La icónica churrería La Marina de Cádiz busca personal: así lo ha anunciado en redes su nuevo dueño

La cafetería La Marina seguirá su andanza en la plaza de Cádiz, tal y como se anunció al cierre. El cocinero gaditano Alejandro Alcántara ha cogido el mítico negocio que cerró por la jubilación de su antigua propietaria para mantener la tradición de churrería, además de añadir una cervecería y ultramarinos. "Gaditanos, la Marína va a ser una realidad, la vamos a liar en Cádiz", anuncia en sus redes.

En su perfil de instagram ha contado que el local ya está en obra y que están sumidos en el proceso de selección de personal.

Tal y como contó este periódico, Pablo y Guillermo Moral, más su amigo de la infancia Ale Alcántara, no se lo pensaron y consiguieron el acuerdo con Mari Carmen para el traspaso, y poder emprender así un nuevo negocio. Entre las condiciones, mantener el nombre del local y sus churros, ya que se trata de un bar declarado por el Ayuntamiento de Cádiz como patrimonio etnológico de la ciudad.

Pablo Moral reconoce que el proyecto que tienen entre manos “da vértigo”, pero “oportunidades así no surgen todos los días”. Cuando Ale Alcántara, cocinero gaditano, decidió volverse a Cádiz tras su estancia en Madrid, cogió con los hermanos Moral el local que ocupó, frente a San Felipe Neri, el Barra Siete y luego tuvo otros nombres. El negocio de los tres se llama ahora Beduino. Los Moral, que también regentan desde el verano el bar Don Jamón en la avenida, tenían planes a medio plazo, pero el cierre de La Marina era un pastel tan goloso que “se precipitó todo y nos embarcamos”.