Cádiz, un Muelle de la tercera edad

Cádiz/Son los sabios del lugar. Han visto pasar por delante de ellos a tres, cuatro y cinco presidentes de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz. Cuando llegó Rafael Barra ya, muchos de ellos, peinaban canas. Y en todo este tiempo no han vivido una auténtica inversión en modernizar sus instalaciones e infraestructuras para conseguir que realmente el puerto de Cádiz deje de ser un Muelle del siglo XX.

La APBC habla de inversiones y cierto es que el puerto de Cádiz lleva años mirando al siglo XXI planificando la electrificación de sus muelles, la construcción de la nueva terminal de contenedores, un proyecto de integración puerto y ciudad que haga que los gaditanos vuelvan a pasar la reja y llegar al cantil del Muelle. Así, sin asperezas y sin vencedores ni vencidos, como decía su presidenta, Teófila Martínez, estos días.

Pero a vista de pájaro el puerto de Cádiz lleva muchos años congelado, con un muelle de contenedores con unas grúas oxidadas, raíles para trenes que dejaron de pasar hace muchos años... 

Dos momentos han coincidido en estas últimas semanas que han provocado que esos portuarios de toda la vida se pusieran en contacto con este Diario para mostrarnos una serie de reflexiones que hacen pensar al más “pintao”.

199.000 euros, casi 200.000, se va a pagar o se ha pagado ya al prestigioso pintor, diseñador y escultor Okuda San Miguel por una gigantesca creación pictórica que está utilizando como lienzo lo que hasta hace unos años era conocido como la Nave 1 y que, en la actualidad, se encuentra ocupada por un complejo deportivo de gran éxito.

La Autoridad Portuaria vio con buenos ojos gastarse ese dineral. En ese mural, Teófila Martínez ve una buena manera de dar la bienvenida a los miles y miles de cruceristas que llegan cada año a nuestros muelles, de manera que nada más atravesar la bocana de la dársena comercial puedan ver esa obra de arte de Okuda San Miguel, creador que es también del cartel anunciador del segundo certamen del South International Series Festival.

Pero ha coincidido en el tiempo con un suceso que apenas ha atravesado la reja del Muelle y que refleja que el puerto de Cádiz necesita, para muchos, con urgencia una inversión con el objeto de modernizar sus instalaciones e infraestructuras.

Sin ir más lejos, fuentes bien informadas de la verja para adentro indicaron que, en días pasados, un crucero arrancó de cuajo uno de los norais del muelle en el que se encontraba atracado. El suceso acabó en un susto pero dio que pensar.

Cierto es que el Muelle data de principios del siglo XX, pero sus bolardos o norais son bastante más jóvenes, aunque la gran mayoría tienen ya casi 70 años.

Cierto es también que se han llevado a cabo muchas modernizaciones pero, la gran mayoría de éstas se han ido llevando a cabo a medida de que iban ocurriendo sucesos como el vivido en días pasados con el noray. 

Estos elementos en los que los amarradores anudan los cabos de los cientos de barcos que nos visitan al año están construidos para barcos del sigloXX. Sus ingenieros pensaban en buques de 1.000 toneladas. Pero los tiempos han cambiado y no los norais ni muchas de las estructuras del puerto de Cádiz. Y ahora un alto porcentaje de los cruceros que atracan en la ciudad soportan en torno a 250.000 toneladas. 

Eso quiere decir que han multiplicado por 250 su peso y, sin embargo, sus cabos siguen amarrándose a norais que aguantan como pueden el empuje. Pero esto es así hasta que uno de estos buques de cuarto de millón de toneladas pega un tirón a destiempo o de manera indebida y termina arrancando de cuajo un noray. No critican por criticar sino que dan fe de lo que ven y de lo que viven cada día en primera línea de cantil y piensan que el puerto de Cádiz necesita que se le eche un dinerito encima para lograr que realmente pase la hoja del almanaque y logre hacer ver que realmente es un puerto del siglo XXI.