El mítico Cambalache cierra sus puertas a final de año tras 40 años de actividad

La jubilación de Hassan Assad echa la baraja a uno de los lugares más emblemáticos de la música y la bohemia gaditana

Su carismático dueño planea una fiesta para el 31 de diciembre que se erige como "la última noche" del local cuya historia se ha recogido en el libro 'Der tirón' de la periodista Aida R. Agraso y el propio Assad

"El secreto del Cambalache es que el cliente se convierte en amigo"

Hassan Assad, dueño del Cambalache, en una imagen de archivo.
Hassan Assad, dueño del Cambalache, en una imagen de archivo. / Lourdes de Vicente

Cádiz/Después de haber chocado un par de veces los pequeños vasos y de culminar una conversación a tres sobre Der tirón, el libro que resume los 40 años de vida de este inclasificable trozo de historia de la noche gaditana –no se pierdan la entrevista que se publicará esta semana sobre la obra–, llega el momento de la confirmación de todos los rumores que en estos últimos meses han ido corriendo entre las bocas, y los teléfonos, de la bohemia de Cádiz: “¡Quillo, que cierra el Cambalache!” 

“Así es, no es mentira”, ratifica Hassan Assad el ideólogo y alma de este establecimiento de la calle José del Toro, templo de la noche, del jazz y del 'after' carnavalero, entre otras hierbas de la cultura y sus siempre interesantes extrarradios. El Cambalache, tras “cuarenta años de éxitos”, como subtitula la periodista Aida R. Agraso la obra literaria publicada por QBook que ahora cobra una inmensa dimensión, echa la baraja porque a Hassan se lo está “pidiendo el cuerpo”.

Sesenta y cinco años cumple el dueño del Cambalache este próximo 28 de diciembre, “la edad ya para jubilarme y, mira, lo llevo un tiempo pensando y es lo mejor, con todo el dolor de mi corazón, ¿eh?”. 

Porque hay días que este gaditano nacido en Casablanca no quiere entregar las llaves de su negocio; otros, que está loco por hacerlo; y en todos y en cada uno de ellos, no quiere hablar del tema. “Cuando la gente me pregunta, la verdad es que me entra ansiedad porque en realidad hay una parte de mí que no quiere porque a mí me gusta mi trabajo, lo paso muy bien, pero hay otra parte, que es el cuerpo, que quiera o no quieras, esá cansado, y la mente... El cuerpo ya va pidiendo otra cosa, pide dejarlo y ya venir tranquilamente como cliente”, reflexiona.

Por eso, en realidad, y aunque le cueste reconocerlo, “está decidido”. “La idea es hacer una bonita noche el 31 de diciembre y que esa sea la útima noche del Cambalache. Pero antes, el día 27 de diciembre, tendremos también una jornada muy bonita con la presentación del libro y un concierto con Javier Galiana, José López, Julián Sánchez y Juan Sainz (todos músicos de jazz criados en este templo) que será grabado y se incluirá en el QR del libro donde se pueden escuchar los sonidos del Cambalache”, detalla el alma mater del emblemático rincón, que dejará “tal y como está”, “vamos, que si alguien entra, lo tiene listo para empezar a trabajarlo”, asegura Hassan Assad.

Y con una clientela hecha. Un clientela donde se cuentan por decenas los músicos, los escritores, los artistas en toda la polisemia de la palabra, “y los vecinos, la gente de toda la vida de Cádiz”, apunta orgulloso el propietario. La gente noctámbula y nocturna, la gente abierta a lo inesperado que, siempre, cada noche que abre sus puertas, habita en el Cambalache, donde hay cuartito de cabales carnavalero y un escenario por donde ha pasado lo más granado del jazz patrio y donde la convivencia entre uno y otro lado “suele ser bastante buena y natural”.

Y, sobre todo, hay en el Cambalache una persona tras la barra que ha conseguido hacer de su negocio una extensión de su propia personalidad. “Pues sí, ya está aquí el último vamonoooo... Mira la última página del libro, mira...” Abrimos Der tirón por el final, leemos, alzamos el vasito hacia las fotografías que cuelgan de las paredes, le damos un último sorbo al chupito y sonreímos.

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