"Ahora es esencial que la Atención Primaria esté muy potenciada"
Coronavirus en Cádiz| Entrevista al doctor Luis Miguel Torres
El jefe de Anestesia del Hospital Puerta del Mar habla sobre algunos de los aspectos tratados en el Congreso Virtual Covid–19, del que ha sido el presidente del comité organizador, y aporta su visión sobre la pandemia
Cádiz/El jefe de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital Puerta del Mar y profesor de Anestesia de la Universidad de Cádiz, Luis Miguel Torres, es muy activo en las redes sociales divulgando información sobre la covid–19. Recientemente, ha liderado la organización de un congreso internacional virtual sobre esta enfermedad en el que han intervenido grandes expertos mundiales y han participado 10.000 profesionales.
–¿Se esperaba la gran repercusión que ha tenido?
–Evidentemente no esperábamos estará percusión. Cuando lo iniciamos para intentar conseguir una clarificación de la multitud de ideas y tratamientos que existían, pensamos en una audiencia de 400 o 500 personas a nivel nacional con unos 20 ponentes para realizarlo en dos tardes. Sin embargo, en la primera semana que abrimos el programa, muchísima gente quería participar como ponente y mucha gente pensó inscribirse. Hasta el punto de que en una semana tuvimos 10.000 inscritos, y tuvimos que cortar las inscripciones; las ponencias pasaron a 60 y el congreso en lugar de dos días, acabó siendo de cuatro días, lo que es ya un congreso de nivel mundial con 207 pósteres que llegaron en menos de 15 días, cuando normalmente se tardan meses en que los congresos reciban los pósteres.
–En este camino de vuelta a la normalidad que estamos viviendo tras el confinamiento, es fundamental que las personas sigan las medidas de prevención indicadas por las autoridades sanitarias para evitar rebrotes. En el congreso, uno de los ponentes habló de la "responsabilidad de rebaño", ¿en qué consiste exactamente?
–El concepto de responsabilidad de rebaño creo que es muy importante, y ahora mismo es el fundamental, ya que no tenemos lo que se denomina inmunidad de rebaño. Ésta se obtiene cuando la población está ya curada en un 60–70%. Los test que hemos hecho hasta ahora en España y en gran parte del mundo confieren una inmunidad de un 5%, con lo cual, no protege a lo que llamamos rebaño, que al fin y al cabo somos todos. Por ello, el único camino mientras no tengamos vacuna y tratamiento, como es el caso, es lo que llamamos responsabilidad de rebaño. Es decir, cada uno de nosotros tenemos que ser responsables del resto del rebaño, que es la humanidad, comportándonos con sentido común, manteniendo los consejos que ya sabemos: distancia física, mascarillas, higiene, limpieza; y yo creo que ahora mismo, lo más importante es que las personas que crean que están enfermas porque tengan los síntomas típicos de fiebre, tos, mialgias, etcétera, inmediatamente se aíslen y no compartan su espacio con nadie, acudan a su médico y así reciban las instrucciones para evitar los contagios y el diagnóstico preciso. Eso ahora es lo más importante, ya que la transmisión por asintomáticos es siempre mucho menor.
–Sobre las medidas de prevención indicadas por las autoridades, usted se ha mostrado contrario a algunas de ellas, como el uso de guantes o la prohibición inicial de bañarse en la playa.
–Yo creo que a la población hay que darle instrucciones primero claras, segundo no contradictorias y que sean lógicas. Si damos instrucciones absurdas, la población lo que hace es no seguirlas y tampoco seguir las adecuadas. Por ejemplo, en el caso de los guantes, que son un instrumento complejo, los usan los profesionales de muchos campos, pero para hacer acciones concretas: limpiar un coche, fregar platos, operar a un paciente, y una vez acabada esa operación, se quitan. En cambio, lo que se transmitió a la población era ponerse unos guantes por la mañana y quitárselos por la noche. Esto es una fuente absoluta de contagio, una falta de higiene y una falsa creencia de protección. Por eso esa idea es errónea. Igual que creo que también fue bastante equivocado, en mi opinión, el prohibir la estancia en los parques o en las playas. La idea es evitar las aglomeraciones. Eso es lo que el sentido común dicta para evitar una enfermedad infecciosa. Y para evitar las aglomeraciones, hay que abrir los espacios. ¡Qué mejor espacio y más sano que un parque, una montaña o una playa! Por eso, creo que muchas personas han creído los mensajes que yo he dado en contra de otros mensajes que no tenían ningún sentido y que, aparte de difícil aplicabilidad, iban justamente en lo contrario de lo que se estaba pidiendo a la población, evitar las aglomeraciones.
–En cuanto a los test que se están haciendo, tanto para saber si alguien se ha contagiado por el virus como para conocer la inmunidad, está habiendo mucha polémica. ¿Cree que se están realizando las pruebas suficientes?
–Hay mucha polémica principalmente porque no tenemos todavía test muy fiables. Los fallos hablan del 50–60%, es casi tirar una moneda al aire y por tanto, creo que todavía tenemos que esperar a test más fiables, y esos test hay que repetirlos a gran parte de la población; pero sobre todo a la que cree haber tenido la enfermedad o que esté en contacto con pacientes o que tenga factores de riesgo. Hacerlos indiscriminadamente desde luego no va a ser malo, sería bueno, pero el costo es muy alto y la dificultad de hacerlo también. Creo que quizás sería más conveniente reservarlos para personas que realmente lo necesitan o que van a obtener una información útil, que para personas en las cuales no va a servir para nada, porque el hecho de tener un test hoy negativo no quiere decir que no vayas a dar positivo o vayas a estar infectado dentro de dos semanas. Por otra parte, tampoco sabemos la duración de la inmunidad. Así que tener un test positivo ahora mismo no te evita tener que tomar las medidas de precaución. De este modo, los test, siendo útiles y por supuesto interesantes, no es tampoco la solución definitiva al problema.
–En la lucha contra este nuevo coronavirus, en el congreso se ha hablado también de la importancia del diagnóstico precoz en Atención Primaria. ¿Cree que nuestra Atención Primaria está preparada para ello?
–Ahora mismo, creo que la Atención Primaria es el elemento más importante para esta nueva etapa. Ya prácticamente no hay contagios, o hay pocos contagios, y entonces lo importante es evitar los enfermos. Estos enfermos van a ser pacientes sospechosos que tengan síntomas, y estos van a acudir a su médico de Atención Primaria. Por eso, el médico de Atención Primaria tiene que tener los medios, los recursos, y tiene que estar preparado; y tiene que haber médicos en tiempo suficiente para poder no solo prevenir y tratar el covid, sino el resto de enfermedades que tenemos. Creo que la Atención Primaria ahora mismo es esencial que esté muy potenciada, muy protegida y con todos los medios humanos y materiales necesarios porque van a ser los encargados de diagnosticar, localizar y tratar los primeros casos. Ahí es donde verdaderamente se tratan las epidemias, se combaten y se cortan. El concepto del confinamiento que hemos hecho es una cosa del pasado, de la Edad Media. En la época actual, con recursos tecnológicos y con información en tiempo real, creo que hay otras medidas más eficaces y menos costosas que las que hemos hecho. Y esto pasa fundamentalmente por que la Atención Primaria esté de una manera fundamental protegida, cuidada y con suficientes recursos para la atención inmediata y la localización inmediata de los casos infectados y de sus allegados para evitar la transmisión de las cadenas.
–Si hay un rebrote de la pandemia, ¿podría ser más grave?
–Nadie puede predecir el futuro, no sabemos qué va a pasar. Aparentemente el virus no está mutando y si hay algunas diferencias del virus, como se comentó en el congreso, parece ser que son para menos letales, pero aún no lo sabemos. No tenemos vacunas, no tenemos tratamientos, no sabemos cómo se va a comportar en una segunda oleada, pero hasta ahora, la historia de las grandes epidemias de la humanidad han tardado dos o tres años en controlarse. Es verdad que ahora tenemos más medios, más tecnología, más conocimientos, pero también somos más humanos en la Tierra, nos movemos más, somos más interdependientes y unas cosas nos favorecen pero otras nos perjudican. No sabemos lo que pasará pero la gran preocupación es que si hay un rebrote en otoño, este vaya a coincidir con la gripe estacional y con la bronquiolitis alveolar de los niños que colapsa los servicios de Pediatría. La gripe pone en serios aprietos al sistema sanitario y un segundo rebrote de coronavirus sería realmente difícil de controlar. El sistema sanitario tiene que estar reforzado en otoño para que no vuelva a colapsarse. Al fin y al cabo, el coronavirus es una enfermedad como otra cualquiera. El problema es si una enfermedad produce tantos casos de forma inmediata que colapsa el sistema sanitario. Mientras el sistema sanitario no se colapse, somos capaces de combatir cualquier enfermedad, aunque por su puesto haya morbilidad y mortalidad, como en otras enfermedades.
–En el congreso, el director del Instituto Pasteur de Shangai, Fernando Arenzana, habló de la necesidad de cambiar la relación de los humanos con los animales y con la industria alimenticia, ¿en qué sentido?
–El doctor Arenzana, en su conferencia inaugural, recalcó mucho que el origen del virus era debido a la relación que tenemos los humanos con los animales. Ahora mismo, la industria alimentaria es una industria colosal, donde se trata a los animales en muchas ocasiones no ya de forma cruel, sino de forma inadecuada para la vida entre ellos: hacinados por miles, reproduciéndose de una manera inadecuada, tratados con antibióticos, tratados con fármacos de forma indiscriminada en muchos países. Y esto, según él, es una fuente clara de creación de virus y de origen de nuevos virus que finalmente, a través de la cadena alimentaria y de otros animales que pueden estar en medio, llegan al ser humano. Él pronosticaba que si esto no se controla, sin duda ninguna aparecerán nuevos virus, y puede ser que incluso más letales, que afectarán a la humanidad. De ahí que creo que el mensaje es muy importante: que tenemos que cambiar el modo de relacionarnos con los animales de los cuales nos servimos para la alimentación.
–Este prestigioso virólogo rechazó la posibilidad de que el SARS-COV-2 haya salido de un laboratorio, como se ha comentado en varias ocasiones. ¿Qué argumentos ha dado?
–Tanto el doctor Arenzana como el doctor Adolfo García Sastre (director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes del Hospital Monte Sinaí) coincidieron en que todos los componentes del virus están en la naturaleza, y virus muy similares a este están por miles. Comentaron que están en los murciélagos del sur de China, Birmania, Vietnam, que es donde parece que ha salido el primer virus coronavirus covid–19. Ellos creen que ahora mismo tenemos toda la tecnología para comprobar si un virus hubiera sido creado artificialmente y rechazaron de plano esa posibilidad, por tanto, tenemos que creerlos porque son dos de los mejores virólogos mundiales.
–En cuanto a la prevención, más allá de las medidas higiénicas o sociales, ¿qué otras podemos tomar para evitar que esta enfermedad no ataque gravemente a nuestro organismo?
–La prevención pasa por las medidas higiénicas y distancia física y temporal que ya hemos comentado en algunos vídeos, pero también por la mejora de nuestro sistema inmunitario. En este sentido, ya hemos comentado varias veces que algunas vitaminas, como la vitamina C, la vitamina D, el zinc y algunos minerales deben estar en suficiente cantidad para que el sistema inmunitario no solo sea fuerte, sino que no se desborde ante un ataque de un virus como ha pasado en muchos de los pacientes. Seguramente también el inicio precoz de los tratamientos específicos pueda ser una medida que se tome en el futuro y, evidentemente, las medidas generales para mantener la salud, como el ejercicio físico, el peso adecuado, la alimentación correcta, están dentro de lo que podemos y debemos hacer para prevenirnos ante este virus y ante otros virus y otras enfermedades.
–A raíz del congreso, se ha creado una plataforma científica que usted dirige. ¿En qué consiste?
–A raíz de este congreso y con base en él, hemos creado una plataforma científica, que se llama Cientifix, que va a tratar de reunir gran cantidad de información científica que hoy día está dispersa o se pierde o está en vídeos personales o en Youtube. Vamos a reunir ahí toda esa información científica, al estilo de lo que hoy se hace con las películas o con las canciones para distribuirla de un modo universal a muy bajo coste y de una manera inmediata a todas las personas que estén interesadas en el mismo. Así que este es un nuevo canal también digamos revolucionario que nace de Cádiz y de la empresa Emiral de Córdoba y creo que va a ser, igual que ha sido el congreso, un gran avance en la transmisión de la información científica. Creo que es el futuro, que tenemos la suerte de irnos quizás adelantando al mismo y vamos a tener nosotros como científicos y todo el resto de médicos y personal sanitario la posibilidad de recibir mucha información adecuada, contrastada, verificada y reproducible cada vez que queramos para mejorar nuestros conocimientos. Creo que el mundo ha cambiado en cuanto a la transmisión de la información científica y nosotros estamos tratando de liderarla para conseguir los fines de que la salud sea mejor y los conocimientos estén accesibles a todo el mundo.
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