La carta de una nieta al Defensor del Pueblo Andaluz por el inminente desahucio de su abuela de 88 años, en Cádiz

Dramática situación en un barrio turistificado

María Muñoz Ladrón de Guevara, de 88 años, en la salita de su casa, ante una foto con su marido. / Jesús Marín

Si nada ni nadie lo remedia, María Muñoz Ladrón de Guevara, de 88 años, será desahuciada de su hogar, donde vivió durante 57 años en el barrio de El Pópulo, el más antiguo y uno de los más turistificados de la ciudad de Cádiz.

Su "lanzamiento" está señalado para el próximo 26 de junio y pese a que su dramático caso ha tenido un gran impacto social y mediático a nivel nacional y ha despertado multitud de reacciones de apoyo, a día de hoy parece todavía inevitable. Eso, pese al enorme respaldo que ha encontrado por parte de la Plataforma de vecinos y amigos de El Pópulo que encabeza Antonio Gallardo, que desde el principio activó una potente campaña a su favor, y a que un constructor local, Agustín Rubiales, le ha ofrecido ya una vivienda de nueva construcción, que desgraciadamente no estará lista antes de un año.

Sin embargo, su familia no se da por vencida y continúa buscando una solución negociada con la propiedad. Pero las propuestas no están teniendo éxito. Ni siquiera la posibilidad de que se le prorrogue el contrato de alquiler a un precio de mercado durante el tiempo de espera de la vivienda que le ha brindado el constructor Rubiales. María está dispuesta a pagar 600 o 650 euros al mes, una cantidad que más que dobla su pensión y que multiplica casi por siete la renta actual, según explicó a este medio Eva Orihuela, una de sus hijas. "Todo esto le está afectando muchísimo y su salud está empeorando. Apenas si se puede levantar de la cama ni tiene ganas de comer", confesó Eva a este periódico.

Ante esta situación, su nieta, Andrea Gallardo Orihuela,ha informado al Defensor del Pueblo Andaluz de la dramática e injusta situación que está viviendo su abuela y, a través de una queja en forma de carta remitida por correo electrónico, pide a la institución que encabeza Jesús Maeztu que intervenga de manera urgente. Esta es la carta íntegra de una nieta en defensa de su abuela, cuando apenas queda algo más de un mes para que la echen de su hogar:"

"Buenas tardes,

Soy Andrea Gallardo Orihuela, con DNI [...] y os voy a contar la historia de mi abuela María Muñoz Ladrón de Guevara, con DNI [...]".

''Hoy, me veo en la dolorosa obligación de compartir la injusticia que está viviendo mi abuela María, una anciana de casi 90 años, quien ha sido desahuciada de su hogar en el emblemático barrio de El Pópulo, en Cádiz. Es mi deseo dar voz a esta historia para que la situación que enfrenta mi abuela no pase desapercibida, y se le brinde la visibilidad y el apoyo que tanto necesita en estos momentos difíciles.

El barrio de El Pópulo, antaño un lugar vibrante y comunitario, está sufriendo las secuelas de una transformación drástica debido a la turistificación desenfrenada. Lo que alguna vez fue un refugio familiar para vecinos que se conocían y apoyaban mutuamente, se ha visto invadido por una oleada de apartamentos turísticos que desplazan a sus residentes originales"."

"Mis abuelos, María y Antonio, establecieron su hogar en esta casa en el año 1967. A lo largo de décadas, construyeron su vida juntos y criaron a su familia en esta vivienda llena de recuerdos y amor. Sin embargo, la trágica partida de mi abuelo Antonio en el año 2016 dejó a mi abuela viuda y sola, enfrentándose a una lucha inesperada por mantener su hogar".

"La situación se complica cuando descubrimos que el contrato de arrendamiento de la casa únicamente estaba a nombre de mi abuelo, excluyendo a mi abuela de cualquier derecho sobre la propiedad que había sido su hogar durante tantos años. Esta omisión, deliberada o no, nos fue comunicada abruptamente mediante un burofax enviado por la casera, tres meses después del fallecimiento de mi abuelo. Resulta especialmente preocupante que los propietarios de la finca, una familia de gran influencia en Cádiz, no hayan actuado de manera transparente ni compasiva en este asunto. A pesar de las frecuentes interacciones con la casera, nunca se nos informó sobre la ausencia del nombre de mi abuela en el contrato de arrendamiento original".

"El paso del tiempo solo ha exacerbado la incertidumbre y el dolor de mi abuela. Tres años después de firmar un nuevo contrato de arrendamiento a su nombre, nos enfrentamos a la noticia de que no habrá prórroga y que mi abuela será desalojada de su hogar".

"Las palabras insensibles de la casera, expresando que 'no somos Hermanitas de la Caridad', han dejado una profunda herida en nuestra familia. Mi abuela, una mujer de honor y respeto, merece pasar sus últimos días en paz y tranquilidad en el hogar que tanto sacrificio le costó construir".

"La lucha por la justicia y el derecho a un hogar digno continúa para mi abuela María, de 88 años, quien enfrenta un desahucio inminente en el barrio de El Pópulo, en Cádiz".

"Tras meses de incansables gestiones y batallas legales, nuestra familia se encuentra en una situación desesperada mientras luchamos por proteger el hogar que ha sido el refugio de mi abuela durante más de 50 años".

"Nuestra odisea comenzó el 21 de noviembre de 2022, cuando acudimos a Procasa [la empresa municipal de vivienda del Ayuntamiento de Cádiz] en busca de una prórroga en el contrato de alquiler debido a las dificultades de salud de mi abuela y la escasez de viviendas en Cádiz. Sin embargo, nuestra petición fue rechazada, lo que nos llevó a buscar la ayuda de un abogado de oficio. A pesar de nuestros esfuerzos, este recurso también fue denegado debido a los ingresos modestos de mi abuela (se excedía 40 euros)".

"Sin rendirnos ante la adversidad, nos dirigimos a los Servicios Sociales en busca de apoyo. En marzo de 2023, se presentó una solicitud de vulnerabilidad al juzgado, adjuntando documentación relevante sobre la situación de mi abuela. A pesar de los esfuerzos por obtener ayuda legal, la lucha continuó y nos vimos obligados a contratar a la abogada Carmen Tejonero para representarnos en el juicio".

"A medida que avanzaba el tiempo, la situación se volvía cada vez más angustiosa. En enero de 2023, recibimos la devastadora noticia de que el juicio fue desfavorable para mi abuela, lo que resultó en la orden de desahucio. A partir de entonces, nos vimos inmersos en un ciclo interminable de apelaciones y recursos legales por ambas partes, prolongando la agonía de mi abuela y nuestra familia".

"A pesar de nuestros esfuerzos incansables, el juez desestimó la vulnerabilidad de mi abuela y fijó la fecha del desahucio final para el 26 de junio de 2023, a las 10 a.m. La situación de mi abuela se ha deteriorado considerablemente debido al estrés y la angustia, lo que ha provocado problemas de salud y un estado de ánimo deprimido".

"Ante esta situación desesperada, nos hemos visto obligados a recurrir a los medios de comunicación en busca de ayuda. Gracias a la presión mediática, el constructor solidario Agustín Rubiales se ha comprometido a construir 12 viviendas destinadas a fines sociales, incluida una para mi abuela. Sin embargo, la construcción aún no ha comenzado, y necesitamos frenar el desahucio hasta que las nuevas viviendas estén disponibles, lo que podría llevar hasta 10 meses".

"Nuestra familia está dispuesta a pagar una renta justa y acorde a la pensión de mi abuela mientras esperamos una solución definitiva. Pedimos a las autoridades y a la sociedad en general que nos apoyen en esta lucha por la justicia y la dignidad de mi abuela,una mujer que merece pasar sus últimos días en paz y en el hogar que tanto ama".'

"Adjunto a este correo electrónico encontrará una serie de documentos que respaldan nuestra solicitud de intervención urgente en este caso: Documentos de la vivienda (contrato de alquiler actual, fecha de señalamiento y notificación de desahucio), sentencia de juicio, burofax, informes médicos, informe de vulnerabilidad, historial médico de mi abuela y noticias de televisión y prensa".

"La situación actual de mi abuela es extremadamente preocupante, y tememos por su bienestar físico y emocional. Hemos agotado todas las vías legales disponibles y nos dirigimos a usted en busca de ayuda y apoyo en este momento crítico".

"Le agradeceríamos mucho si pudiera revisar la documentación adjunta y considerar la posibilidad de intervenir en este caso para evitar el desahucio de mi abuela y garantizar que pueda vivir con dignidad en su hogar".

"Quedo a su disposición para proporcionar cualquier información adicional que pueda necesitar y agradezco de antemano su atención a este asunto urgente.

Un saludo,

Andrea Gallardo".

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