Un carguero se cobija en aguas de Cádiz hasta que pase la borrasca

El buque de carga Big Roll Biscay, de bandera holandesa, permanece fondeado en aguas de la Bahía, a la vista de los ciudadanos que paseen por la Alameda, frente a la costa de Rota, desde hace varios días cobijado del mal tiempo a la espera de que mejore la climatología.

Parece que la compañía armadora Roll Group ya ha puesto fecha para que zarpe de nuevo este buque. Será el próximo lunes, 6 de noviembre, cuando ponga de nuevo rumbo a Rótterdam que es el puerto de destino al que debe llegar la enorme plataforma que soporta y que lo hace más sensible al azote de las mareas y de las olas y a las intensas borrascas que está soportando el país entero y, más en concreto, la Bahía de Cádiz.

El Big Roll Biscay es un viejo conocido del puerto de Cádiz y de Navantia. Además de esta arribada para resguardarse del mal tiempo en su navegación hacia el norte de Europa, ya estuvo en Cádiz realizando una operativa de carga de tres grandes calderas que se construyeron en Navantia, en Puerto Real, en junio de 2022.

Fuentes del sector indican que en aquella ocasión los prácticos del puerto de Cádiz tuvieron que llevar a cabo una serie de maniobras dentro de la dársena de Matagorda para poder llevar a cabo el embarque de esos pesados elementos que tenía que portar durante su trayecto. Al respecto, estas mismas fuentes, aclaran que está considerado un buque muy "capaz" y "maniobrable".

Al parecer, su compañía armadora, la holandesa Roll Group, está especializada, entre otras actividades en el transporte marítimo de cargas pesadas.

Se da la circunstancia de que es la misma compañía que se ha encargado del transporte de dos de las corbetas fabricadas por Navantia desde Cádiz hasta Arabia Saudí, aunque para ese propósito se vio obligado a utilizar, además, otro buque, el Roll Dock Star.

En lo que respecta a esta arribada o petición de abrigo de un barco que se encuentra en dificultades por el motivo que sea, está, según fuentes conocedoras de este tipo de operaciones, "del todo justificada" por elmal tiempo que reina en la costa oeste portuguesa, noroeste de España y Golfo de Vizcaya, debido al paso de las recientes borrascas Aline, Bernard, Celine, etcétera.

Al parecer, este tipo de transporte está sujeto a unas condiciones muy restrictivas impuestas por las compañías aseguradoras del buque y de la carga que transportan, que establecen unos valores máximos de altura de ola y vientos.

Cuando el máximo responsable del buque se encuentra con unos partes meteorológicos que superan los umbrales permitidos por la normativa de seguridad internacional y por los citados seguros, los capitanes tienen obligación de desviarse y buscar refugio hasta que una mejora del tiempo garantice un tránsito seguro.

Una vez más, el puerto de Cádiz se ha convertido en un lugar de refugio, tal y como debe seguir siendo cualquier instalación portuaria. El gaditano suele ser un Muelle especialmente expuesto a este tipo de arribadas y peticiones de abrigo o "asilo" temporal, ya que se encuentra estratégicamente situado en una de las zonas de confluencia de muchas líneas marítimas hacia el norte de Europa.

En esta ocasión, las autoridades del puerto de Cádiz le ofrecieron al Bigroll Biscay tanto los muelles como el fondeadero de Cádiz, que es justo el lugar en el que se ubica desde hace días y donde se encuentra hasta el próximo lunes, 6 de noviembre.

Cabe recordar que son incontables las ocasiones en las que se han producido arribadas de todo tipo y casi nunca trascienden a la opinión pública. Pero en esta ocasión se trata de un buque que se encuentra muy a la vista de los gaditanos que pasean por la Alameda Apodaca y más, a la vista de la gigantesca carga que porta sobre su plataforma de cubierta.

Según fuentes portuarias, "nuestro puerto, además de disponer de un magnífico servicio de control de tráfico marítimo, dispone de unas instalaciones y servicios portuarios, que ofrecen soluciones a cualquier necesidad logística, demanda o problema sobrevenido".