Un coloso dormido en el tiempo
La antigua Escuela Náutica de Cádiz envejece esperando un uso
UCA, colectivos vecinales, asociaciones y alguna que otra Administración piden la recuperación del edificio de Náutica pero la realidad es la que se ve por fuera y por dentro
Lo han okupado, lo han expoliado, lo han abandonado. Y nada se sabe de su futuro. Sobre su futuro sí se sabe que aporta una pésima imagen a un frente de la ciudad al que miran los que nos visitan y los que vivimos en la ciudad. Cerrado de manera definitiva a mediados de 2008, después de que anunciara la Junta que estaba en mal estado.
Al final es un grupo de ex alumnos de la Escuela Náutica que se han unido bajo unas siglas, Amen los que no quieren cejar en la batalla. “Que así sea”, un acrónimo que resulta del nombre Asociación de Marinos de la Escuela Náutica de Cádiz y con el que pretenden “salvar la escuela”, a las que le une el amor por la ciudad de Cádiz, aunque muchos de sus socios no sean ni gaditanos, y los buenos recuerdos que aún guardan de su paso por la escuela en la que aprendieron casi todo lo que ahora saben sobre la mar y sobre la navegación.
Ya han elaborado una carta que le quieren remitir a la delegada de la Junta de Andalucía en Cádiz, Ana Mestre, en la que le piden una reunión y le ruegan que interceda para que el edificio no quede dormido para siempre. Allí quieren un algo relacionado con el mar, un museo naval o un centro de exposiciones en el que tenga cabida tanto la iniciativa privada como la pública con tal de que no caiga en el olvido. De hecho tienen pensado quedar sus ya casi 200 asociados a las puertas del edificio, frente a La Caleta, para hacerse una foto de familia que demuestre que son muchos los que piensan que ese barco está ahora mismo a la deriva pero que aún flota.
El rector, Francisco Piniella, ha trasladado ya su planteamiento en nombre de la UCA de convertir Náutica en una especie de edificio multifuncional, pero siempre relacionado con el mar. En este sentido, Piniella plantea que el edificio fuera sede de un centro de la denominada economía azul, también una fábrica de emprendedores para negocios relacionados con el mar. Incluso plantea un uso compartido del inmueble con el Centro de Arqueología Subacuática que actualmente está operativo en el Balneario de La Palma pero al que tanto la Junta como el Ayuntamiento, en teoría, están buscando salidas para dedicar el Balneario a un uso más relacionado con el ocio.
Teófila Martínez, y luego su sucesor al frente del PP municipal Juancho Ortiz, llegaron a decir que el Museo de Arqueología Subacuática se va a hacer allí “sí o sí”. Ortiz aseguró que el museo subacuático “lo vamos a conseguir de la misma manera que pretendimos el soterramiento, el segundo puente o la rehabilitación del casco histórico”.
Pero por unos o por otros y la casa sin barrer. Ni Junta, ni Ayuntamiento, ni UCA han hecho nada, de momento. Bueno, casi nada, ya que en días pasados se apresuraron a eliminar una pancarta que los integrantes de Amen habían colocado a las puerta del edificio de Náutica en el que pedían ayuda para su salvación.
Ellos sí parece que van por derecho y tienen ya una asociación con entidad y un decálogo en el que como punto décimo aparece la intención de luchar por la Escuela Náutica de Cádiz “como edificio multiusos para actividades o instituciones relacionadas con la Mar”.
Mientras tanto, han tabicado puertas y ventanas para evitar okupas pero el interior sigue como si el barco de la escuela hubiera padecido un temporal del que aún no se ha recuperado, tal y como muestran las fotos que ilustran este reportaje.
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