Concasa condiciona su permanencia en Cádiz si no aumenta el número de atraques
La crisis de los contenedores
El muelle de contenedores se mantiene a día de hoy con un único barco fijo a la semana, por lo que Concasa condiciona su futuro en Cádiz si no consigue más barcos de aquí a 3 ó 4 meses
Para un terminalista, una grúa mirando al cielo es síntoma de ruinazo. La terminal de contenedores de Cádiz tiene a día de hoy cuatro grúas que miran al cielo de manera casi permanente desde hace varios meses.
La gota que colmó el vaso llegó en el mes de mayo, cuando la naviera Trasmediterránea retiró uno de los cuatro buques que se encargaban hasta ahora de la ruta Cádiz-Canarias. El Volcán de Teneguía realizó así su última escala en el muelle Reina Sofía y zarpó a Valencia para reforzar la conexión entre la Península y Baleares.
La peculiaridad de este buque es que primero hacía una parada en el Muelle Marqués de Comillas para cargar ro-ro (carga rodada) y luego atracaba en el Reina Sofía para para descargar allí 180 cajones y cargar 130 con destino a Canarias.
Ahora, la decisión empresarial de Trasmediterránea (Naviera Armas) de llevarse a Baleares al Volcán ha dejado la actual terminal de contenedores con un único barco fijo a la semana que viene moviendo entre 60 y 70 contenedores. Esas son las cifras actuales que maneja Concasa.
Con esos números, la empresa gaditana de contenedores lo tiene claro: dejará Cádiz y tirará por la borda el proyecto de la nueva terminal de carga bautizada como La Galeona.
Las cuentas no le salen ni siquiera habiendo protagonizado ya dos regulaciones de empleo, pasando de 26 trabajadores a 15, y ahora a 9. Y ni siquiera disminuyendo la superficie portuaria ocupada (ha pasado en muy pocos años de 65.000 metros cuadrados a 25.000) logra de unos números rojos en los que Concasa se encajó hace ya unos años en Cádiz.
Y no sólo dejará las instalaciones del Reina Sofía sino que se ha mostrado dispuesta, según fuentes de total solvencia, a devolverle a la Autoridad Portuaria las llaves de la nueva terminal. Y va más allá porque avisa que es ya cuestión de semanas que deje de pagarle a Adif el servicio que le presta por un tren semanal que le cuesta 2.500 euros al mes y ya ni le va ni le viene. Hay que recordar que la idea de Concasa de “apadrinar” esta terminal ferroviaria ubicada en Jerez era traer en sus trenes contenedores que luego serían embarcados en el Volcán de Teneguía. Y sin Volcán no hay carga, y sin carga no tiene sentido seguir costeando ni tan siquiera esos 2.500 euros mensuales.
La cosa pinta mal y Concasa parece tenerlo claro. “Es como tener un hospital abierto para que te visite un enfermo a la semana”. Así de gráfico se explicaba la fuente consultada.
Y no suena ya a farol, o al menos no lo parece. Concasa pide, y tan claro como ellos lo ven los estibadores, a la Autoridad Portuaria de Teófila Martínez mayores bonificaciones para el tráfico de contenedores e invitan a a la ex alcaldesa de Cádiz a organizar unas jornadas al estilo de las convocadas en días pasado en Huelva para ubicar a la ciudad y a su puerto en el epicentro de las miradas del sector portuario mundial. El objetivo de estas jornadas, que podrían estar respaldadas por Cadiz-Port, Apemar y la Confederación de Empresarios, es mostrar al mundo el potencial que tiene el puerto gaditano.
Durante los próximos tres o cuatro meses Concasa tiene programado hacerse unos cuantos miles de kilómetros para buscar clientes o incluso un compañero de proyecto para la futura terminal. Parece que MSC está ya descartada del todo, pero quedan OPDR o JSV, entre otras. Del resultado de estas expediciones dependerá la permanencia presente y futura de Concasa en Cádiz.
MSC tendrá que aclarar su postura
¿Pero MSC está o no está? El desarrollo del puerto de Sines, la apuesta por el tren del puerto de Sevilla y la posible ampliación del muelle de Valencia (si su Ayuntamiento así lo permite) son elementos más que suficientes para pensar que la naviera con sede en Ginebra se aleja cada vez más de Cádiz. A pesar de ello, es justo mencionar que en los últimos meses está protagonizando en Cádiz una serie de cargas y descargas de contenedores vacíos que parecen estar dando “vidilla” a los estibadores gaditanos. Concretamente el miércoles 2 de octubre llegó un buque con 600 cajas vacías que depositó en el Reina Sofía. El domingo 6 dejó 50 y se llevó 130 contenedores, y hoy mismo y mañana se esperan más de 300 movimientos de cajones vacíos. Si estos movimientos adquirieran una periodicidad fija, otro gallo cantará.
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