El colegio mayor estrena una nueva etapa, "libre de novatadas"
Universidad de cádiz
Antiguos colegiales y trabajadores coinciden con las nuevas generaciones en la inauguración de un centro completamente renovado
60 estudiantes de otras localidades de la provincia, del país y del extranjero, disfrutan ya de las flamantes instalaciones
María Rueda, la última gobernanta del antiguo Colegio Mayor Beato Diego de Cádiz, hoy de la Universidad de Cádiz, se convirtió ayer por la tarde en la verdadera protagonista del acto de inauguración de un centro completamente renovado por dentro, pero que conserva esqueleto, corazón y alma. Tanto es así, que el rector de la UCA, Eduardo González Mazo, quiso compartir con ella el tradicional descubrimiento de placa.
A María no paran de saludarla, de besarla, de abrazarla antiguos estudiantes, viejos compañeros de trabajo y hasta sus hijos, algunos de ellos criados en aquel caserón frente al Parque Genovés. “Esto me daba a mi vida, era muy feliz aquí”, confiesa entre antiguos colegiales tocados con sus becas, mientras rememora algunas de las trastadas a las que a veces tenía que poner coto. Como cuando a alguno se le ocurrió refrescar con agua helada la sotana del capellán que presidía el comedor... “Yo sólo decía ‘esto no puede volver a pasar, y no había un colegial que me dijera: y usted, ¿quién es?”.
También estaba allí Antonio Pozo, su sucesor, a quien le correspondió el cierre del edificio y quien todavía recuerda los típicos problemas de lavandería que generaban los estudiantes...
Junto al rector presidieron el acto los vicerrectores de Alumnado e Infraestructuras y Patrimonio, Concha Valero y José María Mariscal, respectivamente, y el actual director del colegio mayor, Enrique García Luque. José Juan Bosco López, su antecesor entre 1991-1997, rememoró aquellos tiempos difíciles en los que convivían estudiantes y trabajadores con personajes como Carlos, El Legionario, o un antiguo conserje de noche que cuando se jubiló no tenía a dónde ir.
También intervino la catedrática de Psicología Paloma Braza, nacida en el centro, que dedicó un entrañable homenaje a su padre, el doctor Braza, primer rector del colegio. Estuvieron presentes el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco; el concejal de Juventud y Deporte, Adrián Martínez de Pinillos y el candidato socialista a la Alcaldía de Cádiz, Fran González, entre otras personalidades.
Pero la inauguración no sólo tuvo un punto nostálgico, sino que se convirtió en un enlace entre las viejas generaciones y las nuevas, que ya disfrutan de unas instalaciones de altísima calidad, algunas más propias de un hotel de cuatro estrellas que de un colegio mayor. Un colegio mayor que empieza una nueva etapa, “libre de novatadas”, tal y como advirtió el rector, quien hizo hincapié en la vocación transmisora de valores del centro.
El centro alberga este curso a 60 estudiantes, 28 mujeres y 32 hombres, procedentes de otras poblaciones de la provincia y del país, pero también de Francia, Cuba, China y Rusia. Entre ellos estaban Mercedes, de Mérida; Laura, de Málaga; Mariluz, de Chipiona; Ágathe, de Francia; Juan Carlos, de Tarifa y Natalia, de Madrid, encantados todos de estrenar colegio con pistas de deportes, gimnasio, solarium y parking.
Celia Ríos, alumna del grado de Ingeniería Aeroespacial intervino representándolos a todos. Y Javier Martín, alumno del máster en Arqueología Náutica y Subacuática de la UCA, amenizó el acto con su gaita.
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