Carlos Bernal, el empresario que impulsó el puerto y la Caja de Ahorros de Cádiz

Cádiz/Carlos Bernal Fernández, presidente del consejo de administración de Transportes Cela y Transcela –la empresa de Autocares Rico Bus– entre otras muchas firmas, falleció el pasado 8 de octubre de 2024 en su casa de El Puerto de Santa María a los 92 años edad.

Se definía a sí mismo como un hombre de gestión que llevaba a gala no pertenecer a ningún partido político, aunque siempre fue muy cercano a la UCD. Desde ese principio y desde su condición de empresario, entre 1978 y 1983 presidió la Junta del Puerto de Cádiz, antecedente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz. Desde ella impulsó la construcción de una nueva terminal de contenedores y la integración del Bajo de la Cabezuela, la unificación de los puertos de la Bahía, y su autonomía. Asimismo, entre 1982 y 1987 ejerció como presidente de la Caja de Ahorros de Cádiz, predecesora de Unicaja, obteniendo unos excelentes resultados y atendiendo siempre a las necesidades de las economías familiares y del tejido empresarial gaditano, labor que le procuró el reconocimiento de muchos colectivos ciudadanos y vecinales.

Entre los numerosos reconocimientos a su incansable y productivo trabajo destacan la Encomienda de la Orden del Mérito Civil en 1979, distinción que le otorgó el rey; la Medalla de Plata al Mérito en el Trabajo, en 1982, que concede el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y en el mismo año, la Medalla al Mérito en el Transporte de Viajeros de la Federación Nacional de Transportes en Autobús (Fenebus). También fue merecedor en 1981 del II Premio Argantonio del Club de Dirigentes de Marketing, galardón que repitió en 1984 en su quinta edición. 

Carlos Bernal era un experto de reconocido prestigio en el sector del transporte de viajeros y de mercancías a nivel nacional e internacional, un gran conocedor de los principales puertos comerciales del mundo así como un especialista en la gestión de empresas dedicadas al tratamiento y transformación de residuos sólidos urbanos en materia orgánica. De hecho, participó en muchos congresos internacionales y como conferenciante en el primer Congreso Mundial de Contaminación y Medioambiente que se celebró en México en 1972.

Llega a Cádiz como gerente y se convierte en presidente

Hijo de Juan Bernal y Concepción Fernández, Carlos Bernal nació en Jerez el 30 de junio de 1932. Era el menor de una familia de tres hermanos. Comenzó sus estudios como alumno interno en el Colegio Salesianos de Cádiz, que continuó luego en Jerez, donde completó el bachillerato y Comercio, simultaneándolos desde los 12 años con el trabajo en la empresa familiar.

A Cádiz llega en 1956 como gerente de Transportes Cela y aquí se casa con la gaditana Amparo Fernández de la Reguera, con quien tuvo siete hijos: Amparo, Carlos, Victoria, Concepción, Jaime, Cristina y Emilio.

Poco a poco fue adquiriendo acciones de la empresa hasta hacerse con todas ellas y convertirse primero en consejero delegado y después, en presidente del consejo de administración de Transportes Cela y Transcela. En la capital gaditana residió hasta 1984. Al año siguiente se trasladó a El Puerto de Santa María.

Al principio la firma se dedicaba al transporte de los residuos sólidos urbanos de la ciudad de Cádiz a una granja porcina en Alicante , pero luego enfocó su actividad a su transformación en abono de uso agrícola en tres fábricas, una en Linares y las otras dos en Jerez y El Puerto. Estas dos últimas las terminó adquiriendo el Consorcio Bahía Gaditana. A partir de ahí, Carlos Bernal crea Transcela, dedicada al transporte de viajeros, y Transportes Cela continuó centrada en el de mercancías. 

Conferenciante en un congreso ambiental mundial

Entre ambos hitos, recorrió medio mundo -incluida la URSS- aprendiendo y enseñando qué se hacía con eso que estaba dando tantos problemas ambientales. Y se hizo un experto de tal prestigio que participó como conferenciante en el primer congreso mundial que se celebraba dedicado a esta materia. Lo hizo con la conferencia titulada ‘Desarrollo de las instalaciones de transformación de residuos urbanos en compost, en España, y resultados obtenidos en la agricultura y la viticultura de la zona del Jerez-Xérès-Sherry’. “Fue un adelantado en su época en esto que ahora llamamos economía circular”, dice Amparo Bernal, la mayor de sus hijas.

Para asumir la presidencia de la Junta del Puerto tuvo que dimitir como vocal de la misma y también como vocal de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Cádiz. Durante su mandato en la Junta del Puerto se ejecutaron la primera y segunda fases de la terminal de contenedores Reina Sofía y se integró al puerto el Bajo de la Cabezuela.

En 1982 fue nombrado presidente del consejo de administración de la Caja de Ahorros de Cádiz, órgano al que pertenecía como consejero desde hacía dos años. Desde allí impulsó una brillante gestión económica centrada en el apoyo a las economías familiares y de las pequeñas y medianas empresas.En el ejercicio de 1984, la Caja de Ahorros de Cádiz fue la de mayor incremento en la captación de depósitos de España. Y con ese éxito afrontó el primer centenario de la institución, para el que convocó cuatro premios nacionales: ‘José María Pemán’, de artículos periodísticos; ‘Rafael Alberti’, de poesía; ‘Diego Fernando Montañés’, de novela corta y ‘Manuel de Falla’ y ‘José Cubiles’, de interpretación musical. También impulsó la publicación de libros como la ‘Historia del Carnaval’, de Alberto Ramos Santana. 

Después de casi cinco años al frente del consejo de administración de la Caja de Ahorros de Cádiz, en 1987, decidió dejar la presidencia, pese a que estatutariamente le correspondía permanecer un año más. En su despedida manifestó muy satisfecho que los objetivos que se había marcado ya estaban cumplidos.

Amigo de Juan de Borbón y de la familia real

Apasionado del motociclismo y de la náutica, fue presidente-fundador del Motoclub Jerezano entre 1953 y 1956 y vicepresidente y comodoro del Real Club Náutico de Cádiz desde 1970 hasta 1974. También fue fundador de la Hermandad del Transporte de Jerez.

Quizá gracias a su amor por el mar, mantuvo una estrecha amistad durante toda su vida con Juan de Borbón, el abuelo de Felipe VI, a quien convenció de que recalara en Cádiz con su yate dos o tres veces al año. Además, disfrutó de una cordial relación con Juan Carlos I y con el resto de la familia real. 

“Tenía un gran poder de seducción, de persuasión y de negociación y era habitual que invitase a Cádiz a ministros y así poder contarles de primera mano las necesidades de Cádiz y de su Bahía”, recuerda su hija.

Entre una multitud de anécdotas, Amparo Bernal recupera la de un despesque popular que organizó en la salina de San Gabriel, en La Isla, a la que gente de todo Cádiz llegó en bicicleta. 

“Era un hombre muy moderno y respetuoso con todo que siempre procuró aunar voluntades y llevarse bien con todo el mundo; eso sí, cumpliendo con los objetivos que se proponía”, recuerda su hija. 

Descanse en paz.