Se cumple un año del nuevo contrato de limpieza en Cádiz sin nuevos vehículos y con amenaza de huelga
No está teniendo un buen estreno el renovado servicio de limpieza. Había tantas ganas de que la tortuosa licitación saliera adelante y de que el más que envejecido parque móvil diera paso a modernos vehículos, menos contaminantes y más silenciosos, que el escenario actual no es nada positivo; y, lo peor, no invita al optimismo.
Este jueves se ha cumplido un año justo desde la entrada en vigor del nuevo contrato, que Valoriza comenzó a prestar en solitario (ya venía de la anterior UTE junto a Cointer) el 1 de febrero de 2023.
Transcurridos estos primeros 365 días, lo cierto es que el cambio no ha sido todo lo radical que se esperaba, ni mucho menos. Es cierto que poco a poco, especialmente en las últimas semanas, se han visto nuevas máquinas operando en lo que a limpieza viaria se refiere; avances que se unen al de los nuevos puntos limpios móviles que ya están en Zona Franca y que van a empezar a ser utilizados en breve, o al de los carros de barrenderos que también se anuncian de manera inminente.
Pero frente a estas novedades, se remarca en el ‘debe’ del nuevo contrato cada vez con más fuerza todo lo relativo a la maquinaria pesada; los camiones de la recogida de contenedores, camiones de baldeo, camiones de recogida de muebles y otros vehículos y máquinas previstas en el contrato que, un año después, siguen sin llegar. Y lo peor de todo, que por ahora ni se le espera, ya que esta cuestión está paralizada (desde mayo del pasado año) a expensas de un acuerdo del Pleno que permita modificar las condiciones del contrato (y, por tanto, de la licitación) para comprar vehículos eléctricos y no híbridos como estaba previsto. Un cambio que si bien supone una mejora para el servicio, implicará también un mayor gasto.
De este modo, se cumple el primer aniversario de Valoriza con un servicio que no difiere mucho del que se prestaba antes, pese a la actualización económica que se fijó en 1.364.313,83 euros mensuales y que, en parte, debería ir para la adquisición de toda esa maquinaria y vehículos que siguen sin llegar.
Para colmo, este primer aniversario viene a coincidir con el anuncio de una huelga indefinida de los trabajadores que, además, responde a una mala relación laboral entre plantilla y empresa y a esos diversos incumplimientos del convenio que denuncian los sindicatos.
Con todo ello, el balance de este primer año del nuevo contrato no puede ser positivo, sino todo lo contrario.
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