Los costes del servicio de autobuses de Cádiz están por debajo de la media nacional
Martín Vila defiende que pese al retraso en la licitación del contrato no hay despilfarro alguno en el transporte urbano
Una cosa es que el servicio de transporte urbano vaya tarde, muy tarde, con un contrato pendiente de sacar a licitación desde el año 2015 y un pliego que no termina de desatascarse para establecer las nuevas condiciones bajo las que funcionarán los también nuevos autobuses que espera la ciudad. Y otra muy distinta es que haya en la actualidad un despilfarro económico en el Ayuntamiento para mantener el actual servicio. Así lo asegura el concejal de Movilidad, Martín Vila, basándose en un informe que compara los costes del transporte en Cádiz respecto a una media nacional.
Esa comparativa demuestra que el servicio gaditano de autobuses urbanos es más barato que la media nacional así como que, de algún modo, está mejor aprovechado en diferentes factores o criterios de valoración. Todo ello en base a datos proporcionados por la Asociación de Transportes Públicos Urbanos y Metropolitanos (Atuc).
Así, por ejemplo, mientras la media nacional sitúa el precio del billete ordinario en 1,26 euros, el de Cádiz está fijado en 1,10 euros; igual que el bonobús de diez viajes, que vale 7,91 euros de media cuando en Cádiz cuesta 7 euros. No ocurre así, conviene reseñar, con la tarjeta mensual universitaria, que vale 22,07 euros de media y que en la ciudad está disponible por 25 euros.
Tampoco se refleja como un servicio caro para la ciudad en distintos baremos comparados en ese informe al que ha accedido este periódico. En este sentido, el gasto por habitante del transporte público en Cádiz se sitúa en 89,26 euros, mientras que la media nacional alcanza los 123,12 euros; este dato es igualmente más alto en otra comparativa que hace Atuc, esta vez con 19 ciudades españolas cuyas empresas prestatarias del servicio de transporte urbano usan menos de 200 autobuses (como Cádiz, que tiene una flota de 48 en la actualidad). 115,72 euros es el gasto por habitante que ofrece de media este bloque de 19 ciudades.
En este mismo sentido, se refleja que el porcentaje de cobertura de ingresos y gastos de la explotación del servicio es en Cádiz de un 73,70%; mucho más alto que el 45,38% de la media nacional o el 44,74% de la media de esas 19 ciudades. Dicho de otro modo, que las aportaciones públicas para compensar los costes de explotación (ese déficit que soporta el Ayuntamiento y que recientemente se ha aprobado por más de 2 millones de euros para el ejercicio 2018) son de un 26,30% en Cádiz, frente al 54,62% de la media nacional. Siguiendo con este mismo extremo, el informe refleja también que el déficit medio por viajero es de 0,26 euros; cantidad bastante inferior a los 1,11 euros de la media nacional, o los 1,28 euros de ese estudio de 19 ciudades españolas con servicios urbanos de menos de 200 autobuses.
En otro orden de datos, también se aprecia cómo el transporte urbano de Cádiz tiene hasta un 97% de kilómetros útiles, frente al 93,89% de la media nacional; algo que habla en beneficio de la prestación del servicio. Y también se comprueba que la tasa de ocupación de la red es de 4,88 viajeros por cada kilómetro, uso mayor que la media nacional, que se queda en los 4,28 viajeros por kilómetro.
A favor del servicio de transporte urbano está también las condiciones de los autobuses. Pese a su larga edad (14 años hace que no se compra en Cádiz un autobús para renovar una flota que remonta sus vehículos más antiguos al año 1998), el 100% de los vehículos cuentan con plataforma para el acceso de personas con movilidad reducida y con piso bajo. La media nacional fija en 91,88% los autobuses con plataforma, y en un 86,18% los autobuses con piso bajo.
“Este informe viene a demostrar que el servicio de transporte urbano que tiene Cádiz es bueno”, concluye Martín Vila, que pone de relieve que los autobuses mueven “más de 12 millones de viajeros al año y tienen un ratio de kilómetros/habitantes/viajeros muy por encima de la media española”. Lo cual no resta urgencia del nuevo contrato que se quiere empezar a tramitar en junio o julio y que, según insiste el concejal, incluirá muchas e importantes novedades respecto a los vehículos, las paradas, las líneas, las frecuencias y otras ventajas para los usuarios.
El autobús, la pata pendiente del puzzle de la movilidad
A nadie se le escapa que la ciudad está encaminándose de manera contundente a un cambio en el modelo de movilidad. Cuatro son los grandes ejes de ese cambio que de manera paulatina se viene realizando desde la llegada de Podemos al Ayuntamiento en el año 2015; o, mejor dicho, desde la llegada de Martín Vila al área de Urbanismo y de Movilidad ese mismo año. El fomento del uso de la bicicleta, la progresiva peatonalización de calles y espacios de la ciudad, el nuevo modelo de estacionamiento regulado para facilitar el aparcamiento a algunos y prácticamente imposibilitarlo para otros muchos conductores, y el transporte urbano.
A este respecto, Vila reseña cómo esto último, el servicio de autobuses, es la pata pendiente para terminar de configurar lo que él denomina “el puzzle de la movilidad”. Según traslada el concejal, una vez que el nuevo pliego esté adjudicado y el servicio en marcha, “se comprenderá mejor este cambio de modelo por el que hemos apostado, ya que todo va relacionado entre sí”. Bicicletas, calles peatonales, aparcamiento regulado y autobuses urbanos forman, por tanto, un todo que busca hacer de Cádiz una ciudad más amable, con menos tráfico, y más sostenible medioambientalmente (reduciendo el uso del coche en favor de la bicicleta, o del patinete ahora tan de moda, y de los autobuses que con el nuevo contrato serán híbridos cuando no eléctricos).
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