Cáritas Cádiz alerta del aumento de personas sin hogar

La institución religiosa atendió en la diócesis durante el año 2023 a un total de 830 Sin Techo, más que años anteriores

Reclama "la necesidad de poner a las personas en situación de sin hogar en el centro de nuestra mirada política y social"

Sin techo
Sin techo

La realidad de personas que carecen de hogar y viven y pernoctan en las calles va en aumento. Lo denunciaba hace unos días un último recuento de Pro Derechos Humanos y lo constata el último registro que tiene la institución religiosa Cáritas, en lo que al Obispado de Cádiz y Ceuta significa. Así, ante la celebración este próximo domingo del Día de las Personas Sin Hogar, Cáritas constata el aumento de esta realidad del sinhogarismo, habiendo atendido a casi un 20% de personas que el año anterior.

Además de esto, “de forma alarmante Cáritas es testigo de cómo sigue en aumento la vulnerabilidad en muchas personas y familias que no pueden acceder a su derecho a una vivienda digna y adecuada". Y por ello, consideran "necesario y urgente seguir sensibilizándonos como sociedad y continuar interpelando a las administraciones públicas, garantes de los derechos humanos, y al resto de la sociedad acerca de la realidad que están viviendo estas personas”.

De cara a este día en el que la Iglesia centra la mirada en las personas sin hogar, Cáritas insiste en la necesidad "de poner a las personas en situación de sin hogar en el centro de nuestra mirada política y social, defendiendo una perspectiva global de derechos que facilite un proceso integral de inclusión".

Las cifras en la diócesis

En concreto, consiguió Cáritas atender en 2023 a un total de 830 personas sin hogar, en una labor que se presta gracias a la colaboración de más de 42 agentes voluntarios y 8 personas contratadas y una inversión que se hace en toda la diócesis de 353.412 euros.

La inmensa mayoría de estas personas atendidas son hombres, hasta el 79%; y el 73% de los atendidos tenía nacionalidad española. Según los datos de Cáritas, "la mayoría tiene entre 35 y 60 años, son solteros, con baja formación y escaso o ningún apoyo familiar o vecinal". Y también preocupa a esta entidad el aumento de las personas con problemas de salud mental, "muchas de ellas con un trastorno grave difícil de abordar", que ya se viene dando desde hace años. "La salud mental merece especial atención, ya que es tanto un factor de riesgo como una consecuencia del sinhogarismo. Las crisis personales y las situaciones estresantes suelen ser detonantes que llevan a la persona a perder su hogar", señalan desde Cáritas.

Otro dato que constata Cáritas respecto al sinhogarismo es que el 29,9% de estas personas declara no tener ninguna fuente de ingresos. Al hilo de esto, recuerdan que los últimos datos del INE (de 2022) reflejan que hay 28.552 personas en situación de sin hogar, lo que supone un aumento del 24,5% desde la última cifra, que se remonta al año 2012.

"La falta de un techo obliga a estas personas a afrontar a diario una serie de obstáculos que impiden su integración plena en la sociedad. Entre ellas destacan la falta de intimidad, las dificultades de acceso a un trabajo decente y a una vivienda adecuada, las trabas para acceder a los trámites de la administración pública, como por ejemplo el empadronamiento, o los problemas de salud física y mental", trasladan desde Cáritas respecto a esta situación.

Para mostrar mejor la realidad de las personas sin hogar, de cara a la campaña de este año -que lleva por título 'Caminemos juntos'- se han recopilado de testimonios de personas que sufren en primera persona, y que ponen el foco en situaciones tan habituales como la de ir al baño, algo imposible para alguien que está en la calle. "A ver, los hombres se pueden poner detrás de contenedor. Una mujer es muy diferente. Es que no hay lavabos públicos y es una necesidad básica ir al baño. Como no lleves encima 2 o 3€ para entrar en un bar y tienes apretón a ver dónde lo haces", contaba uno de los participantes en esta campaña de Cáritas.

La reclamación a las administraciones

Ante esta realidad, Cáritas reclama a las administraciones públicas que favorezcan soluciones habitacionales adecuadas; que faciliten el acceso a un servicio de salud y apoyo psicológico completos; que promuevan oportunidades de empleo específicas para este colectivo; que promocionen una cultura de respeto y solidaridad; y que protejan a los perfiles más vulnerables como personas mayores y mujeres.

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