Costas trabaja en la creación de dos nuevas playas urbanas en Cádiz

Medio Ambiente analiza la viabilidad de ampliar el litoral en San Roque y en la Punta de San Felipe

Se buscan espacios que no supongan un gran coste de mantenimiento

Las playas de Cádiz, de la más salvaje a la más monumental

La pequeña cala que se crea en La Punta con la marea baja.
La pequeña cala que se crea en La Punta con la marea baja. / Jesús Marín

Si hace un siglo los vecinos de Cádiz aún estaban descubriendo las playas que recorrían el litoral de extramuros, desde las murallas y los glacis aún en pie hasta la curva de Torregorda, aún sin edificaciones militares, ahora, con el cartel de completo los días de más calor, se buscan nuevos espacios donde tomar el sol y darse un chapuzón.

El progreso y la mejora urbana se llevó por delante hace unos años la playita de Puntales, un oasis para los vecinos del barrio e incluso del cercano Loreto, cuando cruzar la vía del tren por la pasarelas era una odisea camino de La Victoria. El soterramiento y la apertura de un paseo marítimo se llevó por delante buena parte de este arenal. 

Con La Caleta siempre llena al igual que Santa María del Mar, por aquello del tamaño reducido de ambas playas; con La Victoria como referente de la playa deportiva y gastronómica, la inmensidad de Cortadura ha permitido desahogar buena parte de los excedentes veraniegos de turistas y vecinos usuarios de nuestras playas. Ahora, se busca más arena. Y no gracias a la regeneración del litoral existente.

Buscar hueco en la costa de la ciudad para una nueva playa es una reclamación de colectivos ciudadanos, de partidos políticos y de administraciones. 

Hace dos décadas el Ayuntamiento planteó un proyecto para solventar la continua pérdida de arena en Santa María del Mar y de extender ésta hasta la falda del baluarte de San Roque.

A la vez, la construcción del nuevo Parador llevaba incluida una pequeña cala a pie de su muralla. Hoy, en los días de pronunciada marea baja, aparece una playa de diminutas dimensiones. Ir más allá hubiera supuesto un coste enorme de mantenimiento. Como cuando se habló, siglos pasados, de una playa a lo largo del Campo del Sur o, ya en nuestra época, otra que uniese el baluarte de la Candelaria con la Punta de San Felipe.

Frente a este listado de sueños y compromisos no cumplidos, la Demarcación de Costas lleva ya unos meses realizando innumerables estudios sobre la viabilidad o no de crear nuevas playas en la ciudad.

El Ministerio de Medio Ambiente cada vez es más reacio a la hora de realizar nuevos rellenos en el litoral de todo el país, o de construir espigones para retener la arena en aquellas playas donde los temporales combaten más, como pasa en Cádiz con la de Santa María del Mar. Y aún más, es reacio a crear nuevos arenales en nuestras costas.

El cambio climático hace mella en buena parte del litoral español, con un recorte de la costa cuyo mantenimiento supondría una inversión inasumible para las arcas públicas, y que, al poco, desaparecería con nuevos temporales.

Así, todo lo que se plantea desde Medio Ambiente se ejecuta bajo dos premisas: su necesidad en el presente y su viabilidad (medio ambiental y económica) en el futuro. Con estos parámetros, la Demarcación de Costas trabaja en dos proyectos en Cádiz 

Uno se centra en la falda del baluarte de San Roque. La idea es conectar el arenal de la playa de Santa María del Mar,a la altura del espigón norte, hasta llegar a los bajos del baluarte de San Roque. En esta zona actualmente aparece una reducida playa en los periodos de marea baja, que se come el mar cuando sube. La idea es realizar un aporte de arena muy controlado que apoyado por el dique norte pudiese garantizar su futuro.

En este caso, habría que completar la obra con la urbanización de todo el espacio superior, en una zona donde existen bloques de hormigón para contener la furia de los temporales.

La otra operación se centra en la Punta de San Felipe, otro de los espacios históricos donde en más de una ocasión se ha hablado de ampliar el litoral. Aquí Costas sí considera que es más viable conseguir una playa, siempre de dimensiones no exageradas, más estable. Se aprovecharía la arena que ya aparece durante parte de la jornada, incluso en periodos de marea alta.

En este caso, la Autoridad Portuaria proyecta, dentro de la remodelación prevista en la Punta, la habilitación de un acceso a esta futura playa mediante una escalinata directa con el paseo superior.

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