“Cádiz es una ciudad súper vendible, se vende por sí sola”
Entrevista con la concejal de Turismo del Ayuntamiento de Cádiz, Montemayor Mures
La edil de Turismo del equipo de Kichi hace balance de su participación en la Feria de Turismo de Berlín: “2022 será el año en el que el sector se va a recuperar al completo”
Montemayor Mures, edil de Turismo del Ayuntamiento de Cádiz, acaba de asistir de manera telemática a la ITB, la Feria de Turismo de Berlín, una las citas más importantes dentro del sector, en el que se sondea tanto la situación actual que se vive como las expectativas para los años venideros. Monte Mures “regresa” de Berlín cargada de optimismo. Reconoce que la situación actual que vive Cádiz es delicada pero que no deja de ser la misma que la de otras ciudades turísticas del mundo.
–¿Cómo se puede vender Cádiz con la de problemas que tiene?
–Aquí lo tenemos muy fácil. Cádiz, de manera natural, casi sin hacer nada, es ya una ciudad súper vendible, se vende sola. Uno tiene que hacer el trabajo como cualquier comercial. Pero es cierto que Cádiz tiene una cosa que no te encuentras fuera: la idiosincrasia del gaditano. Es difícil encontrar la hospitalidad que la gente encuentra en esta ciudad. Eso independientemente de que luego tenemos un patrimonio cultural muy interesante, las playas... La ciudad en sí misma es una ciudad muy amable y muy paseable.
–Pero ya nada tiene que ver el turista que hoy visita Cádiz con el de hace unos años.
–Ahora mismo el turista busca una experiencia. Ya no busca la Torre Eiffel o los grandes monumentos. Busca una experiencia, busca cómo integrarse en la ciudad y para eso ciudades como Cádiz lo tienen todo. Realmente es muy fácil vender la ciudad fuera. Por poquito que cuentes sus bondades, tenemos el trabajo hecho.
–¿Y se ve obligada a callar algo?
–No estamos obligados a callarnos nada porque la situación que ahora estamos viviendo con la pandemia es muy parecida a la que están viviendo en otras ciudades turísticas, tanto a nivel nacional como internacional. Haber asistido a esta feria me ha hecho ver que lo que está pasando en Cádiz no es exclusivo de Cádiz.
–¿Su obligación es ver siempre la botella medio llena, no?
–En este encuentro me he topado con gente del sector con un talante muy positivo. Se toma 2021 como un año de transición. El año empezó también plagado de incertidumbres pero parece que la evolución de la pandemia es positiva y hace que el sector observe el 2022 como el año en el que el sector turístico se va a recuperar por completo.
–¿Se da ya el 2021 por perdido?
–Para nada. Se ha hablado de 2021, lo que se demuestra que no es un año que se haya dado por perdido. La gente ya empieza a respirar y muchas de las personas que viven de este sector parece que empiezan a respirar. En Cádiz hemos reforzado todo el turismo nacional y está cada vez más en el punto de mira de los operadores turísticos.
–Se sigue echando mucho de menos a los cruceristas.
–Desde la APBC me indican que hay unas 270 reservas de cruceros para este año, a pesar de la suspensión decretada desde el gobierno en marzo del año pasado. Eso demuestra que Cádiz sigue siendo una ciudad de referencia y España sigue estando muy bien posicionada a nivel internacional en el sector de los cruceros.
–¿Se tardará aún en recuperar la confianza en viajar?
–Creo que el turismo va a pasar de cero a cien en unas semanas. Cuando se abran las fronteras, la gente va a empezar a viajar como loca. Es cierto que la incertidumbre sigue y así nació el 2021, plagado de dudas. Y es lógico porque la gente no sabe bien cómo va a ser el ritmo de vacunación o la eficacia de una u otra vacuna. Es básico esos datos para saber qué inmunidad de rebaño vamos a tener.
–¿No teme que la presión de las empresas del sector acabe por forzar una decisión política de nuevo equivocada?
–Ahí las administraciones tenemos que estar espabiladas. Evidentemente cada uno tira y vela por lo suyo. Es lógico. El sector está muy en caída libre y ellos van a tener que apretar para que las restricciones se relajen un poco. Pero ojo, no noto que en ningún momento nadie proponga nada que vaya en contra de la salud pública. La gente tiene miedo y a la hora de tomar una decisión siempre se antepone la salud de los ciudadanos por encima de cualquier crisis o solución a esa crisis. Hay presiones, y es inevitable porque la gente está pasando situaciones muy sangrantes, incluso con el cierre de sus negocios.
–¿No le da miedo que esta feria le inyecte un optimismo aún poco realista?
–Creo que el optimismo es necesario en esta situación. Siempre me considero una persona muy positiva y soy de la que pienso que lo negativo viene solo. Creo que hay una realidad que no se puede obviar pero tenemos que seguir trabajando y preparándonos pensando en que las medidas se van a relajar más pronto que tarde. Todos vamos de la mano y pensamos que de aquí a mayo o junio las cosas van a cambiar a mejor. Se está viendo la luz al final del túnel y la gente tiene que trabajar con esperanza. Si no, mejor quedarse en casa.
–¿Demasiada dependencia del turismo?
–La pandemia nos ha hecho reflexionar acerca del modelo de turismo que queremos. A nosotros no nos coge a contramano porque lo teníamos claro. Debe ser un turismo sostenible, un turismo respetuoso. Hay que buscar el equilibrio entre la convivencia del habitante y el visitante. Esa convivencia es primordial.
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