El Colegio de Médicos de Cádiz alerta sobre la “crisis vocacional” de la profesión

R. C. cádiz

El Colegio de Médicos de la Provincia de Cádiz celebró ayer en el Palacio de Congresos el acto de homenaje a la colegiacion con motivo del Día de la Profesión y de la festividad de la patrona de los médicos, la Virgen del Perpetuo Socorro, que se conmemoraba el pasado jueves 27 de junio. Durante esta ceremonia se distinguió a los colegiados honoríficos y se otorgaron las insignias de la Orden del Perpetuo Socorro. 

En sus palabras de bienvenida, el presidente del Colegio de Médicos, Juan Antonio Repetto, alertó sobre la sustitución de la figura del médico por la del especialista y la “crisis vocacional” que aqueja a la medicina: “Es ahí donde se producen una serie de contradicciones que ni la sociedad, ni las autoridades sanitarias, ni quizás tampoco la misma profesión hemos sabido digerir”, expuso, para situar la deontología médica como “ese garante que incrementa la confianza en una ciencia que, además de empírica, es ética y humana, condición esta indispensable para un progreso firme”.

El acto concluyó con la entrega de los premios y becas del Colegio, que en la última convocatoria anual recayeron en los colegiados Almudena Alonso, Gonzalo Gallo, Myriam Viedma, Esther Ortega, Cristina Vallejo y Jesús Pecci.

El acto contó con la asistencia de la delegada territorial de Salud y Consumo, Eva Pajares; del presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía, José Antonio Girón; de María Jesús Sánchez, en representación de la Facultad de Medicina, y de la concejala delegada de Accesibilidad, Nuria Álvarez, así como de representantes de otros colegios profesionales sanitarios.

El Colegio de Médicos de la Provincia de Cádiz es una corporación de derecho público que representa y defiende los intereses profesionales de sus colegiados, ordena la actividad profesional y ejerce su control deontológico, entre otros fines y funciones, con el fin último de velar por la calidad de la prestación asistencial.

A finales del mes de junio, el Colegio de Médicos de Cádiz dejó su histórica sede en pleno centro de Cádiz, en dos edificios en Cervantes y Benjumeda, para abrir sus nuevas dependencias en la cuarta planta del Edificio Glorieta, en el recinto exterior de la Zona Franca de Cádiz. El cambio de sede está motivado, según la propia institución, por “una serie de necesidades de atención a los colegiados y a la sociedad que la anterior estructura arquitectónica no podía satisfacer”.