El levantamiento del 2 de mayo
Coronavirus en Cádiz
Muchísima gente madruga en Cádiz para hacer deporte al aire libre en el primer día de permiso
En las principales zonas de esparcimiento se mezclan corredores, ciclistas, surferos y paseantes
La playa se convierte, al igual que en la salida de los niños, en el sitio preferido por los gaditanos
¿Quién dice que en Cádiz la gente no se levanta temprano? Como en el cuento de Cenicienta, entre las seis y las diez de la mañana la gente podía convertirse de nuevo en corredores, ciclistas, patinadores, surferos o simplemente paseantes deportivos. A partir de las diez el hechizo se acababa y la carroza se convertía de nuevo en calabaza para volver a las normas del confinamiento.
Quien pudiera pensar que hacer madrugar a la gente podría cortar un poco al personal para hacer deporte, estaba muy equivocado. Lo que ha habido en la mañana de este sábado en Cádiz sí que ha sido el levantamiento del 2 de mayo. Si alguien se echó las manos a la cabeza la semana pasada cuando se abrió la mano para la salida de los niños con polémicas de fotos incluidas, lo de ahora lo ha superado.
A las siete y media de la mañana, todavía con el sol tratando de desperezarse, en el Paseo Marítimo de Cádiz se juntaban deportistas de todo pelaje. Corredores que iban a un ritmo tremendo y que se nota que han mantenido la figura en este tiempo de confinamiento con otros que luchaban por mover una maquinaria más redonda de la cuenta; muchísimos ciclistas que trataban de aprovechar el carril bici y el término municipal de Cádiz para estirar todos los kilómetros que se pudiera; innumerables surferos en Cortadura tratando de coger las olas que no había y que se tenían que conformar con remar; gente andando por el Paseo y más todavía en la playa; otros haciendo calistenia frente al edificio Reina Victoria... Cádiz está en movimiento y trata de arrancar sus cuerpos después de estar mucho tiempo encerrado entre cuatro paredes.
Casi todos los corredores sin mascarillas porque cuesta mucho respirar en esas condiciones de esfuerzo con ellas pero hay algunos que quieren tener más precaución y la llevan. Hay que guardar las distancias pero hay veces que es casi imposible y en varias franjas del Paseo Marítimo se une la gente. Toca aguantar la respiración, porque si hay algo que compruebas es que la exhalación en pleno rendimiento llega mucho más lejos. Entre los ciclistas sí hay muchas más mascarillas y, en el caso de los paseantes, protecciones tanto para la cara como para las manos.
El problema llegaba a la hora de estirar los músculos tras el ejercicio. Sin guantes produce temor tocar nada y esta fase de entrenamiento debe variarse un poco y tirar más de equilibrio para no evitar tener contacto con la barandilla o los bancos.
También hay alguno que aprovecha y, si antes podía sacar al perro, ahora también lo hace y se pone a correr con él.
Entre los corredores hay miradas de complicidad entre aquellos que se encuentran habitualmente en sus circuitos mañaneros y nocturnos. Nunca se saludan pero en esta ocasión hay hasta un leve gesto de cercanía como diciéndose "ya estamos aquí otra vez".
La Policía Local anda vigilante y se ven a varios patrulleros que van para arriba y abajo en la zona que va desde el Hotel Playa Victoria hasta Cortadura. Tratan de que la cosa no se desmadre pese a que poco a poco nos van soltando la correa hasta que definitivamente recuperemos la libertad.
Conforme va avanzando la mañana va aumentando la presencia de personas porque la gente apura, Entre las nueve y las diez se produce la hora punta pero es que ya a las siete y media de la mañana la afluencia ya era enorme.
En los tramos donde el Paseo Marítimo es más estrecho, sobre todo en la parte de Santa María del Mar, era más complicado andar, correr o lo que hiciera cada uno. Lo que sí se va viendo es que la gente empieza a perder el miedo y hasta casi el respeto por una enfermedad que ha causado y que sigue causando muchas muertes.
A las ocho de la tarde hay una segunda tanda de salida para los que no hayan querido madrugar y disfrutar de la puesta de sol y estará hasta las once de la noche pero si alguien cree que la gente en Cádiz no hace deporte, esta mañana de sábado se habrá desengañado.
A las diez de la mañana la Policía Local empieza a decir por los altavoces que hay que acabar de hacer deporte y que es la hora de que empiecen a salir los mayores. Es la hora del relevo.
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