“Una carpa como la del Carnaval de Cádiz, junto a una zona residencial, no es lo más recomendable”
Enfoque de Domingo | Contaminación acústica
Ricardo Hernández, director del Laboratorio de Ingeniería Acústica de la Universidad de Cádiz y coordinador del Mapa estratégico del ruido, llama a cumplir los planes de acción ya trazados y a actualizar los obsoletos
El experto valora la retirada de los contenedores del muelle ciudad, las bandas de rodadura del perímetro del casco histórico y la caída de denucias por molestias derivadas del ocio nocturno
Cádiz/Director del Laboratorio de Ingeniería Acústica de la Universidad de Cádiz, Ricardo Hernández abanderó la elaboración del Mapa Estratégico del Ruido, una obligación para todos los municipios de los países miembros de la Unión Europea, que en la capital gaditana se culminó en 2012. “Estos planes llevan unos proyectos de planes de acción asociados. Se abordó la zonificación acústica en función de los criterios de uso, los objetivos de calidad y el propio mapa estratégico del ruido, un proyecto que se prolongó durante más de un año”, recuerda. “En función de los problemas de cada zona se estableció un plan de acción, vinculado al PGOU. Unos los asume el Ayuntamiento, otros la comunidad autónoma y otros son compartidos. Los mapas sirven para saber qué cantidad de personas en qué zonas concretas de la ciudad están por encima de los niveles de ruido aconsejados por la UE”, explica.
Ricardo Hernández considera que en el momento que se elaboró el mapa estratégico, “Cádiz no era una ciudad ruidosa, pero habrá que actualizarlo”. No es partidario de rankings por ciudades ni de cifras globales, sino de datos concretos en determinadas zonas y de planes de acción ajustados a ellas. “Muchas veces se requieren cambios de infraestructuras viarias o de movilidad urbana o de intermodalidad y eso tiene que estar recogido en el PGOU y se tiene que activar”.
Respecto a la ubicación este año de la carpa de Carnaval pegada al barrio de Santa María, entiende que la ley contempla exenciones para determinados actos culturales o fiestas tradicionales y que, “si no ha cambiado la normativa, es el Pleno el que debe aprobarlo”. Desde el punto de vista técnico y sobre la idea de “lanzar el ruido al mar”, tal y como propuso la concejala, el ingeniero considera que “se puede poner una pantalla gigante para que el sonido rebote, pero en Cádiz tenemos dos vientos que son dominantes y de eso depende hasta donde se traslade el ruido y con qué volumen, como demostraron las denuncias que se interpusieron cuando el muelle ciudad era terminal de contenedores. En ese caso, el plan de acción se ejecutó, Autoridad Portuaria cumplió y se trasladaron los contenedores a otro sitio”. “Para poner una carpa junto a una zona residencial hay que justificarlo muy bien porque desde el punto de vista acústico no es lo más recomendable, pero he visto en algunas ciudades que montan un escenario enorme en el centro y no pasa nada”, apunta.
Ricardo Hernández insiste en que es necesario desarrollar los planes de acción del primer mapa de ruido que no se hicieron, por cuyo motivo el Ayuntamiento fue apercibido por Bruselas dos veces. Lo más importante que cree que se ha hecho en Cádiz es “terminar lo que inició Teófila Martínez, que son los carriles de asfalto en la zona perimetral del casco histórico y lo del muelle ciudad, también”. Además, le consta que en los últimos cinco años ha disminuido el número de denuncias por ocio nocturno, a lo que contribuyó de manera crucial el traslado del botellón a la Punta de San Felipe.
9 Comentarios