Las caídas en los mayores de 80 años están relacionadas con la capacidad cognitiva
La tesis doctoral del médico del centro de salud La Laguna Javier Benítez valora los test de riesgo de caídas en ancianos
Cádiz/Las caídas son muy comunes en los mayores de 80 años. El análisis del riesgo de caídas es un elemento indispensable para el adecuado tratamiento de este problema por medio de una valoración geriátrica.
Este es el punto de partida de la tesis doctoral que ha realizado el médico del Centro de Salud La Laguna Javier Benítez Rivero, titulada Valoración de los test de riesgo de caídas como factores pronósticos y de dependencia en ancianos. El trabajo, dirigido por el catedrático de la Universidad de Cádiz José Antonio Girón González, ha obtenido una calificación de sobresaliente cum laude.
El objetivo principal de la tesis era analizar la frecuencia y factores implicados en las caídas en mayores de 80 años que viven solos. Para realizar su investigación, Javier Benítez se basó en los datos del Plan de Atención Integral a los mayores de 80 años que viven solos y/o con un familiar de similar edad (PIAMLA’80), que se puso en marcha en el centro de salud La Laguna en el año 2009 dentro del Contrato Programa de este centro. Para ello, se realizó un estudio preliminar del que se dedujo que las caídas solían ocurrir, por orden, en el pasillo, baño, salón, dormitorio y ascensores; que el riesgo de caídas aumenta cuanto más dependientes son las personas mayores, y que el nivel de dependencia guarda correlación con el tiempo empleado en el test TUG (Timed get Up & Go, que mide el tiempo que tarda en levantarse de una silla, caminar tres metros y volverse a sentar).
Con estos datos previos, los pacientes fueron analizados por el doctor Benítez en dos fases, una inicial, en 2013, sobre una muestra de 247 personas y otra final, en 2017, sobre las 90 personas que seguían vivas y residentes en la misma zona.
La conclusión fue que en las personas mayores de 80 años que viven independientes son factores asociados al riesgo de caídas fundamentalmente el tener alterada la capacidad cognitiva y la autonomía. Más aún, la valoración del estado cognitivo mediante una prueba simple (el test de Lobo) contribuye a evaluar el pronóstico vital de los mismos. Otra conclusión destacada es que la mayor mortalidad se asocia también al sexo masculino; sin embargo, no se pudo comprobar asociación entre la existencia de caídas y las enfermedades que basalmente presentaban los pacientes con el número o tipo de fármacos consumidos o con las variables analíticas estudiadas.
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