia de Cádiz: en un entorno referente de nuestra historia, junto al frente amurallado de Puerta de Tierra, que en algún momento tendrá que jugar un papel relevante en la promoción cultural y turística de la ciudad. Y, a la vez, se tiene claro que debe cerrarse el uso futuro atendiendo a las propias necesidad del Ayuntamiento gaditano.

En este sentido, el teniente de alcalde de Urbanismo, José Manuel Cossi, ya adelantó a este diario que el Ayuntamiento está preparando un profundo análisis sobre la realidad de la ciudad, poniendo sobre la mesa los edificios libres que hay, los usos que tienen los equipamientos públicos y los usos que se pueden dar para completar los déficit de servicios que tiene Cádiz. En este plan sin duda se meterá el Palacio de Justicia de la Cuesta de las Calesas.

Sede del Palacio de Justicia de Cádiz entre 1882 y 1963, en la plaza de la Reina. / D.C.

Curiosamente, la actual sede judicial se levantó hace más de medio siglo en terreno cedidos por el propio Ayuntamiento. Fue en 1950 cuando se aportó este suelo, dentro del plan que puso en marcha en aquel momento el gobierno local, presidido por José León de Carranza, para urbanizar todo el entorno de la Puerta de Tierra (recién construidos los arcos junto a su Torreón). La sede del Instituto Nacional de Previsión, el Gobierno Civil y la primera sede oficial de la Zona Franca encontraron acomodo en este entorno, siempre sobre suelos municipales.

Las obras del Palacio de Justicia se alargaron durante más de una década, una costumbre que se repite ahora. Hundimientos por la mala calidad de los materiales (que provocó en 1988 el cierre del edificio para una profunda remodelación que se alargó durante tres años), y otras incidencias retrasaron el final de los trabajos hasta 1963.

La primera sede judicial en Cádiz también se ubicó también en suelo aportado por el Ayuntamiento. Fue en 1882 cuando se cede al Estado el edificio del Asilo de Párvulos y las Escuelas Públicas construido en pleno centro del barrio de la Viña, en la plaza de la Reina (actualmente plaza de Manolo Santander). Allí se mantuvo hasta 1963, perdiendo la ciudad un edificio de estilo clásico.

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