"Las clases populares van a ser más que expulsadas de Cádiz"
Manuel González Fustegueras. Arquitecto
El urbanista reflexiona sobre los nuevos paradigmas de rehabilitación que expone en la jornada del Colegio de Arquitectos y sobre la situación de Cádiz
Cádiz/-es el encargado de introducir la jornada 'Instrumentos para la rehabilitación urbana' en el Colegio de Arquitectos. ¿Qué plantea?
-Planteo fundamentalmente la situación en la que estamos y a partir de ahí establecer cuáles deberían ser los nuevos paradigmas. Me parecía interesante reflexionar sobre el por qué es necesario un cambio y cuál deberían ser los elementos fundamentales para hacerlo realidad. No se trata sólo de apostar por la rehabilitación, sino de rehabilitar de una determinada manera, desde los tres elementos básicos como son lo social, lo económico y lo ambiental-urbanístico. También planteo que hay alguna responsabilidad por parte de la administración desde lo pedagógico, no desde la imposición, sino desde el cambio de cultura. Voy a intentar demostrar que esto es lo barato. Te diría lo que me enseñó cuando estudiaba un catedrático de Construcción, que decía que los materiales de construcción tenían que ser bonitos y baratos. Y yo creo que los nuevos paradigmas deben ser así.
-Se abordan modelos de rehabilitación en otros territorios, pero como conocedor del nuestro. ¿Qué podemos importar a Cádiz?
-Te diría que algunos proyectos de investigación en los que hemos trabajado con la Universidad, incluso premiados, se han aplicado y adoptado en otros sitios y aquí en Andalucía no.
-Quizás sea necesario un cambio en los roles de la administración, que no sean promotores como eran antes y más implicación del sector privado. ¿Es posible?
-En mi opinión los temas de colaboración público-privada son esenciales por varios motivos. Primero porque la administración no tiene dinero, segundo porque hay dinero pero hay que aprender a usarlo bien, y tercero, el grueso de la gente afectada por los temas de rehabilitación integral no tiene capacidad económica. En ese encaje es posible.
-¿Y cuáles son las fórmulas?
-Por ejemplo, olvidar las subvenciones, el subsidio y confiar más en la gente que administra. En aquel trabajo que hicimos comprobamos que la banca está dispuesta, las empresas también lo están, y lo que hay que encontrar son mecanismos de colaboración entre empresa, banca y administración. Y es posible porque no estamos inventando nada. Ha ocurrido en este país hace tiempo.
-Hasta las clases medias tienen problemas en Cádiz para acceder a una vivienda digna.
-¿Por qué pierde Cádiz población? Porque no hay opciones y como Cádiz, además, es un capital atractivo, las clases populares van a ser más que expulsadas de aquí. No tengo que hablar de gentrificación y turistificación. Ahora hablan de las plataformas de internet de Airbnb, pero hay que intervenir de forma proactiva, no se trata de prohibiciones, sino de formas de intervención.
-Uno de los motivos es el crecimiento de las viviendas o apartamentos con fines turísticos. ¿No es hora de legislar antes de que ocurra lo de Barcelona?
-Pues claro que hay que legislar, pero la bronca es quién tiene que hacerlo, el Estado, la comunidad autónoma o el Ayuntamiento y todos tienen que hacerlo.
-El Ayuntamiento gaditano está realizando aquí un mapa de densidad turística.
-Pues muy bien, pero no me hace falta, está en el centro histórico. Y hay que actuar porque se expulsa a la gente habitual y, además, se expulsa incluso al turismo. A los turistas le venden que van a vivir la verdad, pero cuando las ciudades se convierten en lo masivo, viven en una mentira. Y comprendo que no es fácil medir la capacidad de carga que tienen los territorios, pero es evidente también que en algunos está sobrepasada. La ciudad no se puede vender al turismo porque si la vendemos, ¿qué nos queda? Podemos aprovechar sus recursos, pero si esto pasa por expulsar a la gente, al final, ¿quién hace el negocio?.
-Precisamente en Cádiz hay mucho inversor nacional y extranjero.
-Fondos de inversiones que al final te dan cuchillazos por la espalda. La economía colaborativa se convirtió en economía especulativa. Tenemos que estar atentos y que no nos vendan las mentiras de forma tan descarada. ¿Y qué va a ocurrir? Pues que Cádiz se convertirá en Venecia, será un escenario.
-Como autor de la propuesta de la Gran Plaza del Mar, ¿que opina de los nuevos planes de integración del puerto en la ciudad?
-Me parece muy bien que se reflexione sobre este tema y lo cierto es que no es complicado. Los suelos portuarios deben usarse para lo que yo propuse en su día, para hacer algo que no exista en ningún lugar del mundo, como por ejemplo, un parque tecnológico en el centro de una ciudad histórica. Un parque normal, pequeño, vinculado con la ciudad del mar, en el centro, es la única novedad. ¿Viviendas? No. ¿Hoteles? Ya están los barcos. Es sólo una reflexión en voz alta, pero el valor añadido es hacer algo singular.
-¿Cádiz tiene claro entonces el modelo de ciudad que quiere?
-No tiene más remedio. Sólo tiene que aprender de la historia.
-En cambio, muchos proyectos como éste del puerto-ciudad no cuajan. ¿Por qué?
-Porque al final nadie está dispuesto a hacer nada. Es una gran mentira. No es porque no tenga un modelo de ciudad sino porque no hay decisión. Pero esto no es de ahora, esto es de siempre.
-El delegado de Vivienda decía a 'Diario de Cádiz' que los planes generales no se ajustan a la realidad de las ciudades, ¿es tan complicado modificarlos?
-Cómo se van a ajustar si la Junta tarda en aprobarlos millones de años. De modo que cuando llegan están obsoletos. Lo que significa es que hay que pensar de otra forma. Estoy de acuerdo con el delegado de Fomento y Vivienda, pero que se apliquen el cuento.
-¿Qué podemos aprovechar del ciclo de Arquitectos entonces para nuestra ciudad?
-Pues las cosas que están haciendo otros, que no son extraordinarias pero aquí todavía no se están haciendo. Y ninguna se puede traspasar automáticamente, pero de todas se puede aprender.
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