Notas al margen
David Fernández
El problema del PSOE-A no es el candidato, es el discurso
Vuelven las obras a la Catedral de Cádiz. En cuestión de días se cubrirá de andamios la capilla de la Asunción, que posiblemente sea la más especial o de las más peculiares del templo gaditano, al ser la única que sigue los trazos del proyecto que redactara Vicente Acero, y que abriera al culto en 1755 mientras proseguían las obras en el resto de la Catedral.
El Cabildo Catedral ha presentado este lunes el proyecto que desarrollará en los próximos meses (entre cuatro y cinco, según está previsto) un equipo técnico liderado por el restaurador Fabián Pérez y el arquitecto Venancio González. Un proyecto que servirá para consolidar la espectacular capilla marmórea que adolece hoy problemas en su estructura al haberse oxidado los anclajes metálicos que la sostenían en los paramentos de la capilla.
Por ello, la intervención se centrará básicamente en desmontar parte del retablo para sustituir esos anclajes por unos nuevos de acero inoxidable y volver a colocar los mármoles en el emplazamiento original. Trabajos que rondarán los 100.000 euros de inversión, partida económica que sale exclusivamente de los fondos del Cabildo.
La situación de la capilla de la Asunción, que presenta "riesgo de colapso o de caída" en algunas zonas, se debe a un problema generalizado y conocido en la Catedral: la humedad. El restaurador Fabián Pérez Pacheco ha recordado las dos principales afectaciones de humedad, "por infiltración" ya solucionada con la reciente rehabilitación de las cubiertas, y "por capilariedad" ascendente por los paramentos. Esta última humedad se percibe, según ha explicado el responsable de la empresa Ars Nova, por la cristalización de sales que presenta el zócalo marmóreo de todo el templo, en colores rojo y negro que fruto también de la aplicación de aceites y barnices "dan ese aspecto ennegrecido y afeado".
Fruto de esos problemas de humedad, el hierro que sirve de anclaje a elementos como el retablo de mármol de la capilla de la Asunción se ha oxidado, provocando "un dislocamiento de piezas" que, a su vez, explican ese peligro de caída de algunos elementos de la capilla, sobre todo en el remate superior del retablo.
La intervención en la capilla de la Asunción, en la que el Cabildo y el equipo técnico vienen trabajando desde hace tiempo y que ya tiene concedidos todos los permisos necesarios, se une a otros proyectos que se están igualmente ultimando para ejecutar en un corto plazo de tiempo, en un año 2023 que será intenso en materia de actuaciones en la Catedral.
Así, ha avanzado el deán, Ricardo Jiménez, que se va a ejecutar la restauración de las torres cuyo proyecto se ha acelerado a raíz de los desprendimientos de piedras a la vía pública que motivó la instalación de ese pasillo de seguridad que rodea la Torre del Reloj para evitar accidentes en caso de futuros desprendimientos hasta el inicio de esta actuación, que se centrará especialmente en la parte superior de las torres.
De igual modo, Jiménez Merlo ha adelantado el proyecto de instalación de sensores de humedad en el interior de la Catedral, lo que permitirá un mejor control y una más eficaz búsqueda de soluciones a ese problema de humedades que afecta al edificio y contra el que lleva décadas luchando el Cabildo.
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