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Dos años y un día de cárcel al ex director del IES Cortadura por abusos sexuales a dos alumnas

Tribunales Cádiz

El juez también ha inhabilitado a Francisco Javier Molina para ejercer como docente durante tres años

Francisco José Molina antes de entrar a juicio en noviembre de 2020. / Lourdes De Vicente

Cádiz/El ex director del IES Cortadura de Cádiz, Francisco Javier Molina, ha sido condenado a dos años y un día de prisión y al pago de una multa de 3.960 euros por abusar sexualmente de dos alumnas menores de edad durante el curso escolar 2015-2016. Asimismo, ha sido inhabilitado para el ejercicio de la profesión de docente por un periodo de tres años.

La sentencia dictada por el Juzgado de lo Penal número 4 de Cádiz recoge como hechos probados que Francisco Javier Molina Núñez fue profesor del IES Fuerte de Cortadura desde el año 1991 hasta septiembre de 2016. En ese tiempo, ostentó el cargo de director durante 24 años.

En el curso académico 2015-2016, Molina, con 57 años entonces, impartía la asignatura de Física y Química y tenía entre sus alumnas a las dos denunciantes, ambas de 16 años. El responsable del centro educativo se aprovechó de su condición de profesor y de la minoría de edad de las estudiantes para "cometer diversos tocamientos lascivos sobre las mismas", expone la resolución judicial.

Así, respecto a una de las víctimas, el ex director del Cortadura llegó tener cierta "obsesión", precisa el juez Julio Serrano. En una primera ocasión, el profesor la invitó a ella y a otras dos compañeras a tomar algo en un bar cercano al instituto, "donde les ofreció tomar vino aduciendo que era un estimulante sexual". En un momento dado, aprovechando que la menor estaba sentada a su lado en un taburete, le tocó las nalgas en la parte que sobresalía" de dicho asiento.

En una segunda ocasión, en clase, el docente mandó a la chica a salir a resolver un ejercicio a la pizarra. Como quiera que la alumna se manchó de tiza su ropa en la zona de los glúteos, Molina "le tocó el trasero con la excusa de limpiarle", señala la sentencia.

El tercer episodio ocurrió una mañana en la que varias alumnas no tenían nada para desayunar y le pidieron al docente que las acercase en su automóvil a un supermercado cercano al instituto. Al ir a recoger el coche, el ahora condenado, que caminaba junto a la denunciante, le tocó de nuevo las nalgas "de manera procaz".

Otra vez, continúa la resolución judicial, el director se ofreció a llevar a la chica en su vehículo. Cuando acabó el trayecto, al salir ella del coche, Molina se valió de esta circunstancia para nuevamente "tocar a la menor en el trasero a fin de satisfacer su deseo sexual".

Por último, en junio de 2016 se celebró una comida de fin de curso en un restaurante de la capital gaditana, al que acudió únicamente como profesor el acusado y algunas alumnas. En un momento dado, el responsable del instituto extendió su mano hacia el pecho de la menor y "se lo tocó en un inequívoco gesto de naturaleza sexual". Posteriormente, cuando se encontraban sentados en la terraza del restaurante, "procedió de nuevo a tocar las nalgas de la joven por debajo de la mesa a fin de satisfacer sus instintos sexuales".

En esa misma comida, Francisco José Molina acompañó al baño a la otra alumna denunciante, a la que colocó su brazo sobre sus hombros para, después, poner su mano sobre su pecho y satisfacer su deseo sexual. Asimismo, especifica la sentencia, cuando se encontraban en la terraza, el director aprovechó que la menor se levantó para dirigirse al baño para tocarle el trasero con ánimo libidinoso.

Como consecuencia de estos hechos, la primera menor sufrió un trastorno adaptativo mixto con ansiedad y estado de ánimo depresivo crónico y la segunda, trastorno adaptativo con ansiedad crónico.

El juez Julio Serrano otorga plena credibilidad al testimonio de las querellantes y no aprecia móviles espurios en sus declaraciones. En la vista oral, el procesado achacó la denuncia de la menor con la que tenía especial fijación a las supuestas malas notas, si bien lo cierto es que esta chica no suspendió. Asimismo, "no se explicaría que teniendo algún tipo de inquina o rencor hacia el acusado, fuera precisamente a la comida de junio cuando Molina era el único profesor que iba a asistir", argumenta el magistrado.

"Por la defensa o por los testigos no se ha podido sacar a relucir un motivo que permita pensar que todo es una invención de las alumnas. Que ambas hayan inventado el tema de los abusos para perjudicar al acusado no resulta creíble, más aun cuando han sido muchos los testigos que corroboran o refuerzan sus versiones", concluye el juez.

El Servicio de Inspección de la Consejería de Educación tuvo conocimiento verbal de estos hechos el 6 de septiembre de 2016 y por escrito, el día 7 de septiembre. La Consejería incoó expediente disciplinario contra Molina el 16 de septiembre de 2016 y procedió a suspenderlo cautelarmente de sus funciones el 21 de septiembre de ese año.

A pesar de su cese en Andalucía, Molina empezó a dar clases en septiembre de 2017 en el IES Alfonso X el Sabio de Murcia como tutor de primero de Bachillerato. Algunos padres de este centro dieron la voz de alarma "porque sus hijos estuvieran viendo de forma reiterada a un profesor fuera del instituto". Cuando los responsables del centro murciano tuvieron constancia de la causa judicial abierta al ex director del Cortadura, lo cesaron nuevamente.

La sentencia dictada ahora por el Juzgado de lo Penal número 4 de Cádiz no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Cádiz.

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