1.000 millones para poner la ciudad de Cádiz en el mapa

Los proyectos de equipamientos públicos tardan tantos años, y décadas, en ejecutarse en Cádiz que nada tiene que ver el coste de los mismos desde que se plantean por primera vez hasta que salen adelante. O por lo menos, hasta que parece que salen adelante.

Dejando a un lado el puente de Constitución de 1812, que disparó su inversión pero al menos se ejecutó, los últimos ejemplos de presupuestos anunciados para el Hospital Regional y la Ciudad de la Justicia, escenifican como los gastos se disparan, aún antes de iniciar las obras.

El recorrido de la historia de estos dos equipamientos es tan largo que casi se pierden en el tiempo. Pero no hay que retroceder mucho para constatar como se han disparado las inversiones previstas a realizar en ambos. 

El pasado diciembre se hablaban de 400 millones para el Hospital Regional. Hoy se llega a los 500 millones. La Ciudad de la Justicia se quedaba entonces en 120 millones, y ya se rondan los 200 millones con las obras de todo el complejo.

Ese mismo mes de diciembre, un estudio realizado por Diario de Cádiz fijaba en unos 700 millones el coste de todas las obras que las administraciones tenían pendiente por ejecutar en la ciudad. En apenas medio año, esta cifra ha saltado por los aires, ante el aumento de costes del Hospital y el complejo judicial, pues ya solo entre los dos se llegan a estos 700 millones.

De esta forma, las inversiones necesarias para sacar adelante este lista eterna rondan ya los 1.000 millones de euros.

Lo cierto es que, hoy por hoy, en el desarrollo de la ciudad está tirando más la iniciativa privada que la pública. Es cierto que la primera se concentra sobre todo en operaciones inmobiliarias, pero estas también ayudan al fortalecimiento económico de la capital. Y también hay una clara apuesta por el desarrollo turístico, con la apertura de nuevos hoteles entre los que se encuentran los que han permitido recuperar viejos palacetes cerrados desde hace años.

En manos públicas sí avanzan las actuaciones que dependen de la Zona Franca (en el complicado proceso de recuperación del polígono exterior, y con la apuesta por la economía azul), y de la Autoridad Portuaria. 

En este segundo caso, con la construcción del nuevo muelle de contenedores y el inminente inicio del proceso de conexión muelle-ciudad, una obra esencial para nuestro futuro. Aquí, esta sociedad pública maneja una inversión de 30 millones de euros para reordenar todos estos espacios, y prepararlos para su futura urbanización.

Pero dejando a un lado a estas dos administraciones, la ciudad acumula un conocido listado de proyectos pendientes. Proyectos que a medida que pasa el tiempo van incrementando su coste. Tanto por la subida de los precios de construcción y de materiales, especialmente notable en los últimos dos años, como por la propia decadencia de los edificios sobre los que hay que actuar.

Obras que, seguramente, no se harán nunca

Algunos de ellos rozan ya la ruina, como pasa con la emblemática sede de la Escuela de Náutica, que la Junta pretende poner a la venta; o el propio castillo de San Sebastián, en manos del Estado que ya ha dicho por activa y por pasiva que no tiene interés en poner un euro en el mismo. Los distintos proyectos que se han ido manejando en estos años para recuperar la fortificación fijaban en unos 30 millones de euros el dinero a invertir.

Hay operaciones que esta ciudad casi puede dar por perdidas. Es el caso de la tercera y última ampliación del Museo de Cádiz. La obra rondaría los 20 millones de euros, pero hasta ahora tanto el Estado como la Junta, implicadas en esta operación, nunca han mostrado interés por afrontar este proyecto. Mientras, sí se destinan cuantiosos fondos a museos públicos en otras capitales de la región.

Por ahí está rondando también el edificio del Valcárcel y su conversión, o no, como Facultad de Ciencias de la Educación. Hoy vale 50 millones, pero el precio ha ido subiendo tanto en apenas un quinquenio que si la operación al final sale adelante, puede que lo haga por una cantidad mayor.

Y junto a ello, la nueva Subdelegación, los parques de la Muralla y del Descanso, la avenida de Astilleros, la culminación del Teatro del Parque y la recuperación de la pérgola. Y las obras en las murallas y en todo el frente de la Puerta de Tierra.