Una cremería-heladería ocupará el local que dejó Confecciones Lluch en la calle Ancha
El establecimiento de la firma Martonela, que será también cafetería, pretende abrir antes del verano
Cádiz/La reconversión de la calle Ancha en zona hostelera sigue su firme camino. El local que acogió a la señera tienda de modas Confecciones Lluch se convertirá en unas semanas en un establecimiento de la franquicia Martonela, una cremería-slow que es una combinación de heladería y crepería totalmente artesanal que "nace para reivindicar los productos del ayer desde la mirada del hoy, más cosmopolita y creativa", según puede leerse en la web de esta empresa española que cuenta con varias tiendas por todo el país. Ya han comenzado los trabajos para adaptar el local al nuevo negocio.
En su web Martonela destaca que ofrece el helado de muchas formas diferentes, desde los tradicionales cucuruchos o tarrinas, hasta gofres, crepes o tortitas recién hechas. "Aquí vendemos helados artesanales hechos a diario, con amor y frente a tus ojos", reza en su sitio de internet. Además, los ‘trendings’ (vasos de fruta con helado y toppings) o ‘frappelados’ (bebida fría hecha a base de granizado de fruta natural y helado a elegir). También vende batidos frescos elaborados con leche fresca de granja, zumos y granizados naturales, cafés artesanales de tueste natural y tés variados.
Esta será la tercera heladería de la calle Ancha, uniéndose al tradicional Salón Italiano (Los Italianos) y a Verde Pistacchio. Confecciones Lluch cerró sus puertas por jubilación de su propietario, Joaquín Lluch. Este emblemático comercio abrió sus puertas en 1971. 50 años después cerró para dar paso a un nuevo negocio que afianza la transformación de una calle comercial en una calle donde la hostelería cobra fuerza.
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