Cádiz se rinde a Gadir en una noche de levante

Los fenicios debieron llegar a esta tierra empujados por el levante. Y el viento, que casi no ha dado señales de vida en todo el verano, quiso aparecer, ya es mala suerte, precisamente en la noche de la primera gran celebración de la inicitiva municipal ‘Orgullos@s de nuestra historia’. Pero la ventolera, aunque deslucía los primeros compases del pasacalles que salió desde el Castillo de San Sebastián, no fue obstáculo para el disfrute de la ciudad. 

Y es que nada pudo con la marea humana, azul, representando al mar de Cádiz, formada por un millar de escolares, docentes y padres y madres, que portaban paraguas con flecos azulados y que encabezaban el desfile. Poco antes, una embarcación drakkar, de tipo vikingo, había desembarcado en La Caleta a los componentes de la chirigota ‘Los del Canal Sur’, que precisamente el pasado Carnaval vistieron los ropajes de los que aquí estuvieron hace 3.000 años. Los chirigoteros, con Luis Rossi, Mario Rodríguez y Diego Letrán a la cabeza, portaban una gran bandera fenicia que desplegaron en la orilla junto al alcalde, Bruno García.

En el camino del castillo de San Sebastián, en la puerta de La Caleta, en la explanada del busto de Paco Alba y durante todo el recorrido, Cádiz demostraba que le hace falta muy poco para tocar las palmas. Ciudad agradecida cuando se le ofrecen atractivos con los que echarse a la calle.  

El cortejo, formado a partes iguales entre el castillo y el patio del colegio Santa Teresa, se completaba con agrupaciones del Carnaval de Badajoz, que representaban los cortejos de la Diosa Astarté (Agrupación Moracantana), el cortejo del Dios Baal Hammon (El Vaivén) y el del Dios Melkart (Caribe Badajoz). Ofrecieron música y bailes muy animados.

Una despedida de soltera despistaba en el camino hacia el castillo, con visita anterior a las piedras en bajamar. Chicas vestidas de marineras y la novia disfrazada de caballa. Bien pudiera parecer que formaban parte de la fiesta. Pero no, simplemente era una casualidad.

El público se lo pasó en grande animando a los esforzados pequeños que a duras penas podían mantener los paraguas erguidos. En la plaza de San Juan de Dios también se concentró un gentío para recibir a la comitiva que llegaba por la calle del mismo nombre, antes de dirigirse a la plaza de Sevilla, donde se iba a izar la bandera fenicia, en el mismo mástil donde en otras ocasiones lucen la de España, la de Andalucía o el pendón morado de la ciudad. El viento impidió realizar esta maniobra.

El remate de la fiesta llegaría una vez que el desfile llegó a las Puertas de Tierra. Allí se desarrolló el espectáculo inaugural ‘Cádiz, hace más de 3.000 años’, audiovisual, siendo protagonistas la luz y el color en una producción propia de la historia de Cádiz realizada por los artistas Felipe Mejías, Calde Ramírez, Miguel J. Romero y Javier Padilla Gil.