El compromiso social de Torroja
exposición
La directora de la Fundación del ingeniero, Pepa Cassinello, inauguró la muestra con una conferencia en la que resaltó su generoso y audaz ingenio
Cádiz/Buceando en los archivos de Autoridad Portuaria, el investigador, profesor y arquitecto Ricardo Sánchez Lampreave halló en abril de 2015 un proyecto del reconocidísimo ingeniero Eduardo Torroja en Cádiz. Se trataba del primer proyecto de la incipiente Zona Franca, donde este visionario ya planteaba esta perspectiva genérica de la Bahía gaditana a finales de los años 20.
Este descubrimiento fue el germen de la exposición que ayer inauguró el Colegio de Arquitectos de Cádiz. Eduardo Torroja. Propuestas para la bahía de Cádiz, 1927-1928, que enfatiza en este proyecto recién descubierto y del que la Fundación Torroja no tenía constancia, y en el del puente que unía Matagorda con Puntales, que no se llegaron a construir. Una muestra que se pone en marcha por el Colegio de Arquitectos gracias a la colaboración del Ministerio de Fomento, la Zona Franca de Cádiz, la Autoridad Portuaria de la Bahía y la Fundación Eduardo Torroja, en una ambiciosa iniciativa con la que Arquitectos salta por primera vez a Madrid, a las Arquerías de Nuevos Ministerios, donde posteriormente itinerará la muestra el próximo mes de abril y hasta junio.
La directora de esta entidad, Pepa Cassinello, fue la encargada de inaugurar la exposición con una conferencia en la que no sólo resaltó El audaz ingenio de Eduardo Torroja, sino la faceta más humana y modesta, el compromiso social de un ingeniero de personalidad arrolladora y tremendamente solidaria y constructiva.
Así lo contaba Cassinello, que destacó las razones por las que Torroja es un referente internacional para todas las generaciones, por "un modelo de pensamiento muy especial, claro, dirigido a la innovación y lo racional, y con una labor social detrás tremenda".
También incidió en su labor en la transmisión de pensamientos, los que legó en su libro Razón y ser sobre estructuras "escrito por uno de los grandes ingenieros con tal generosidad que todos entienden". Otro rasgo de su generosidad son las marquesinas que le hacía y que no están registradas para los cines a Sánchez Esteve.
La relevancia social de la Fundación Torroja es otro de los puntos que señaló, al hilo del Instituto que creó el ingeniero para ver qué pasaba en el mundo. "Empezó una labor que incluso absorbió el propio Consejo Superior de Investigaciones Científicos, con la que ayudó, formó a obreros para racionalizar la construcción y dio apoyo a todas las empresas que quisieron hacer una patente. De hecho, las entrañas de los edificios de España están llena de patentes nacidas gracias a su apoyo para construir mejor".
Son tres sus obras icónicas de cubiertas laminares, una de ellas en el Mercado Central de Abastos de Algeciras, aunque firmó hasta 22 proyectos en una provincia con la que tuvo mucho contacto.
La exposición que ayer se abrió al público integran los dos de Cádiz. Su comisario, Ricardo Sánchez Lampreave, explicó que el protagonismo lo tiene el proyecto completo de Zona Franca, "del que no han cabido todos los planos", aparte de ocho planos del Puente, "en una selección que muestra bien cómo lo imaginó, calculó y presentó". La completan una selección de planos previos y posteriores a la Guerra Civil, sobre las propuestas posteriores a Torroja, incluida la del pequeño aeropuerto que pensaban integrar.
Y la guinda es la maqueta de 2x2 metros que ha financiado Zona Franca que recoge la visión de la Bahía de Cádiz si se hubieran llevado a cabo los proyectos de Eduardo Torroja.
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