La ciudad que despinta

El vandalismo urbano utiliza de forma habitual las fachadas de la ciudad, algunas con un evidente valor histórico y cultural, cubriéndolas de las más variadas pintadas El coste de la limpieza se deja en manos públicas

La ciudad que despinta
La ciudad que despinta
José A. Hidalgo

02 de febrero 2014 - 01:00

Hay espacios ciudadanos que tienen un cierto gafe en materia de limpieza. La muralla del Fuerte de la Cortadura es uno de ellos. Adecentado hace unos meses por el Ayuntamiento, cada dos por tres, hay que retocarlo, con el coste que ello supone para las arcas municipales, al aparecer pintadas de lo más variadas. Ahora parece que los autores de estos actos de vandalismo urbano se han aburrido del tramo más cercano al apeadero de Renfe y han centrado sus esfuerzos destructivos en la muralla vecina a la playa de Cortadura.

No está mal: lo primero que visualiza un viajero que llegue a Cádiz en coche por la autovía de San Fernando es un amplio catálogo de pintadas en una de las murallas de la ciudad, que recientemente pasaron a propiedad del Ayuntamiento que gastó una cantidad nada despreciable en arreglarla.

En este caso, como en todos los que afectan a las pintadas que llenan algunos espacios públicos de la ciudad, la responsabilidad no es de la administración, si no de los 'ciudadanos' que malgastan su tiempo es ensuciar todas las superficies verticales que se encuentren.

Hace una década se podían contar en el conjunto del término urbano unas 6.000 pintadas. Hoy el número puede haberse reducido de forma significativa ya que el Ayuntamiento asume con sus medios la limpieza de estas pintadas, pues son escasas las ocasiones en las que se ha logrado atrapar a los autores de estos actos de vandalismo urbano.

Sí permanecen, sin embargo, pintadas de grandes proporciones ubicadas en espacios urbanos con gran visibilidad y, en especial, en zonas con un valor histórico y turístico evidente, por lo que el destrozo es doble. Es el caso de la muralla de San Carlos. Hace poco se volvió a pintar el paseo superior que, como se puede ver en esta página, vuelve a estar cubierto de pintadas. Cerca, en el paseo de Pascual Pery Junquera la llamada a una "huelga salvaje" debería de dañar al conjunto de los ciudadanos, incluso a los que pudieran estar de acuerdo con esta medida de presión.

Este paseo portuario junto a la zona industrial y las inmediaciones del solar del ¿futuro? Hospital Regional son las vías preferidas de la ciudad por los autores de las pintadas. Por contra, ha descendido notablemente las que eran habituales a lo largo de la Avenida y en zonas como el paseo interior de San José.

El Ayuntamiento destinada al año varios miles de euros en la limpieza de estas pintadas, algunas complicadas de eliminar porque se realizan sobre superficies difíciles de tratar.

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