La zona del colector de la playa de Santa María está en situación límite
Infraestructuras
El Ayuntamiento se plantea llevar a cabo acciones más firmes para que la Junta haga las obras que corrijan el problema y también para impedir el acceso por una zona que está muy mal
A pesar de que hay carteles por todos lados en los que se indica que está prohibido transitar y permanecer junto a los bloques por peligro de derrumbe, un grupo de chicos jóvenes pone allí su sombrilla, sus sillas de playa y hacen oídos sordos a las indicaciones. El grupo de bloques que está en el final de la playa de Santa María del Mar y el inicio de La Victoria, donde se encuentra la escalera de caracol y que sirve para proteger a duras penas a un colector de aguas pluviales, está en unas condiciones muy malas.
Al Ayuntamiento de Cádiz y a Aguas de Cádiz le duele la boca de reclamar una solución. A la Junta de Andalucía han llegado numerosos escritos instándole a que se haga cargo de una obra que le corresponde y que en su día hizo en malas condiciones, tanto que ni siquiera el consistorio gaditano hizo una recepción oficial de unos trabajos que culminaron hace más de una década. Pese a que es una obra que no tiene excesivo tiempo, el que se hiciera ya mal desde el principio y por el lugar en el que se encuentra, ha hecho que el deterioro haya sido máximo.
Los carteles no han sido suficientes y desde el Ayuntamiento se plantean otras alternativas más restrictivas para evitar que la gente pueda permanecer en ese lugar.
Desde el punto de vista municipal se está tratando de trazar un doble camino. Por un lado, el de mejorar la seguridad en la zona y, por el otro, la reclamación a la Junta de Andalucía para que lleve a cabo las obras que den solución a este colector.
Porque el convenio que firmaron en el año 1994 la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Cádiz en el que se hace el reparto de una serie de obras, ésta queda bajo el amparo de la administración autonómica. Sin embargo, pese a todos los escritos que se han enviado desde Aguas de Cádiz, no han recibido respuesta a ni uno de ellos.
El problema es que cuando la Junta hizo la obra, utilizó una solución que se ha demostró casi desde el principio que era ineficaz.
La normativa decía que no se puede meter un colector paralelo al dominio público marítimo salvo que se dé la circunstancia de que lo haga debajo del paseo marítimo.
Y aunque no lo parezca, eso es lo que hay en esa zona, una especie de paseo marítimo o, mejor dicho, los restos que quedan de él porque incluso durante la ejecución de las obras, el oleaje acabó llevándose toda la solería del mismo. Ahora, por detrás de los bloques que tratan de proteger al colector, quedan restos de ese paseo en la parte que parece casi una escombrera.
En Aguas de Cádiz se ha llegado a hacer incluso un anteproyecto con el diseño de lo que podía ser una solución, creando una especie de berma, es decir un muro con una caída que tendría distintos perfiles según el lugar en el que se encuentre y por dentro iría el colector. Es una obra que tendría un coste de tres millones de euros como solución menos costosa y duradera.
Lo que se tiene claro desde el lado municipal es que en las actuales condiciones no se puede seguir. Aquí también el Ayuntamiento se está planteando otras acciones alternativas más radicales para tratar de forzar a la Junta de Andalucía hacer unas obras que requieren de una urgencia por el tema de la seguridad.
En esa misma zona, la caída del perfil de la arena en ese lugar de la playa ha hecho que cuando la marea está baja, tratar de acceder o salir por la escalera de caracol es casi una tarea imposible por la altura que hay entre la base de esta escalera y la arena. No sólo es una cuestión de movilidad, sino que hasta para gente que se encuentre en buena forma supone una dificultad.
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