El comercio del centro de Cádiz sigue en movimiento

Obras y proyectos. Aperturas y novedades. El comercio del centro de la capital gaditana vive tiempos de cierto alivio con iniciativas que demuestran que, aunque falta mucho por recorrer, los pequeños empresarios mantienen sus sueños de emprender en una ciudad castigada en los últimos años por numerosos cierres de locales, en un sector castigado por la crisis y la pandemia. Basta darse una vuelta para encontrarse con nuevos negocios o bien trabajos que los anticipan. Eso sí, todavía quedan muchos espacios clausurados. 

Dos de los locales que se están poniendo a punto tienen su historia. Uno de ellos hace esquina entre Vargas Ponce y la calle Manzanares. Hace muchos años que no lo ocupa ningún negocio, pero ahora se proyecta la apertura de un centro de estética y nutrición. Antes ha servido de almacén para la cercana Ortopedia Garo en la calle Matrona Teresa Rodríguez, antigua Cabrera de Nevares.

El otro local es el que acogió en tiempos a Chocolates Pancracio al inicio de la calle José del Toro, pegado a la iglesia de San Pablo de la calle Ancha. En anteriores navidades este espacio fue aprovechado por la empresa Aromas de Medina para vender sus dulces. Ahora se están efectuando obras para su adecuación y puesta en alquiler para quien esté interesado en abrir un negocio.  

Cerca, en Ancha, se ha producido una apertura en el local que ocupó la Copistería San Rafael -antes de trasladarse a otro lugar de esta calle- junto al edificio José Pedro Pérez Llorca de la Universidad de Cádiz. Se trata de una tienda de moda urbana llamada Kingdom que además cuenta con barbería y estudio de tatuajes. 

Otra de las novedades se ha producido en el número 12 de la calle Rosario, donde a finales de enero cerró su tienda física la firma Calvichi’s. Allí ha abierto la franquicia Locker in the City, un lugar a modo de consigna donde los turistas pueden dejar sus maletas mientras visitan la ciudad.  

Otro novedoso fichaje del comercio del casco antiguo ha sido la quesería La cabra loca que regenta José Gago en el número 38 de la calle Hospital de Mujeres, que está teniendo gran aceptación por su especialización en todo tipo de quesos.

Las últimas y llamativas incorporaciones se han producido en la llamada Milla de Oro del comercio del centro: la calle Columela. Allí han abierto casi de una tacada la firma de ropa Silbon para vender su línea masculina -la femenina la mantiene en la calle Nueva-, otra firma de moda como Scalpers en el local que ocupó antes Oysho, la marca de lencería del grupo Inditex, y la franquicia de chuches y chocolatería Captain Candy Shop en la esquina con la calle Cánovas del Castillo, en el sitio que ocupó hasta junio de 2023 Multiópticas Iglesias.

En esta calle quedan pocos locales vacíos. Uno de ellos es el que ocupaba Desigual y el otro, haciendo esquina con San Francisco, el que acogió hasta hace poco a la firma de complementos Bimba y Lola, que ahora se encuentra en la intersección de Columela con la plaza de El Palillero. 

La última tienda de Inditex en el centro

Yolanda Pérez, gerente de CCCA, aseguraba el pasado mes de abril que el colectivo que representa maneja datos extraídos de un estudio reciente en el que “nos ha sorprendido que no son tantos los locales vacíos”. Pérez manifestó que “es cierto que muchos comercios están enfocados al turismo más que al público en general, pero el balance es positivo”. 

El último local de los más céntricos y golosos que se ha quedado vacío ha sido el de la calle Novena, donde se ubicaba hasta principios de este mes de julio la tienda de moda Stradivarius. De esta manera, el grupo Inditex cierra su último negocio en el centro de la ciudad y ya solo le queda otro Stradivarius en extramuros, en la avenida Ana de Viya, 50, frente al hospital universitario Puerta del Mar. En Novena, su lugar lo ocupará la marca danesa Normal, que se dedica a la venta de productos variados a bajos precios.