El nuevo muelle de contenedores de Cádiz ocupará lo mismo que la barriada de La Paz y un tercio del casco antiguo
2,1 millones de metros cuadrados se han ganado al mar desde hace más de siglo y medio
Barriada de La Paz y Segunda Aguada, lo que pudo ser y no es
Una primera piedra que afianza el puerto de Cádiz para los próximos cincuenta años
El inicio de las obras de construcción de la segunda fase del nuevo muelle de contenedores de Cádiz ya hace ver la magnitud de este proyecto. Si finalmente se desarrolla la tercera fase, lo que a priori parece más que factible ya que la concesionaria de este muelle tiene grandes expectativas de ocupación del suelo, la capital habrá crecido en 400.000 metros cuadrados.
Rodeados por el mar, casi una isla apenas salvada por el istmo que nos une a San Fernando, y los dos puentes que atraviesan la Bahía, Cádiz sólo ha podido crecer a lo largo de su historia trimilenaria a través de rellenos marítimos, o cegando las vías marítimas partían en pequeñas islas el Cádiz fenicio.
Las grandes operaciones de relleno se iniciaron a mediados del siglo pasado, con una primera actuación a pie del baluarte de Santa Elena para permitir la llegada del primitivo ferrocarril a una pequeña estación, casi un apeadero, levantada en estos terrenos ganados al mar. A los pocos años, se realizaron rellenos de mayor calado para acoger la Exposición Marítima de Cádiz, donde se ubicaría posteriormente el primer astillero de la ciudad de mano de los hermanos Vea Murguía.
Ahora, otra apuesta de desarrollo económico implica un nuevo relleno, en este caso de calado sustancialmente mayor que los dos citados.
Es el nuevo muelle de contenedores, que en su segunda fase estará listo en 2026 sustituirá al muelle Reina Sofía, nacido también de un gran relleno en los años 80 del pasado siglo. Como en el caso actual, su construcción causó más de una polémica, incluso con el rechazo del Ayuntamiento de la época.
Aquí entra en debate la configuración elegida para el puerto de la Bahía de Cádiz, repartido entre la capital, el Bajo de la Cabezuela en Puerto Real y El Puerto de Santa María, cuando décadas atrás había quienes promovían su construcción en la entrada a la Bahía, en la zona de Rota.
Más allá de decisiones históricas, acertadas o no, la nueva terminal de contenedores tendrá un calado económico muy importante para Cádiz y su Bahía y un evidente impacto visual.
Hay una comparación muy concluyente que puede trasladar al ciudadano al amplitud de esta obra. Sus 400.000 metros cuadrados de superficie, aproximada, se asemeja a la extensión del relleno que hubo que hacer para poder levantar la barriada de La Paz, que llegó a 420.000 metros cuadrados.
Esta operación se ejecutó en los años 60 y con la misma el Ayuntamiento de la época pretendía solventar buena parte de los problemas de vivienda que tenía entonces la ciudad. Problema que más de medio siglo más tarde aún persisten.
Un relleno como buena parte del casco antiguo
Otra cifra para comparar superficie. El futuro muelle de contenedores, con sus tres fases, supondrá un tercio del tamaño de la zona residencial del casco antiguo, eliminando el espacio portuario.
El casco histórico apenas cuenta con 1,2 millones de metros cuadrados, donde hoy viven poco más de 30.000 habitantes, pero en su día acogió a una población superior a los 70.000 vecinos. Es decir, que el muelle habitado podría acoger a más de 10.000 personas.
Con todo, ni la futura terminal ni la barriada de La Paz son los mayores rellenos de suelo realizados en la ciudad.
El récord lo mantiene la Zona Franca de Cádiz. Tanto para el desarrollo del polígono exterior como para su zona fiscal han sido necesario rellenos cercanos a los 900.000 metros cuadrados. Una operación de este calado se inició a principios de los años 50 de este siglo, ocupando suelo firme que se fue extendiendo a los limites de la ciudad rumbo a Cortadura, incluyendo el que ocupó la fábrica de tabacos.
Una operación de mayor calado también está relacionada con la Zona Franca. Se planteó en 1948 al firmase el llamado Protocolo Franco-Perón, entre las dictaduras que entonces gobernaban España y Argentina. El país sudamericano pretendía contar el suelo europeo con un puerto para el transportes de sus ricas mercancías. Nació así la Zona Franca Argentina que unida a la Zona Franca Internacional (este en manos españolas) hubiera supuesto el relleno masivo en el saco de la Bahía, con una ocupación de 1,5 millones de metros cuadrados. Más que todo el casco antiguo de la ciudad.
Por esta época el muelle Ciudad creció también en tamaño, lo que hace unas décadas permitió ensanchar la avenida del Puerto. También se realizaron rellenos para posibilitar la apertura de un paseo marítimo entre La Paz y Puntales, mientras quedó en los papeles un relleno de 18.000 metros cuadrados en Cortadura para la construcción de viviendas.
El último relleno fue el que se realizó para la primera pata del puente de la Constitución de 1812, que permitió conectar los paseos marítimos de La Paz y Astilleros... ambos construidos también sobre terrenos ganados al mar.
En total la ciudad habrá crecido, aproximadamente, en 2,1 millones de metros cuadrados gracias a todos los rellenos realizados durante décadas.
También quedó en el olvido planes como en el siglo XIX pretendía rellenar todo el frente del Campo del Sur entre el baluarte de los Mártires y puerta de tierra, o el desarrollo inmobiliario del Cádiz III a lo largo del istmo.
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